Importa la poesía, importa el mundo,
pero el poeta no importa.
J. R
Lo he escuchado tanto. De manera oficial (como la última vez, cuando Víctor Fowler y Roberto Zurbano, sin cortapisas, lo dieron por sentado durante la sesión teórica por el XX aniversario de Ediciones Vigía) o de manera extraoficial (en boca de amigos, ya sea tête a tête o por teléfono, ya sea en los corrillos de las Ferias del Libro o en los intermedios de los encuentro-debates de Talleres literarios). Tanto se ha repetido que ha llegado a hastiarme, sobre todo por la falta de elementos para calzar tamaña afirmación: los poetas de los 90 (o en su defecto los jóvenes poetas cubanos) son epigonales, frívolos, corales.
Antes de proceder a rebatir o asentir por impotencia lo que ya viene siendo un cliché, sería oportuno definir quiénes son los poetas de los 90. Un alto porciento de los acuñadores de tal estigma, pertenece por curriculum a la llamada generación o promoción del 80, y si no formaron parte de dicha avangarde creativa, sí muestran al menos una marcada preferencia hacia la poética que esta estetizara. De la comparación, obviamente desfavorable para los más jóvenes vates de la isla, extraigo sólo malas intenciones, facilismo acomodaticio, resentimiento, evasión o falta de conocimientos para demostrar, mediando los textos —y sólo ellos— la aludida grisura en el corpus poético que los más jóvenes propugnan.
Existe un marcado desacuerdo en el límite cronológico que endilga o no el rótulo, bastante venerado aún, de poeta de los 80. Lo más sencillo sería esgrimir una sentencia monolítica: con la postmodernidad desaparecen los conteos generacionales, dichos cercos se difuminan en la pertinencia del casi todo, en una especie de contaminatio donde no es difícil hallar interactuando a poetas activos de dos o tres generaciones de las letras nacionales. Pero acogerse a dicho criterio no haría sino aumentar la confusión, y yo deseo, ante todo, esclarecer mi mente, desbaratar algunos mitos, reubicarme como ser amante de la poesía verdadera, más allá de figuraciones o reconocimiento.
Pifias cronológicas aparte, si aplicásemos el conteo generacional, hemos de considerar miembros de la promoción de los 80 a aquellos escritores nacidos entre 1955 y 1970. Es bien conocido el efecto atomizador que produce la precocidad o la inspiración tardía en un grupo enmarcado creativamente en tres lustros.
Se supone que los nacidos en este tramo comenzaron a gestar sus textos o entraron a formar parte del mundo literario entre 1975 y 1990, quince años contentivos de demasiados acontecimientos socioculturales para creer en la rigidez de la propuesta. Finales del decenio gris, apertura de Cuba al exterior, crisis del Mariel, retorno de los emigrantes (se fueron gusanos, vuelven mariposas, recuerdo…), agotamiento de la más reacia escuela coloquial, solvencia económica increíble si se le observa desde el hoy de estrecheces que nos acoge, agudísima crisis generacional, etcétera. Ante tan abigarrado telón de fondo (muchas veces por detrás de él) salieron a la luz los textos de dichos poetas, en hornadas sucesivas. Para no extenderme señalaré las que a mi juicio constituyeron las principales ganancias de estos poetas, que nucleados en grupos/escuelas o de manera aislada, pero contactando constantemente mediando recitales y descargas, compartiendo lecturas arcanas, produjeron un vuelco en el camino ascendente de la lírica cubana:
-Apertura temática. Entendiendo esta por diapasón tensado al máximo, recuperación, imbricación.
- Marcada diversidad formal, también generada por una vuelta atrás: nuevo imperio de la metáfora, evasión de lo anecdótico, reacomodo de lo mejor del conversacionalismo, recuperación de las formas clásicas, etcétera.
- Reflejo en el texto de todo un acerbo cultural e histórico, sostenido por lecturas disímiles, y que se manifiestan en el uso de los referentes. Lo que Jorge Luis Arcos llama predominio de lo imaginal.(1)
- Potenciación de la imagen del poeta… y no solo en el texto.
Ahora bien: ¿cuándo un escritor es tenido como tal? ¿A partir de qué momento su propuesta cobra validez? Cuando su obra resulta édita. Es por muchos conocido que la mayoría de estos autores no publicaron hasta la década de los 90, algunos bien entrada la misma. Dicho defasaje vino a enrarecer aún más los límites generacionales, pues a diferencia de los 80 que les acogieran, fue la segunda mitad del decenio de los 90 escenario de un verdadero boom editorial, y de tal manera muchos de los libros de los ya reconocidos miembros de dicho grupo salieron al ruedo junto a los de algunos precoces escritores pertenecientes a la promoción siguiente.
¿Qué sucedió en esos 4 o 5 años finales de los 80/inicios de los 90? Un verdadero cataclismo sociopolítico que tocó a fondo. Se enseñoreó el “período especial”, dejamos de ser aupados maternalmente por la ahora extinta U.R.S.S, como una ola negra o un lento tsunami se apoderó del ser cubano una crisis de valores, con todo lo que ello conlleva. En medio de este decadente desarraigo, esta confusión, contactan con la literatura los jóvenes que, nacidos entre 1970 y 1985, vendrían a ser la generación subsiguiente a la que nos ha ocupado, algunos de los cuales por las posibilidades editoriales expansivas que señalé, tuvieron la oportunidad de publicar sus primeros libros, participar en y ganar un número inconcebible de concursos, acceder a un cúmulo de información que para sus antecesores fue labor arqueológica y arcano deslumbramiento. Dicho trasfondo coyuntural influyó sin dudas en la posición que, a partir de esta mesalliance, asumirían ante la literatura tanto aquellos como estos.
El bache en la continuidad de los talleres literarios (tan criticados, pero tan necesarios), vino a complicar aún más cualquier intento valorativo. En la década anterior participar en los Encuentros-Debate y ganarlos constituía un honor, se incluía en el curriculum de cualquier poeta. Por la casi desaparición de los mismos, muchos de los escritores de la nueva hornada dieron sus primeros pasos en medio de un terreno fantasmal, donde muchas veces reinó la confusión o un equivocado alto concepto de sí mismos. Alto concepto de sí mismos que sus ahora coetáneos —por defasaje— de los 80 también esgrimían, pero sin oportunidad de interactuar. Increíblemente no se produjo un choque generacional evidente; no ocurrió así al menos en la primera mitad del 90. Lo impidió el aislamiento, la carencia de eventos, las urgencias económicas que impelieron a muchos incluso a abandonar el acto creativo o emigrar, no fue así tampoco en la segunda porque el fácil acceso a las publicaciones, los premios y el reconocimiento, contentó lo suficiente a unos y otros. No hubo oportunidad para el debate o el careo.
He entonces que, recién iniciado el nuevo milenio, da la impresión de que se quiere establecer un ajuste de cuentas tardío. Hay, es cierto, suficientes premios y publicaciones para todos, vuelven los cónclaves donde figurar, pululan los espacios donde leer en público (estas lecturas, agreguémoslo aquí, se pagan). Es decir todo converge para que en un solipsismo plácido los poetas de todas las generaciones que hoy se encuentran activas —ya sea la hoy endiosada del 50, pasando por los sobrevivientes del grupo del Caimán, hasta llegar a los benjamines nacidos en la década del 80— continúen conformando un mosaico policromo, un verdadero coro polifónico. Pero, (influidos al parecer por el fin y/o apertura de un ciclo temporal, donde por hábito o cosquilleo se tiende a rendir cuentas, mirar en derredor, clasificar y desbrozar), de un tiempo a esta parte han comenzado los críticos y poetas de los 80, sobre todo, a notar en sus supuestos discípulos —con excepciones amparadas en el mecenazgo por supuesto— una total falta de originalidad, un no superar las cuotas por ellos establecidas, una actitud frívola ante la poesía y su raigambre.
No habría querido hacerlo pero llegado este momento me veo obligado a las citas y, quizás, al rebatimiento.
Arturo Arango, en el artículo crítico Existir por más que no te lo permitan (2), define el carácter epigonal de los poetas seleccionados en las antologías Cuerpo sobre cuerpo y Los parques (en esta última por cierto se incluyen nombres que pertenecerían, bien por edad, bien por haber vivido bajo su influjo epocal, al último segmento de la generación de los 80) porque en ellos no hay voluntad grupal, ni revistas, la propia antología que pretende nuclearlos es tardía, no hay una “plataforma” en ellos, sólo se interesan por mostrar y esa condición, según él, constituye un reconocimiento tácito de la manera como se han ido prolongando en nuestra poesía el coloquialismo y sus variantes.
Agrega Arango que tal vez otro signo de que esta es una poesía epigonal y de que como ya he dicho, continúa un coloquialismo que puede ser calificado como tradicional en la poesía cubana, sea la condición externa de su escritura; estamos ante una expresión que se verifica en lo exterior, no en sí misma.(3)
El análisis que propone el destacado narrador —quién ha demostrado merecer, además, todo nuestro respeto como crítico— de los textos contenidos en estos dos catálogos de la nueva poesía cubana, con el objetivo de tratar de definir sus rasgos pertinentes, y en el que seguramente se basó para arribar a la definición arriba señalada, se me antoja insuficiente. Su desentrañamiento no rebasa el plano ideotemático: la angustia, el desarraigo, cierto escapismo, la nota diferenciada del sujeto lírico.
A estas alturas de la historia literaria, me temo que ningún análisis temático, por profundo que resulte, pueda aportar suficientes claves particularizadoras de una estética generacional. Los temas poseen independencia supratemporal, son los mismos desde tiempos inmemoriales, van y vienen, se reacomodan, están de moda o no, pero no basta una aparente supremacía temática, a partir de la postura del yo lírico, para contener en sí todo un superobjetivo estético o una marca generacional. Y lo de una evidenciada angustia existencial nada puede decirnos ya como nota dominante en un conjunto de voces: es condición sine qua non en el creador desde la llamada poesía post-contemporánea, posterior a la II Guerra Mundial… el propio acto de la escritura, y nada nuevo aporto con señalarlo, es de por sí angustioso.
Me gustaría preguntar —me urge— qué plataforma sedimentó la obra de los poetas de los 80; quisiera leer sus presupuestos en alguna publicación; o conocer qué revistas fundaron y si las revistas se fundan así como así, sobre todo en nuestro sistema institucionalizado de cultura. No obstante mencionaré, como de pasada, no ya revistas sino dos “casas editoriales”, fundadas a mitad de los 90, cuya gestación se deba quizás a esas pretendidas necesidades generacionales que podrían evadir el estigma: Sed de Belleza (1994) y Reina del Mar (1995); para continuar abundando en este proceso iluminativo, y yendo más allá en el tiempo, me gustaría conocer a qué grupo pertenecieron Dulce María Loynaz, Emilio Ballagas o María Villar Buceta, por citar, sin forzar en demasía la memoria, a tres de mis favoritos. Me tranquilizaría mucho que alguien me explicara qué carácter de grupo poseía la generación de los años 50, tan dispersa y con representantes en varios puntos de la isla, a no ser el que, como piedra de toque unificadora, le otorga ser la llamada Primera generación de la revolución Triunfante, sin negar, claro, la potenciación en el plano formal del código coloquial o antipoético en muchos de sus representantes más connotados. Quisiera que alguien, crítico o poeta, involucrado o no, me convenciera de que en aquellos luminosos años 80, todas esas descargas poéticas en la madrugada, esos encuentros constantes por los lares y bares a lo largo de la isla o esas adscripciones grupales-territoriales no obedecían más que al paliativo ante la imposibilidad de publicar con inmediatez, o a la seguridad de que esos textos recién horneados debían compartirse con fruición, antes de ser engavetados como un libro inédito más, esperando ganar el Encuentro-Debate de turno, o el entonces cotizado premio David, quizás aguardando para figurar en alguna antología hiperselectiva.
Continuando con los señalamientos de Arango: ¿Cuán tardía puede resultar una antología que contiene la obra de poetas que no rebasaban, al momento de concebirse, los 32 años? (4) Recuerdo a los interesados que la antología-insignia de los bardos de los 80, Retrato de Grupo, seleccionada y prologada por el propio Víctor Fowler y por Antonio José Ponte, amén de sus ausencias, incluye a poetas comprendidos entre los 22 y 32 años. Esto es: un rango de edad bastante similar al de las dos antologías más renombradas de los llamados poetas de los 90, sin que por ello se le haya considerado tardía y, a quienes en ella se incluyen, como epigonales. A esto súmese que en la escueta nota preliminar de Retrato… no se advierte el más mínimo intento por validar una plataforma poética, ni de resumir al menos un espíritu epocal diferenciador, quizás por la falta en aquellos momentos de armas o de recursos para penetrar el bullente aparataje formal que daba cuerpo a las inquietudes generacionales. Los propios poetas-prologuistas lo señalan en esta nota que cito in extenso, y que bien podría figurar en el prólogo de sus émulas una década o tres lustros después:
Este retrato de grupo pudo haber incluido una valoración exhaustiva, hasta donde esto es posible en poetas que no sobrepasan la edad de 30 años [al momento de aparecer editada, como ocurrió con Los parques trece años después, algunos miembros sí los sobrepasaban] acerca de tendencias, motivaciones y jerarquías. El pudor nos lo ha impedido, la mayor parte de los que aquí aparecen apenas se inician en la literatura —la frase es manida pero es— y si bien tienen (tenemos) algunos poemas dignos, falta aún la Obra que permita hacer valoraciones tales. Es ésta una realidad que sólo el tiempo y nuestra severidad hará variar.(5)
Quizás Fowler (a él me dirijo porque sé lo que abiertamente piensa y manifiesta sobre la obra de la gran mayoría de los más jóvenes poetas cubanos) haya olvidado estas humildes palabras. El tiempo, ciertamente, ha hecho variar en quienes leemos poesía más allá del disfrute, la opinión excesivamente enjundiosa que alguna vez nos mereciera la Obra de muchos de los poetas incluidos en Retrato de Grupo; tal vez, como él apunta, la obra que entonces faltaba nunca llegó a existir (de cinco de los antologados, por ejemplo, apenas puedo mencionar si poseen un libro, son influencia nula en los terrenos de la literatura cubana del siglo XXI, quizás ya ni siquiera se expresen en verso; otros, dos quizás tres, aunque tampoco lo hacen ya por voluntad propia, o por la zozobra a que los sometiera la emigración, al menos dejaron una obra atendible e influyente entre sus coetáneos). En cuanto a la severidad a que se refieren los prologuistas hacia el final de la cita, espero que no vaya dirigida sólo a la obra de sus sucesores, tal como se manifiesta a todas luces… al menos por parte de Fowler.
Sería muy cómodo para nosotros, también, dejar al tiempo toda valoración sobre la obra de quienes ahora se encuentran en la mirilla del ojo público en materia poética. El pudor también nos lo podría impedir, pero no la ligereza o la superficialidad, no la carencia de armas para desentrañar o diseccionar una obra, un conjunto de textos, única vía para demostrar o no la valía de una voz. Una de las grandes diferencias del contexto en que se mueven estos y se desarrollaron aquellos poetas es, precisamente, la mayor cantidad de información acerca de la teoría literaria y sus normas en poder de un número mayor de interesados, muchos de ellos jóvenes —egresados de las escuelas de Letras o autodidactos—; o la existencia de un aparato categorial más actualizado para penetrar en el corpus literario, una mayor cercanía de la crítica o el ensayo, por pálidos que parezcan, a la creación misma, respetando siempre el necesario distanciamiento. Atrás quedaron los tiempos en que la crítica impresionista, sin dominio siquiera de la más elemental preceptiva (el consabido e injustamente olvidado libro de Tomás de Gayol y Fernández) escrita casi siempre por otro poeta, bastaba para jerarquizar y dar lustre a una obra. Al menos en la provincia donde vivo, y hasta donde logro otear, ya no ocurre así.
Los criterios de Arango (que son también los de Walfrido Dorta (6) y de cierta manera los de Jorge Luis Arcos) referentes al coloquialismo y su prolongado reinado en la lírica cubana, es asunto para valoraciones más profundas que las de este trabajo; no obstante debe recordarse que la tan aupada promoción de los 80, o al menos los poetas que más renombre le otorgaron, o incluso los pocos de ellos que aún siguen escribiendo con real valía y han sentado cátedra por encima del ciclo dudoso de las modas poéticas —los nombres de tres de los incluidos en Retrato… Sigfredo Ariel, Carlos Augusto Alfonso y Teresa Melo, me parecen ejemplares en el sentido dual de la palabra— han acomodado su estro por los canales de un conversacionalismo saludable, algunos coqueteando con el coloquialismo más evidente, que han sabido limar y adecuar a sus necesidades expresivas. Arcos llama a ello el posconversacionalismo y reconoce que a partir de su desdibujamiento o desplazamiento se concibe el devenir de la poesía cubana.
No creo que las restantes prácticas que dos de los citados críticos señalan como posibilitadoras de un vuelco necesario a la poesía cubana: el culturismo o los experimentos de la alta vanguardia, se adecuen al ser poético cubano. La primera o baja vanguardia, sabido es, nunca caló hondo en nuestras letras, fue más bien moda pasajera con algunos retozos formales, muy pronto abandonados. Tantos lustros de cultivo de esa práctica que ellos llaman excluyente: el coloquialismo y sus constantes actualizaciones, no han podido ser obviados a pesar de las sucesivas búsquedas de una novedad a ultranza. Al contrario, se me antojan —esos sí— totalmente epigonales o decadentes la mayoría de los intentos que en su momento se produjeran y que actualmente se experimentan en este sentido, llámeseles neolezamianos o diasporianos, Zona franca u OVNI, poesía performática o visual. La dificultad que entraña cerrar un gusto persistente, y hacerlo con organicidad, ya ha sido señalada como contrapartida del facilismo que significa “inaugurar” una nueva sensibilidad, siempre aparente en un acto tan íntimamente raigal y canónico como es la poesía.
El término “poetas de los 90” continuará resultando pues ambiguo e inclusivo. ¡Cuántos de los miembros de generaciones anteriores no provocaron, ex profeso, un giro que armonizara su voz a las exigencias otras de esta década! ¿No son, entonces, poetas de los 90? ¿Qué constancia queda para los lectores futuros de que un creador participó de toda una voluntad generacional, y arremetió, y se desgarró si no la que significa un libro édito que contenga sus inquietudes? Si este libro vio la luz en 1993 o más adelante, si interactuó con el lector y la comunidad interpretativa sólo a partir de ese momento y no antes, ¿no es su autor un poeta de los 90? Si ante la desgastante competitividad del decenio luminoso, un poeta nacido en los 60 prefirió retraerse y desde la distancia atisbar, para luego irrumpir oxigenado en la más tolerante década finisecular, ¿no es un autor de los 90?
Un poeta amigo, cuya precocidad le permitió asistir en plena adolescencia al esplendoroso cenit de los 80 y sus debates, en una entrevista aún inédita, responde a mi entender brillantemente con una pregunta retórica a la llevada y traída marca epigonal que se endilga a los poetas más jóvenes de la isla. ¿Nosotros epigonales? ¿Cómo ellos, de Lezama? ¿de Virgilio, como ellos?
Y yo agregaría: ¿de los poetas simbolistas franceses, cómo ellos? ¿cómo ellos, epigonales de los poetas visionarios del romanticismo inglés? Sí, epigonales: de santa Teresa, de Rimbaud, de Emily Dickinson, de Tagore, de Nicanor Parra, de Bukowski, de la Pizarnik. Como ellos, epigonales, de Martí, de Ballagas, de Carilda y Gastón Baquero, de Carlos Galindo, de Lina de Feria y de Ángel Escobar. Como ellos. No sin picardía traigo a colación entonces una frase del filósofo, poeta y medio-ambientalista español Jorge Riechmann, que casi he parafraseado epigonalmente:
En poesía, nada más risible que el afán de novedad. Lo que importa es ser contemporáneo: contemporáneo de ?san? Juan de Yepes, de Francisco de Quevedo y César Vallejo (…) y contemporáneo del dolor de los seres vivos y el esplendor del mundo. (7)
Por supuesto no debemos escudarnos en la indignidad a la hora de defender un criterio, así como tampoco remedar la justicia bizantina, (minimizando a unos para salvar a otros). Por todo lo señalado es de inferir que no acepto esa preponderancia cualitativa que se pretende reclamar para la gran mayoría de los miembros de la generación de los 80, del mismo modo que doy por hecho el pase de cuentas que ha producido el tiempo sobre las líneas directrices que de su centro irradiaron, esto es: el hermetismo metafórico e imaginal, el hipotético poema catedralicio de unos (que hoy se torna insípido), el ingenio fabulatorio y efectista de otros (que ha dejado de surtir efecto y parece ñoñería o tono lastimero), el atrincheramiento contestatario disfrazado de eticidad (que hoy se nos antoja actitud más que provinciana municipal y pequeñísima) y sobre todo censuro esa ambición de figurar a través de su nombre, una vanidad privativa que, pasado el tiempo, se atempera o se disfraza cuando estos propios “marginados” e “incomprendidos” de aquellos días han accedido, atomizados en la medianía de decenas de editoriales, proyectos y revistas, a los círculos de poder literario de los que tanto renegaron. Abomino de esa vanidad muy de la voz de los 80, que tan claramente dibuja el propio Riechman en su artículo:
Hay en la publicación de un libro de poesía un elemento impropio, bastardo, desdeñable. Viene a ser un gesto cuyo sentido puede verbalizarse así: reconoced lo importante que soy, la calidad de mi persona; asignadme un lugar muy especial entre vosotros. (8)
De la misma manera que aquello censuro, reconozco el alto grado de originalidad de esta poesía del deslumbramiento respecto al período precedente, su “necesidad histórica” por así llamarla, su sabia adecuación de los recursos tropológicos que les legara la tradición poética cubana y universal al mucho querer decir de su momento (eso es autenticidad), su fidelidad al carácter diferenciado y salvador del ser sensible, su reconocible afán inclusivo y tolerante, manifiesto en las actualizaciones y aperturas temáticas más inesperadas. También eso es cierto.
Por otra parte estoy muy claro de cuánto adolece la poética que proponen las promociones más jóvenes (esos que por comodidad continuaremos llamando novisísimos o post novísimos) en el contexto nacional. Ante todo me desconcierta la falta de cultura que muchos denotan no sólo en su obra sino también en su proyección, la osadía que los lanza al batallar con la palabra, sin un conocimiento cabal de la riqueza de su idioma y las posibilidades asociativas que les brinda, el exhibicionismo en el uso gratuito de muchos referentes, provocado por la escasez de lecturas o su ausencia. Puestos a vivir en un período álgido, se vieron obligados a ser fuertes, a obviar, a escudarse en una prepotencia atrincheradora. Hijos del boom cultural/educativo, productos exquisitos de la nueva era de la frivolidad y la inocencia, creen que las mínimas armas son suficientes, que basta ser algo diferenciado para ser poeta o artista. Al quemar etapas iniciáticas en el terreno creativo y perder el nexo de comunidad con la generación que le antecediera, el concepto de lo original que muchos propugnan resulta altisonante, tremendista muchas veces. El componente de eticidad que tanto apasionara a sus antecesores cronológicos, y notorio textualmente en los choques ideológicos, la quiebra familiar, la función del poeta como traductor de esencias, aparenta ser para ellos motivante casi nulo.
Lacerados por una realidad aplastante, por una balanza adulterada hacia el espectro material y cosificado, muchos de estos postnovísimos prefieren recalar en un yo narcisista que precisa resarcirse, potenciarse desde su diferencia. Para ellos nada significa el muro de Berlín, o la amiga de la infancia que se marchó a Nueva York, Miami o Barcelona. El muro ya no existe y punto; la amiga volverá cada vez que tenga dinero para hacerlo y se irán de farra y beberán y bailarán en la discoteca, porque la proyección social, la imagen del poeta que trasmite esta generación no es la de aquella, en la cual los poetas —seres tristes o meditabundos, hiper reflexivos, cuasi lastimeros— “no bailaban”, evadían orgullosamente la convergencia de la alta y baja cultura.
A ello debemos sumar que han sido víctimas, los más aplaudidos de ellos, de los cacicazgos, del errado proceder de aquellos que los han utilizado como puntas de lanza para entronizar, sin necesidad, a destiempo quizás “la llegada de una nueva oleada, un nuevo conjunto de voces”, que va a opacar a las de grupos y poéticas anteriores, que va a producir un vuelco en las letras cubanas. Como continuadores de una errada sobrevaloración de la figura del poeta que son, heredada a pesar de los baches y huecos negros que debieron generar una postura diferente ante la figuración literaria, muchos han caído en este juego espiraloide, presos ya de la nomenclatura excluyente, de la obligatoriedad de publicar un libro tras otro para engrosar el curriculum, del peso de una fama temprana e inmerecida muchas veces, de la voracidad por los premios, en fin de esa verdadera feria de las vanidades que se enseñorea en todos los quórums literarios de la isla, sin distinción grupal o generacional, y a la que mucho ha aportado también la ligereza de los análisis y la mediocridad de una crítica ensalzadora.
En el trasfondo de todo este caos extemporáneo, generado al intentar ganar terreno luego de la desatención a los fenómenos que lo provocaron, yace impertérrita una explicación más comprometida con la tradición: esa que apunta brillantemente Harold Bloom en su libro sobre las influencias poéticas.(9) Estamos intentando encontrar en un fenómeno demasiado cercano en el tiempo —los 80, su clímax— al poema-padre con el cual deberían estar interactuando ahora mismo los poetas cubanos, sea cual sea su edad o grupo, o escuela o tendencia, en pleno siglo XXI. Inconscientemente lo estamos escudriñando en el corpus que propugnara la última de las revoluciones poéticas en el plano nacional. Al menos entre los más jóvenes, no creo que ese texto modélico (contra el cual arremeter por cualquiera de las seis cocientes revisionistas que Bloom delinea) lo constituya un supuesto poema-padre escrito pluralmente por sus antecesores inmediatos. Individualidades podrán señalarse que mantengan un cordón umbilical con tan joven progenitor (¿serán estos los epigonales?), pero no las llamadas figuras de primera línea, no sus voces más originales.
No quisiera citar nombres porque, fiel al exergo que fija el inicio de mi discurrir, deberían importar los textos y no los gestores; mas se me antoja que aquella que escribió a los 20 años Un libro raro, aún hoy el libro vertebrador de su poética, y puso de moda a mitad de la década pasada un sujeto lírico diferenciado, ambiguo en su postura genérica, aquella que entronizó lo que yo llamo la poética del desgano, (donde no hay estallidos grandilocuentes, pero sí una sabia minilocuencia vital y reflexiva), encontró su poema-padre muy lejos en el tiempo, en la santa Biblia, o en los devocionarios medievales, y para actualizar su discurso ha empleado la cociente Tésera.(10) Y este otro, el de los poemas-río, el enfant terrible si se guía uno por los jerarquizadores, el que demostró que es poeta con un libro de Eleanor, para luego solo mostrar (será por eso epigonal, según los señalamientos de Arango) con osada ingenuidad infantil escogió como poema-padre el que completaron a su vez de otros, Walt Whitman a la cabeza, los poetas norteamericanos contemporáneos, con un sonido industrial y citadino, con un desplante bukowskiano, y para ello se afilió a la cociente Demonización (11)…
Y aquella, la neo-hembrista, la concubina ebria, esa agresiva voz que nos prende desde in útero, quizás no sepa que su poema-padre lo escribió una argentina suicida en la primera mitad del siglo XX, y que ella lo reescribe mediante el Clinamen.(12) Otro, modesto y excelente poeta, se adentra cantando en el bajo delta, a la búsqueda de la raíz seminal en los textos de los románticos ingleses y su simbología y su caída. Otra exquisita y conmovedora poetisa —buena amiga también—, desinteresada de figurar y publicar, mientras fuma sus eternos cigarros verdes en la sala oscura de los cinematógrafos, encuentra su savia nutricia en el preciosismo esteticista de una narradora inglesa, cuyos gestos raros y mistificados en cuanto a género literario extrapola al verso. Aquellos dos —por muy disímiles vías: ya sea la indolencia hedonista del idiolecto simulado o el eclecticismo promarginal en inconcebibles ambientes citadinos— prefieren la cociente Apofrades, el regreso de los muertos, para vaciar de significado y reacomodar a los griegos de siempre… Anacreonte, Píndaro y la Safo.
Y así podría sucederse esta enumeración en la búsqueda de la filiación poética. Es difícil hallar en los posibles poetas-fuertes (13) de las últimas promociones la predilección por el poema-padre que pudieran haberles trasmitido, en sus múltiples asimilaciones —una especie de regurgitación— un Frank Abel Dopico, un Heriberto Hernández, un Rodríguez Tosca, un Emilio García Montiel, un Pedro Llanes, una Damaris Calderón e incluso un Sigfredo Ariel, a pesar de su apego a la estética coloquial y a su metaforización matérica, altamente comunicativa. Quizás el no encontrar en los textos de estos creadores postnovísimos (donde por cierto, y es otro rasgo privativo de esta generación, desaparece el significado de los líderes, esos mismos poetas-fuertes que llevaron, contraproducentemente, a sus seguidores en la década de los 80 a parecer epigonales dentro de su propia promoción) claras evidencias de esta línea de continuidad enriquecedora entre una promoción y otra, lleve a los críticos —o a los poetas que mayormente suplen esta labor— a invalidar la potencialidad de estas voces, considerarlas como espurias o expósitas. Al hacerlo no toman en cuenta que idéntica vuelta atrás ejecutaron ellos en su momento, rescatando en las lecturas arcanas (desde Baudelaire hasta Lezama Lima) muchos de los componentes que moldearían su poema-padre tutelar, detectando en sus costados negativos la vía para el posible Clinamen, o Apofrades, o Tésera revisionista que postularían como método creativo.
No quiero concluir sin acotar otra expansión fenoménica dentro de nuestra poesía contemporánea, intento-otro que será, sin dudarlo, coyuntural. Se nota a todas luces en los últimos años, el intento de un grupo de críticos, y/o grupos con poder jerarquizante, y/o jurados —que mucho determinan con sus decisiones, al asentar las poéticas por ellos escogidas como pautas a seguir o patrones modélicos para los jóvenes y no tan jóvenes ansiosos de éxito— por entronizar un modo de hacer que se desvíe con mayor o menor despliegue tropológico, con mayor o menor osadía temática de la norma predominante en nuestra historia literaria (14) (el ya aludido conversacionalismo y sus adecuaciones pendulares).
Será, deduzco, otro estadío pasajero. A los ojos del lector ocasional y para su total desconcierto estos poemas, ahora “de moda”, se muestran, textos mayormente insuficientes, que intentan negar la substancia melódico rítmica subyacente desde siempre en el verso, aun en sus continentes más asépticos. Da la sensación al leerlos de incompletez, de apresuramiento, de insustancial disparate incluso, donde la angustia posible (otra vez la angustia) pretende manifestarse a nivel del logos, de raíz metatextual, sin que aflore en la cadena comunicativa y sus funciones lingüísticas todas. Para definirlos de una manera sencilla y rotunda, y donde entrarían a jugar su papel mis modestas lecturas, mi derecho de lector sensible, de seguidor del quehacer poético durante los últimos 15 años de mi vida e incluso el modo de decir de una poetisa amiga mientras hacíamos la selección para una antología de próxima aparición: eso no parece poesía.
Pero mi criterio no es, no debe serlo, para nada conclusivo. Es lamentable que quien dictamine respecto a la pertinencia o no de esta última frase, no sea el lector, el verdadero, el no creador, el no crítico, el no viciado por un círculo que se ha cerrado en demasía alrededor de los poetas y sus libros y sus premios y sus nombres. Esta necesidad de saberse esperado, ese deseo de compartir algo tan íntimo y la innegable presencia del texto-padre para así facilitarlo se aúnan en la sencilla frase de Samuel Vázquez: el lector es futuro que lee en presente algo escrito en el pasado.(15) La participación desprejuiciada y ganada del destinatario contribuiría a limar todas las asperezas, solventar la valía o no —en el proceso funcional del lenguaje— de las propuestas generadas; en medio de un acto donde tantas pérdidas se ciernen sobre quien lo lleva a efecto: la escritura, sólo ese lector hipotético garantizaría la completez, la asimilación orgánica de ese juego temporal de roles y ganancias.
También a ese divorcio con el receptor la renovación poética de los 80 contribuyó, lamentablemente, en alto grado: atrincherándose para fortalecer su propuesta, para preservarse de las normas oficiales y tratando de aportar valía a la imagen del poeta que se precisaba para arremeter. Resultado de ello es esa complacencia hereditaria de escribir para los propios escritores, la conformidad con el siempre engañoso aplauso o reconocimiento de la comunidad literaria.
A este respecto nada mejor, entonces, que un doble cierre. Primero lo sublime: una cita del teórico Harold Bloom:
Lo que mantiene unidos varios poemas rivales y, sin embargo, los mantiene separados es una relación antitética que surge, en primer lugar, del elemento primordial de la poesía y ese elemento, lamentablemente, es la adivinación; o sea, la desesperación de tratar de presagiar los peligros para el ser, provenientes de la naturaleza, de los dioses, de los demás o, en verdad, del ser mismo. Y, es preciso que añada que, para el poeta como poeta, estos peligros también provienen de otros poemas. (16)
Después lo procaz, pero no por ello menos sabio o menos representativo del espíritu epocal: el slogan de la campaña de recuperación de materias primas que tanto me hacía pensar, por inicuo que parezca, cada vez que lo leía en las tiendas habilitadas al efecto: todo sirve, todo regresa.
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Notas:
(1). Este crítico, citado por Walfrido Dorta en “Algunos estados, estaciones, documentos” (La Gaceta de Cuba, noviembre-diciembre de 2003 p.3) sintetiza así los rasgos determinantes de la valía de la poesía gestada en los 80: predominio de lo imaginal, empleo de un lenguaje más irreductiblemente poético, predilección por la fábula, lo no anecdótico e independencia relativa del referente.
(2). La Gaceta de Cuba. Noviembre-diciembre de 2003, pp. 22-25
(3). Arango, Arturo. Op Cit.
(4). Me refiero a Los Parques, con poetas nacidos después de 1967, año en que terminaba la selección de la emblemática Retrato de Grupo. No hablemos ya de Cuerpo sobre cuerpo, cuyos poetas escogidos son los nacidos después de 1972. Más inmediatez no se puede pedir.
(5). Fowler, Víctor y Antonio José Ponte. “Unas palabras”. Retrato de Grupo. Editorial letras Cubanas, 1989. p.6.
(6). Dorta, Walfrido. Op. Cit. pp 8-14.
(7). Riechmann, Jorge. “Deseo de otra realidad, deseo de la palabra otra”. En La Gaceta de Cuba. No. 6 de 2001. p.6.
(8). Riechmann. Op cit. P.6.
(9). Bloom, Harold. La angustia de las influencias. Monte Ávila Editores,1973.
(10). Para Bloom Tésera es la cociente revisionista que antitéticamente completa al poema-padre precursor conservando sus términos, pero logrando otro significado. La tésera implica la continuación antitética del poema que nos antecede; el poeta fuerte debe constituirse como creador complementario y a la vez antitético con respecto a la obra previa.
(11). Demonización para Bloom es aquella cociente en la cual “volviéndose contra lo sublime del precursor, el nuevo poeta fuerte sufre una Demonización, un Contra-Sublime cuya función sugiere la relativa debilidad del precursor. Cuando el efebo es demonizado, su precursor es necesariamente humanizado, y un nuevo Atlántico fluye hacia fuera del ser transformado del nuevo poeta.”
(12). Mediante la cociente Clinamen el poeta se desvía bruscamente de su precursor leyendo a este de tal modo que ejecuta como un movimiento correctivo en su propia escritura, lo cual implica que el poema-padre llegó hasta cierto punto de manera exacta, pero habría debido desviarse precisamente en la dirección hacia la que se mueve el nuevo poeta fuerte.
(13). Término muy gustado también por Bloom. Para él la angustia de la influencia, la melancolía que se enciende con la lectura de un poeta fuerte es algo que nos afecta como poetas, críticos o lectores, sensación que hemos aprendido a desatender.
(14). Dorta destaca al llamado grupo Diásporas. Además, ya casi al final, se detiene en dos autores para él muy particulares cuya obra se desvía de la norma “asfixiante”, los define como que no gustan del contexto referencial, son densamente connnotativos y elípticos (…) construyen sus poemas con fragmentos textuales que no aspiran a ninguna visibilidad inmediata en el momento receptivo.
(15). Vázquez, Samuel. “Calcado del silencio”. En La Gaceta de Cuba. No. 6 de 2001. p.4.
(16). Bloom, Harold. Op. Cit.
junio y 2006
Tomado de:
Hacerse el cuerdo. Publicación digital del CP de la UNEAC en Villa Clara Año 2. No. 4.
http://www.cenit.cult.cu/sites/uneac/boletin/0004/index.htm#art-03
viernes, 20 de junio de 2008
XXXIII (la verdad entera)
En la flor o el fruto
fresco
del mango
en la primavera
está la verdad entera de este mundo
quijotesco.
Esencias del arabesco follaje
de la mangífera:
frutos
de carne aurífera
entre las copas que añoras, las flores
que en verso
doras
y
e
s
a
raíz
t
a
n
f
r
u
c
t
í
f
e
r
a.
Alberto Edel Morales Fuentes
De: Bajo el árbol el mango (o el juego de la memoria)
fresco
del mango
en la primavera
está la verdad entera de este mundo
quijotesco.
Esencias del arabesco follaje
de la mangífera:
frutos
de carne aurífera
entre las copas que añoras, las flores
que en verso
doras
y
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raíz
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Alberto Edel Morales Fuentes
De: Bajo el árbol el mango (o el juego de la memoria)
sábado, 24 de mayo de 2008
13 FESTIVAL INTERNACIONAL DE POESIA DE LA HABANA. PROGRAMA DE LECTURAS.
Del 26 de mayo al 1 de Junio de 2008
Lunes día 26 de mayo de 2008
10 am: Sala Villena de la UNEAC : Lectura de poetas peruanos: Dida Aguirre, Odi Gonzáles, Feliciano Padilla Chalco (Nación Quechua), William Hurtado de Mendoza, Gonzalo Espino, Willy Gómez Migliaro, César Toro, José Luis Ayala (Nación Aymara)
11 am: Sala Villena de la UNEAC: Lectura de poetas andaluces: Álvaro Salvador, Ana Rossetti , Antonio Jiménez Millán, Manuel Abad, Eduardo Garcñia Pérez, Olga Ruíz Guerrero, Ma. José Merlo Calvente.
3pm: Sala Villena de la UNEAC: Fe de vida: Homenaje al Festival de Poesía Carlos Pellicer de Tabasco.
6 pm: Sala Adolfo Llauradó: Junta Mundial de Poetas en Defensa de la Humanidad :
Martes día 27 de mayo de 2008 (Palabra del Mundo)
10 am Sala Villena de la UNEAC Prima Lectura Francisco de Oráa (Alex)
6 pm Basílica Menor del Convento de San Francisco de Asís: Velada Palabra del mundo ( Alex)
Miércoles día 28 de mayo de 2008 (Poetas en Defensa de la Humanidad )
9 am Salón Solidaridad del Hotel Habana Libre: Junta de Poetas en Defensa de la Humanidad ALEX...
10 am. Bauta, Poetas: Alí Aljallawi (Bahrein), Adisa Jelani Andwele (Barbados),Aleyda Quevedo(Ecuador), Jonathan Dueñas ( Salvador),Roberto Cea ( Salvador), Amaury Pacheco ( Cuba), Nilo Julián ( Cuba).
Güira de Melena y El Mariel: Acción poética Botella al mar Poetas:Christian Fernández (España) ,Eduardo García Pérez ( España)Luciano Fussi ( Italia),Eduardo Panilla ( México),Francisco Mundo de Morelos ( México)Gonzalo Espino (Perú), Jorge Osorio ( Cuba), Mayelín Piñeiro ( Cuba)
3 pm Polo Científico: Lectura :Consuelo Tomás (Panamá), Oleg Euguenievich ( Rusia), Malak Sahioni ( Siria), Hector Avellán (Nicaragua) Humberto Ak´abal (Nación Maya-Quiché) Ariruma kowii ( Nación Quechua), Zurelis López,( Cuba ), Amílkar Feria ( Cuba ), Marilín Bobes ( Cuba), Ricardo Alberto Pérez ( Cuba),.Alberto Rocasolano ( Cuba),Nelson Simón ( Cuba), Luis Lorente ( Cuba), Antonio Gonçalves ( Angola).Goy y Sally Persson ( Suecia)
3 pm: Rampa: Ministerio del Azúcar: Rathnasiri Wijesinghe ( Sri Lanka),Alba Azucena Torres ( Nicaragua), Chiranan Pitpreecha (Tailandia), Antonio Jiménez Millán y Manuel Abad ( España) Susy Delgado (Nación Guaraní), Doribal Enríquez (Cuba), María de las Nieves ( Cuba), Guillermo Rodríguez Rivera (Cuba), Juana García A.(Cuba) ,Alvaro Salvador ( España)
3 pm: MTSS: Eduardo Jopia (Argentina), Katherine Beeman (Canadá), Paz Carvajal (Chile), Rocío Santanilla (Costa Rica), Thomas Boberg (Dinamarca), Julio Mitjans ( Cuba), Rito Ramón Aroche (Cuba),Luis Eligio Pérez (Cuba), Olga Ruíz Guerrero (España),Manuel Velásquez ( Cuba) Nuvia Estévez ( Cuba),Mirna Figueredo ( Cuba)Eduardo Parrilla ( Puerto Rico),Arístides Cohen ( México)
3 pm : Pinar del Río: Proyecto Comunitario El Patio de Pelegrín: Encuentro. Poetas: Roberto Pontes (Brasil), Elizabeth Díaz (Brasil) , Trina Quiñones (Venezuela), Alexey Sosna (Rusia), Oscar Kessel (Cuba), Teresa Fornaris (Cuba) , Félix Contreras (Cuba).
4 pm Salón Solidaridad del Hotel Habana Libre:
Lectura de Carilda Oliver Labra, Miguel Barnet, Juan Bañuelos, Dida Aguirre
Jueves día 29 de mayo de 2008 (Amerindia itinerante)
10 am Bauta, Güira de Melena, Artemisa y Bejucal: Acciones poéticas
10 am Bauta, Alí Aljallawi (Bahrein), Adisa Jelani Andwele (Barbados),Aleyda Quevedo(Ecuador), Jonathan Dueñas ( Salvador),Roberto Cea ( Salvador), Amaury Pacheco ( Cuba), Nilo Julián ( Cuba).
Christian Fernández (España),Eduardo García Pérez ( España)Luciano Fussi ( Italia),Eduardo Panilla( México),Francisco Mundo de Morelos ( México)Gonzalo Espino (Perú), Jorge Osorio ( Cuba), Mayelín Pineiro ( Cuba).
11 am Matanzas: Reina Prado, Abel Salas, Roberto Lení (USA), Odia Ofeimun (Nigeria), José Roberto Cea y Jonathan Dueñas ( El Salvador), William Hurtado de Mendoza ( Perú), Gonzalo Espino ( Perú), Andrés Mir (Cuba), Erdwing Reyes (Cuba),Grizel Echavarría (Cuba). Mercedes Melo (Cuba), Félix Guerra ( Cuba).
Villa Clara: Victoria Delgadillo, Rudy Gándara (USA), Francisco Hernández(USA), Trina Quiñones
(Venezuela), Mihkail Boldyrev).(Ruso), Luis A. Vaillón(Cuba), Rafael Orta Amaro(Cuba), Maykel Paneque (Cuba, Alberto Hernández (Cuba), Chizhik Andrey, Mijail Mijailovich (Rusia).Dida Aguirre ( Perú) , Odi González ( Perú).
Cienfuegos: Acciones poéticas . Pierre Bernet, Roberto Manzano, Roberto Méndez, Daniel Díaz Mantilla, Jesús David Curvelo,Carmen de Zurbano, Georgina Herrera. Javier Roa (Venezuela), Eintou Springer (Trinidad y Tobago) , Chizhik Andrey, Mijail Mijailovich (Rusia) Mercedes Melo(Cuba), Félix Guerra (Cuba) Virgilio López Lemus ( Cuba),Winston Orillo( Perú), Irik Omar (Panamá)
2 pm Biblioteca Rubén Martínez Villena: Lectura Elsa Aizpuru, Margarita García (México), Christoph Janaes (Austria), Consuelo Tomás (Panamá),Soleida Ríos (Cuba), Alberto Marrero (Cuba), Oneyda Landín)Cuba, Juanita Conejero ( Cuba), Tahis Ballenilla (Cuba), Natacha Santiago (Cuba), Domingo Alfonso ( Cuba), Lina de Feria ( Cuba), Ana María Pedroso ( Italia- Cuba).
4 pm Casa de la Poesía : Lectura Consuelo Tomás (Panamá), Oleg Euguenievich ( Rusia), Sally Person ( Suecia) Malak Sahioni ( Siria), Hector Avellán (Nicaragua) Humberto Ak´abal (Nación Maya-Quiché) Rathnasiri Wijesinghe ( Siri Lanka), Alba Azucena Torres ( Nicaragua), Chiranan Pitpreecha (Tailandia), Lina de Feria, (Cuba)Antonio Jiménez Millán ( Cuba) , Georgina Herrera (Cuba), Elizabeth Lores( Cuba), Rey Faxas (Cuba), José Ramón Jiménez( Cuba), Oscar Cruz ) Cuba), Marino Wilson ( Cuba), Lourdes González (Cuba),Manuel García Verdecia (Cuba), María Liliana Celorio (Cuba)Alejandro Ponce(Cuba).
Oscar Godinez ( Cuba) Lina Zerón (México), Bañuelos (México), Jorge Cocom Pech (Nación Maya),
Norma Cárdenas Zurita (México).Edel Morales ( Cuba)
Viernes día 30 de mayo de 2008 (Cumbre de Poetas Originarios de América)
9 am San José de las Lajas: Encuentro
10 am Parque Rumiñahui, Azúcar:Rathnasiri Wijesinghe ( Sri Lanka),Alba Azucena Torres (Nicaragua), Chiranan Pitpreecha (Tailandia), Antonio Jiménez Millán y Manuel Abad ( España), Ismael González Castañar (Cuba) , Rito Ramón Aroche (Cuba), Gleyvis Coro (Cuba), Caridad Atencio ( Cuba),
Eduardo Parrilla ( Puerto Rico), Luciano Fussi ( Italia)
Parque Bolívar, : Reina Prado, Abel Salas, Roberto Lení (USA), Odia Ofeimun (Nigeria),Teresa Melo, Ricardo Alberto Pérez, Liudmila Quincoses,(Cuba) Trina Quiñones (Venezuela), Marita Miranda.y Eduardo Jopia ( Argentina).Waldo Gozález ( Cuba)Parque Ecológico: Margarita García ( México,) Elsa Aizpuru ( México)Olga Lidia Pérez,( Cuba), José A. Villacela ( Cuba),Elizabeth Lores ( Cuba),Luis Villalón ( Cuba), María Teresa Sánchez ( Cuba), Maylén Domínguez ( Cuba), Victoria Delgadillo, Rudy Gándara (USA), Francisco Hernández(USA)
2 pm Casa de las Américas: Encuentro de poetas originarios
3 pm: Rampa: Ministerio de Comercio Exterior. Lectura: Roberto Pontes (Brasil), Elizabeth Díaz (Brasil), Alexey Sosna (Rusia), Basilia Papastamatiu, Mario Martínez Sobrino, Liudmila Quincoses (Cuba) ),Victor Fowler y Pedro de Oraá ( Cuba), Ana María Pedroso ( Italia- Cuba)y Zurelys López(Cuba), Zheng Chenghi ( China), Domingo Alfonso ( Cuba ),Jan Oterstrom ( Costa Rica)MINSAP Eduardo Jopia (Argentina), Katherine Beeman (Canadá), Paz Carvajal (Chile), Rocío Santanilla (Costa Rica), Thomas Boberg (Dinamarca), Olga Ruíz Guerrero (España), Sigfredo Ariel,( Cuba) Norge Espinosa, Waldo Leyva ,.José Luis Moreno del Toro y Mercedes Santos Moray ( Cuba), Lopito Feijoo ( Angola)
5 pm Monumento a Bolívar, (Calle G y 13): Lectura de poetas originarios
PERÚ: Dida Aguirre, Odi Gonzales, Feliciano Padilla Chalco (Nación Quechua)José Luis Ayala (Nación Aymara)
CHILE: Elicura Chihuailaf (Nación Mapuche) William Hurtado de Mendoza, Gonzalo Espino, Willy Gómez Migliaro, César Toro, Winston Orillo.
PANAMÁ: Irik Omar Limni (Nación Cuna), Consuelo Tomás, Santiago Sosa
COLOMBIA: Vito Apüshana (Nación Wayú), Hugo Jamioy Juagibioy (Nación Kamsá),
Karla Fallace, Héctor Gómez León
ECUADOR: Ariruma Kowii (Nación Quechua),
MÉXICO: Jorge Cocom Pech (Nación Maya),
GUATEMALA: Humberto Ak´abal (Nación Maya-Quiché)
PARAGUAY: Susy Delgado (Nación Guaraní) 7 pm: Taberna checa. Encuentro de jóvenes poetas AHS: poetas: Malak Sahioni Soufi (Siria) , Rathnasiri Wijesinghe( Siri Lanka) Héctor Avellán, Alba Azucena Torres, Martha Leonor González
(Nicaragua)
9 pm Escalinata de la Universidad de La Habana : Concierto Rumba y Poesía con Yoruba Andabo
9 pm Café Neruda, Velada literaria con lecturas de poemas de Elikura Chihuailaf junto a Thiago de Mello, Juan Bañuelos, Ariruma Kowii y otros destacados poetas. (Alex Pausides).
Sábado 31 de mayo de 2008 (Encuentros en el Barrio Chino)
Tertulias de La Habana :
10 am Tertulia Casa de Asia . ( Mercaderes y Obraría) Coordinadora Oneyda Landín.
Poetas: Rathnasiri Wijesinghe ( Sri Lanka) Oleg Evguenievich Volovik, Alexey Sosna, Mihkail Boldyrev, Chizhik Andrey Mijail Mijailovich ( Rusia), Chiranan Pitpreecha ( Tailandia),Tertulia Lira y Verso, Carlos Augusto Alfonso(Cuba),Antonio Armenteros ( Cuba)Liván Kweiro ( Cuba)José Ramón Jiménez (Cuba),Yamil Díaz( Cuba),Alejandro Ponce( Cuba) Eduardo García Pérez, Olga Ruíz Guerrero
(España)
10 am Tertulia Casa Bolívar, ( Mercaderes y Obrapía) Coordinadora: Isis Leyva .
Vito Apüshana (Nación Wayú), Hugo Jamioy Juagibioy (Nación Kamsá), Karla Fallace, Héctor Gómez León ( Colombia) , Everardo Noroes, Roberto Pontes, Elizabeth Díaz ( Brasil),Eintou Springer ( Trinidad y Tobago), Irik Omar Limni (Nación Cuna), Consuelo Tomás, Santiago Sosa ( Panamá) Javier Roa, Trina Quiñones ( Venezuela). Tertulia Dulce María Loynaz., Pierre Bernet, Jesús David Curbelo, Roberto Manzano, José Luis Moreno del Toro, Sidroc Ramos, Jan Oterstrom (Costa Rica) Rafael Acosta de Arriba( Cuba) Benjamín Prado, Álvaro Salvador, Ana Rossetti , Antonio Jiménez Millán, Manuel Abad, ( España).
10 amTertulia. Benito Juárez, (Obraría entre Mercaderes y Oficios) Coordinadora Esther Trujillo.
Juan Bañuelos, Jorge Cocom Pech (Nación Maya), Norma Cárdenas Zurita, Lina Zerón, Francisco Mundo de Marelo, Manuel Cuautle, Elsa Aizpuru, Margarita García, Raúl Aguilar Sobaja, Iván Trejo, Ricardo López, Alejandra Marín, Pilar Medina, Rita Guerrero, Manuel Mejía, Jacqueline Benrey, Luis María García, Naty Lomas, Mariana Mercado, Jeremías Ramírez, Christian Fernández, Eduardo Parrilla.( México),Humberto Ak´abal (Nación Maya-Quiché)( Guatemala) Jonathan Dueñas, José Roberto Cea, Jonathan Velásquez (El Salvador), Héctor Avellán, Alba Azucena Torres, Martha Leonor González, (Nicaragua) Rocío Santanilla ( Costa Rica)
Tertulia.Casa Guayasamín, (Oficios e/ Obispo y Obraría) Coordinadora Natacha Santiago.
Poetas:Ariruma Kowii (Nación Quechua), ( Ecuador), CHILE: Elicura Chihuailaf (Nación Mapuche) William Hurtado de Mendoza, Gonzalo Espino, Willy Gómez Migliaro,CésarToro, WinstonOrillo.(Chile), Dida Aguirre, Odi Gonzales, Feliciano Padilla Chalco (Nación Quechua José Luis Ayala (Nación Aymara) ( Perú); Marita Miranda., Eduardo Jopia ( Argentina) Mario Martínez Sobrino, Lina de Feria, Félix Contreras ( Cuba) Grupo de Natacha, .Teresa Melo ( Cuba) Maylén Domínguez ( Cuba)
10 am. Tertulia Casa de los Árabes. Oficios / Obispo y Obrapía. Coordinadora Aries Morales
Poetas: Malak Sahioni Soufi (Siria ); Alí Al Jallawi ( Bahrein) , Pedro de Oraá ( Cuba), Victor Fowler ( Cuba), Poetas del Grupo Nicolás Guillén, Edel Morales (Cuba), Pedro Peglez (Cuba), Aymara Aymerich ( Cuba), Lourdes González ( Cuba), Marino Wilson (Cuba).
10 am.Tertulia Casa Vitrina de Valonia ( C. del Conde Cañongo) ( Plaza Vieja). Coordinadora Lissete Clavelo.
Poetas: France Mongeau , Katherine Beeman, Afua Cooper (Canadá), Thomas Boberg ,( Dinamarca), Luciano Fussi ( Italia) Goy Persson, Sally Persson ( Suecia) Christoph Janacs ( Austria) Ricardo Alberto Pérez ( Cuba),Domingo Alfonso.( Cuba). Grupo de la Tertulia Literaria de Lissete,Gleyvis Caro ( Cuba) .Liudmila Quincose ( Cuba) , Roberto Lení, Reina Prado, Abel Salas, Francisco Hernández, Leslie Saíz, Stephen Saíz, Victoria Delgadillo, Rudy Gándara ( USA)
Tertulia Casa de África: Coordinadora Juanita Conejero.
Lopito Feijoo ( Angola ), Odia Ofeimun ( Nigeria), Antonio Gonçalves ( Angola) grupo de Spoken word: Ismali Racet Bustamante, Luis Lázaro de la Rosa , Fernando Eydel Fortuny, Yosbel González, Alexis Doria M.( Cuba) Eduardo García Pérez, Olga Ruíz Guerrero( España).
11 am Palacio del Segundo Cabo: Sábado del Libro. Presentación de los libros de la Colección Sur.
Consagración de la piel, de lina Zerón. Palabra del Mundo ( recoje más de 150 poetas participantes en El Festival de Poesía de La Habana ),Rapsodia para el Che , Suite de La Habana de Jan Otterstrom.( Costa Rica)Todos los cadáveres soy yo de Cristian Avecillas ( Ecuador),Tiempo de otro de Marita Miranda (Argentina).
12 m Barrio Chino: Encuentro, Rathnasiri Wijesinghe ( Sri Lanka), Zheng Chengzhi,( China), PERÚ: Dida Aguirre, Odi Gonzales, Feliciano Padilla Chalco (Nación Quechua)José Luis Ayala (Nación Aymara)
CHILE: Elicura Chihuailaf (Nación Mapuche) William Hurtado de Mendoza, Gonzalo Espino, Willy Gómez Migliaro, César Toro, Winston Orillo.
PANAMÁ: Irik Omar Limni (Nación Cuna), Consuelo Tomás, Santiago Sosa
COLOMBIA: Vito Apüshana (Nación Wayú), Hugo Jamioy Juagibioy (Nación Kamsá),
Karla Fallace, Héctor Gómez León
ECUADOR: Ariruma Kowii (Nación Quechua),
MÉXICO: Jorge Cocom Pech (Nación Maya),
GUATEMALA: Humberto Ak´abal (Nación Maya-Quiché)
PARAGUAY: Susy Delgado (Nación Guaraní)
5 pm: Plaza Vieja: Acción poética: Puzzle contra la guerra
7 pm: Culminación del Festival en la Casa de la Poesía.
Lunes día 26 de mayo de 2008
10 am: Sala Villena de la UNEAC : Lectura de poetas peruanos: Dida Aguirre, Odi Gonzáles, Feliciano Padilla Chalco (Nación Quechua), William Hurtado de Mendoza, Gonzalo Espino, Willy Gómez Migliaro, César Toro, José Luis Ayala (Nación Aymara)
11 am: Sala Villena de la UNEAC: Lectura de poetas andaluces: Álvaro Salvador, Ana Rossetti , Antonio Jiménez Millán, Manuel Abad, Eduardo Garcñia Pérez, Olga Ruíz Guerrero, Ma. José Merlo Calvente.
3pm: Sala Villena de la UNEAC: Fe de vida: Homenaje al Festival de Poesía Carlos Pellicer de Tabasco.
6 pm: Sala Adolfo Llauradó: Junta Mundial de Poetas en Defensa de la Humanidad :
Martes día 27 de mayo de 2008 (Palabra del Mundo)
10 am Sala Villena de la UNEAC Prima Lectura Francisco de Oráa (Alex)
6 pm Basílica Menor del Convento de San Francisco de Asís: Velada Palabra del mundo ( Alex)
Miércoles día 28 de mayo de 2008 (Poetas en Defensa de la Humanidad )
9 am Salón Solidaridad del Hotel Habana Libre: Junta de Poetas en Defensa de la Humanidad ALEX...
10 am. Bauta, Poetas: Alí Aljallawi (Bahrein), Adisa Jelani Andwele (Barbados),Aleyda Quevedo(Ecuador), Jonathan Dueñas ( Salvador),Roberto Cea ( Salvador), Amaury Pacheco ( Cuba), Nilo Julián ( Cuba).
Güira de Melena y El Mariel: Acción poética Botella al mar Poetas:Christian Fernández (España) ,Eduardo García Pérez ( España)Luciano Fussi ( Italia),Eduardo Panilla ( México),Francisco Mundo de Morelos ( México)Gonzalo Espino (Perú), Jorge Osorio ( Cuba), Mayelín Piñeiro ( Cuba)
3 pm Polo Científico: Lectura :Consuelo Tomás (Panamá), Oleg Euguenievich ( Rusia), Malak Sahioni ( Siria), Hector Avellán (Nicaragua) Humberto Ak´abal (Nación Maya-Quiché) Ariruma kowii ( Nación Quechua), Zurelis López,( Cuba ), Amílkar Feria ( Cuba ), Marilín Bobes ( Cuba), Ricardo Alberto Pérez ( Cuba),.Alberto Rocasolano ( Cuba),Nelson Simón ( Cuba), Luis Lorente ( Cuba), Antonio Gonçalves ( Angola).Goy y Sally Persson ( Suecia)
3 pm: Rampa: Ministerio del Azúcar: Rathnasiri Wijesinghe ( Sri Lanka),Alba Azucena Torres ( Nicaragua), Chiranan Pitpreecha (Tailandia), Antonio Jiménez Millán y Manuel Abad ( España) Susy Delgado (Nación Guaraní), Doribal Enríquez (Cuba), María de las Nieves ( Cuba), Guillermo Rodríguez Rivera (Cuba), Juana García A.(Cuba) ,Alvaro Salvador ( España)
3 pm: MTSS: Eduardo Jopia (Argentina), Katherine Beeman (Canadá), Paz Carvajal (Chile), Rocío Santanilla (Costa Rica), Thomas Boberg (Dinamarca), Julio Mitjans ( Cuba), Rito Ramón Aroche (Cuba),Luis Eligio Pérez (Cuba), Olga Ruíz Guerrero (España),Manuel Velásquez ( Cuba) Nuvia Estévez ( Cuba),Mirna Figueredo ( Cuba)Eduardo Parrilla ( Puerto Rico),Arístides Cohen ( México)
3 pm : Pinar del Río: Proyecto Comunitario El Patio de Pelegrín: Encuentro. Poetas: Roberto Pontes (Brasil), Elizabeth Díaz (Brasil) , Trina Quiñones (Venezuela), Alexey Sosna (Rusia), Oscar Kessel (Cuba), Teresa Fornaris (Cuba) , Félix Contreras (Cuba).
4 pm Salón Solidaridad del Hotel Habana Libre:
Lectura de Carilda Oliver Labra, Miguel Barnet, Juan Bañuelos, Dida Aguirre
Jueves día 29 de mayo de 2008 (Amerindia itinerante)
10 am Bauta, Güira de Melena, Artemisa y Bejucal: Acciones poéticas
10 am Bauta, Alí Aljallawi (Bahrein), Adisa Jelani Andwele (Barbados),Aleyda Quevedo(Ecuador), Jonathan Dueñas ( Salvador),Roberto Cea ( Salvador), Amaury Pacheco ( Cuba), Nilo Julián ( Cuba).
Christian Fernández (España),Eduardo García Pérez ( España)Luciano Fussi ( Italia),Eduardo Panilla( México),Francisco Mundo de Morelos ( México)Gonzalo Espino (Perú), Jorge Osorio ( Cuba), Mayelín Pineiro ( Cuba).
11 am Matanzas: Reina Prado, Abel Salas, Roberto Lení (USA), Odia Ofeimun (Nigeria), José Roberto Cea y Jonathan Dueñas ( El Salvador), William Hurtado de Mendoza ( Perú), Gonzalo Espino ( Perú), Andrés Mir (Cuba), Erdwing Reyes (Cuba),Grizel Echavarría (Cuba). Mercedes Melo (Cuba), Félix Guerra ( Cuba).
Villa Clara: Victoria Delgadillo, Rudy Gándara (USA), Francisco Hernández(USA), Trina Quiñones
(Venezuela), Mihkail Boldyrev).(Ruso), Luis A. Vaillón(Cuba), Rafael Orta Amaro(Cuba), Maykel Paneque (Cuba, Alberto Hernández (Cuba), Chizhik Andrey, Mijail Mijailovich (Rusia).Dida Aguirre ( Perú) , Odi González ( Perú).
Cienfuegos: Acciones poéticas . Pierre Bernet, Roberto Manzano, Roberto Méndez, Daniel Díaz Mantilla, Jesús David Curvelo,Carmen de Zurbano, Georgina Herrera. Javier Roa (Venezuela), Eintou Springer (Trinidad y Tobago) , Chizhik Andrey, Mijail Mijailovich (Rusia) Mercedes Melo(Cuba), Félix Guerra (Cuba) Virgilio López Lemus ( Cuba),Winston Orillo( Perú), Irik Omar (Panamá)
2 pm Biblioteca Rubén Martínez Villena: Lectura Elsa Aizpuru, Margarita García (México), Christoph Janaes (Austria), Consuelo Tomás (Panamá),Soleida Ríos (Cuba), Alberto Marrero (Cuba), Oneyda Landín)Cuba, Juanita Conejero ( Cuba), Tahis Ballenilla (Cuba), Natacha Santiago (Cuba), Domingo Alfonso ( Cuba), Lina de Feria ( Cuba), Ana María Pedroso ( Italia- Cuba).
4 pm Casa de la Poesía : Lectura Consuelo Tomás (Panamá), Oleg Euguenievich ( Rusia), Sally Person ( Suecia) Malak Sahioni ( Siria), Hector Avellán (Nicaragua) Humberto Ak´abal (Nación Maya-Quiché) Rathnasiri Wijesinghe ( Siri Lanka), Alba Azucena Torres ( Nicaragua), Chiranan Pitpreecha (Tailandia), Lina de Feria, (Cuba)Antonio Jiménez Millán ( Cuba) , Georgina Herrera (Cuba), Elizabeth Lores( Cuba), Rey Faxas (Cuba), José Ramón Jiménez( Cuba), Oscar Cruz ) Cuba), Marino Wilson ( Cuba), Lourdes González (Cuba),Manuel García Verdecia (Cuba), María Liliana Celorio (Cuba)Alejandro Ponce(Cuba).
Oscar Godinez ( Cuba) Lina Zerón (México), Bañuelos (México), Jorge Cocom Pech (Nación Maya),
Norma Cárdenas Zurita (México).Edel Morales ( Cuba)
Viernes día 30 de mayo de 2008 (Cumbre de Poetas Originarios de América)
9 am San José de las Lajas: Encuentro
10 am Parque Rumiñahui, Azúcar:Rathnasiri Wijesinghe ( Sri Lanka),Alba Azucena Torres (Nicaragua), Chiranan Pitpreecha (Tailandia), Antonio Jiménez Millán y Manuel Abad ( España), Ismael González Castañar (Cuba) , Rito Ramón Aroche (Cuba), Gleyvis Coro (Cuba), Caridad Atencio ( Cuba),
Eduardo Parrilla ( Puerto Rico), Luciano Fussi ( Italia)
Parque Bolívar, : Reina Prado, Abel Salas, Roberto Lení (USA), Odia Ofeimun (Nigeria),Teresa Melo, Ricardo Alberto Pérez, Liudmila Quincoses,(Cuba) Trina Quiñones (Venezuela), Marita Miranda.y Eduardo Jopia ( Argentina).Waldo Gozález ( Cuba)Parque Ecológico: Margarita García ( México,) Elsa Aizpuru ( México)Olga Lidia Pérez,( Cuba), José A. Villacela ( Cuba),Elizabeth Lores ( Cuba),Luis Villalón ( Cuba), María Teresa Sánchez ( Cuba), Maylén Domínguez ( Cuba), Victoria Delgadillo, Rudy Gándara (USA), Francisco Hernández(USA)
2 pm Casa de las Américas: Encuentro de poetas originarios
3 pm: Rampa: Ministerio de Comercio Exterior. Lectura: Roberto Pontes (Brasil), Elizabeth Díaz (Brasil), Alexey Sosna (Rusia), Basilia Papastamatiu, Mario Martínez Sobrino, Liudmila Quincoses (Cuba) ),Victor Fowler y Pedro de Oraá ( Cuba), Ana María Pedroso ( Italia- Cuba)y Zurelys López(Cuba), Zheng Chenghi ( China), Domingo Alfonso ( Cuba ),Jan Oterstrom ( Costa Rica)MINSAP Eduardo Jopia (Argentina), Katherine Beeman (Canadá), Paz Carvajal (Chile), Rocío Santanilla (Costa Rica), Thomas Boberg (Dinamarca), Olga Ruíz Guerrero (España), Sigfredo Ariel,( Cuba) Norge Espinosa, Waldo Leyva ,.José Luis Moreno del Toro y Mercedes Santos Moray ( Cuba), Lopito Feijoo ( Angola)
5 pm Monumento a Bolívar, (Calle G y 13): Lectura de poetas originarios
PERÚ: Dida Aguirre, Odi Gonzales, Feliciano Padilla Chalco (Nación Quechua)José Luis Ayala (Nación Aymara)
CHILE: Elicura Chihuailaf (Nación Mapuche) William Hurtado de Mendoza, Gonzalo Espino, Willy Gómez Migliaro, César Toro, Winston Orillo.
PANAMÁ: Irik Omar Limni (Nación Cuna), Consuelo Tomás, Santiago Sosa
COLOMBIA: Vito Apüshana (Nación Wayú), Hugo Jamioy Juagibioy (Nación Kamsá),
Karla Fallace, Héctor Gómez León
ECUADOR: Ariruma Kowii (Nación Quechua),
MÉXICO: Jorge Cocom Pech (Nación Maya),
GUATEMALA: Humberto Ak´abal (Nación Maya-Quiché)
PARAGUAY: Susy Delgado (Nación Guaraní) 7 pm: Taberna checa. Encuentro de jóvenes poetas AHS: poetas: Malak Sahioni Soufi (Siria) , Rathnasiri Wijesinghe( Siri Lanka) Héctor Avellán, Alba Azucena Torres, Martha Leonor González
(Nicaragua)
9 pm Escalinata de la Universidad de La Habana : Concierto Rumba y Poesía con Yoruba Andabo
9 pm Café Neruda, Velada literaria con lecturas de poemas de Elikura Chihuailaf junto a Thiago de Mello, Juan Bañuelos, Ariruma Kowii y otros destacados poetas. (Alex Pausides).
Sábado 31 de mayo de 2008 (Encuentros en el Barrio Chino)
Tertulias de La Habana :
10 am Tertulia Casa de Asia . ( Mercaderes y Obraría) Coordinadora Oneyda Landín.
Poetas: Rathnasiri Wijesinghe ( Sri Lanka) Oleg Evguenievich Volovik, Alexey Sosna, Mihkail Boldyrev, Chizhik Andrey Mijail Mijailovich ( Rusia), Chiranan Pitpreecha ( Tailandia),Tertulia Lira y Verso, Carlos Augusto Alfonso(Cuba),Antonio Armenteros ( Cuba)Liván Kweiro ( Cuba)José Ramón Jiménez (Cuba),Yamil Díaz( Cuba),Alejandro Ponce( Cuba) Eduardo García Pérez, Olga Ruíz Guerrero
(España)
10 am Tertulia Casa Bolívar, ( Mercaderes y Obrapía) Coordinadora: Isis Leyva .
Vito Apüshana (Nación Wayú), Hugo Jamioy Juagibioy (Nación Kamsá), Karla Fallace, Héctor Gómez León ( Colombia) , Everardo Noroes, Roberto Pontes, Elizabeth Díaz ( Brasil),Eintou Springer ( Trinidad y Tobago), Irik Omar Limni (Nación Cuna), Consuelo Tomás, Santiago Sosa ( Panamá) Javier Roa, Trina Quiñones ( Venezuela). Tertulia Dulce María Loynaz., Pierre Bernet, Jesús David Curbelo, Roberto Manzano, José Luis Moreno del Toro, Sidroc Ramos, Jan Oterstrom (Costa Rica) Rafael Acosta de Arriba( Cuba) Benjamín Prado, Álvaro Salvador, Ana Rossetti , Antonio Jiménez Millán, Manuel Abad, ( España).
10 amTertulia. Benito Juárez, (Obraría entre Mercaderes y Oficios) Coordinadora Esther Trujillo.
Juan Bañuelos, Jorge Cocom Pech (Nación Maya), Norma Cárdenas Zurita, Lina Zerón, Francisco Mundo de Marelo, Manuel Cuautle, Elsa Aizpuru, Margarita García, Raúl Aguilar Sobaja, Iván Trejo, Ricardo López, Alejandra Marín, Pilar Medina, Rita Guerrero, Manuel Mejía, Jacqueline Benrey, Luis María García, Naty Lomas, Mariana Mercado, Jeremías Ramírez, Christian Fernández, Eduardo Parrilla.( México),Humberto Ak´abal (Nación Maya-Quiché)( Guatemala) Jonathan Dueñas, José Roberto Cea, Jonathan Velásquez (El Salvador), Héctor Avellán, Alba Azucena Torres, Martha Leonor González, (Nicaragua) Rocío Santanilla ( Costa Rica)
Tertulia.Casa Guayasamín, (Oficios e/ Obispo y Obraría) Coordinadora Natacha Santiago.
Poetas:Ariruma Kowii (Nación Quechua), ( Ecuador), CHILE: Elicura Chihuailaf (Nación Mapuche) William Hurtado de Mendoza, Gonzalo Espino, Willy Gómez Migliaro,CésarToro, WinstonOrillo.(Chile), Dida Aguirre, Odi Gonzales, Feliciano Padilla Chalco (Nación Quechua José Luis Ayala (Nación Aymara) ( Perú); Marita Miranda., Eduardo Jopia ( Argentina) Mario Martínez Sobrino, Lina de Feria, Félix Contreras ( Cuba) Grupo de Natacha, .Teresa Melo ( Cuba) Maylén Domínguez ( Cuba)
10 am. Tertulia Casa de los Árabes. Oficios / Obispo y Obrapía. Coordinadora Aries Morales
Poetas: Malak Sahioni Soufi (Siria ); Alí Al Jallawi ( Bahrein) , Pedro de Oraá ( Cuba), Victor Fowler ( Cuba), Poetas del Grupo Nicolás Guillén, Edel Morales (Cuba), Pedro Peglez (Cuba), Aymara Aymerich ( Cuba), Lourdes González ( Cuba), Marino Wilson (Cuba).
10 am.Tertulia Casa Vitrina de Valonia ( C. del Conde Cañongo) ( Plaza Vieja). Coordinadora Lissete Clavelo.
Poetas: France Mongeau , Katherine Beeman, Afua Cooper (Canadá), Thomas Boberg ,( Dinamarca), Luciano Fussi ( Italia) Goy Persson, Sally Persson ( Suecia) Christoph Janacs ( Austria) Ricardo Alberto Pérez ( Cuba),Domingo Alfonso.( Cuba). Grupo de la Tertulia Literaria de Lissete,Gleyvis Caro ( Cuba) .Liudmila Quincose ( Cuba) , Roberto Lení, Reina Prado, Abel Salas, Francisco Hernández, Leslie Saíz, Stephen Saíz, Victoria Delgadillo, Rudy Gándara ( USA)
Tertulia Casa de África: Coordinadora Juanita Conejero.
Lopito Feijoo ( Angola ), Odia Ofeimun ( Nigeria), Antonio Gonçalves ( Angola) grupo de Spoken word: Ismali Racet Bustamante, Luis Lázaro de la Rosa , Fernando Eydel Fortuny, Yosbel González, Alexis Doria M.( Cuba) Eduardo García Pérez, Olga Ruíz Guerrero( España).
11 am Palacio del Segundo Cabo: Sábado del Libro. Presentación de los libros de la Colección Sur.
Consagración de la piel, de lina Zerón. Palabra del Mundo ( recoje más de 150 poetas participantes en El Festival de Poesía de La Habana ),Rapsodia para el Che , Suite de La Habana de Jan Otterstrom.( Costa Rica)Todos los cadáveres soy yo de Cristian Avecillas ( Ecuador),Tiempo de otro de Marita Miranda (Argentina).
12 m Barrio Chino: Encuentro, Rathnasiri Wijesinghe ( Sri Lanka), Zheng Chengzhi,( China), PERÚ: Dida Aguirre, Odi Gonzales, Feliciano Padilla Chalco (Nación Quechua)José Luis Ayala (Nación Aymara)
CHILE: Elicura Chihuailaf (Nación Mapuche) William Hurtado de Mendoza, Gonzalo Espino, Willy Gómez Migliaro, César Toro, Winston Orillo.
PANAMÁ: Irik Omar Limni (Nación Cuna), Consuelo Tomás, Santiago Sosa
COLOMBIA: Vito Apüshana (Nación Wayú), Hugo Jamioy Juagibioy (Nación Kamsá),
Karla Fallace, Héctor Gómez León
ECUADOR: Ariruma Kowii (Nación Quechua),
MÉXICO: Jorge Cocom Pech (Nación Maya),
GUATEMALA: Humberto Ak´abal (Nación Maya-Quiché)
PARAGUAY: Susy Delgado (Nación Guaraní)
5 pm: Plaza Vieja: Acción poética: Puzzle contra la guerra
7 pm: Culminación del Festival en la Casa de la Poesía.
jueves, 22 de mayo de 2008
XIII FESTIVAL DE POESÍA DE LA HABANA. LECTURA SIMULTÁNEA DE POESÍA EN TODAS LAS PROVINCIAS
XIII FESTIVAL DE POESÍA DE LA HABANA. LECTURA SIMULTÁNEA DE POESÍA EN TODAS LAS PROVINCIAS Y EN EL MUNICIPIO ESPECIAL ISLA DE LA JUVENTUD
En La Picuala del Teatro Milanés de Pinar del Río:
Lectura de Nelson Simón, Gleyvis Coro, Fidel Valverde, Eduardo Martínez Malo, Raúl Tortosa, Luis Figueroa, Luis A. Rodríguez, René Valdés, Néstor Montes de Oca.
En Salón Tropical “Félix Pita Rodríguez” en San Antonio de los Baños, Provincia Habana:
Lectura de Raúl Hernández Ortega, Jesús Sama Pacheco, Mireisi García, Shatila Valdés Abi-rachet
En la sede de la UNEAC de Matanzas:
Lectura de Carilda Oliver, Juan Luis Hernández Milián, Isolina Bella, Alfredo Zaldívar, Gaudencio Rodríguez, Israel Domínguez, Laura Ruiz, Leymen Pérez, Rolando Estévez, Yanira Marimón, Carlos Chacón, Fernando García, Iluminada González, Abel González, Julio Antonio Blanco, Héctor Escobar, José Manuel Espino, Javier Mederos, Derbis Domínguez, Yosvany Medero, Nayris Fernández, Hugo Odelín.
En Sala Mecenas de la Librería Ateneo “Dionisio San Román”de Cienfuegos:
Lectura de Jesús Fuentes, José Díaz Roque y Mariano Ferrer, Miguel Cañellas, Marcial Gala, Jesús Candelario, José Sánchez, Orlando Víctor Pérez Cabrera, Elizabeth Álvarez, Magalys Ojeda, Yulki Sánchez, Isnoel Yanes y Yannit Pozo Castillo.
En la sede de la UNEAC de Villa Clara:
Lectura de Ricardo Riverón, Jorge Ángel Hernández Pérez, Arístides Vega, Edelmis Anoceto, Yamil Díaz, Bertha Kaluf, Pedro Yanes, Luis Pérez Castro.
En Boulevard de Sancti Spíriritus:
Lectura de Espertido Rosendi, Liudmila Quincoses, Ramón Luis Herrera, Juan Eduardo Bernal Echemendía, Rosa María García, Alberto Sicilia, Ángel Martínez, Niubó.
En la sede de la UNEAC de Ciego de Ávila:
Lectura de Vivian Vila, Félix Sánchez, Francis Sánchez e Ileana Álvarez.
En Parque Agramonte de Camagüey :
Lectura de Sergio Morales Vera, Alejandro González Bermúdez, Odalys Leyva Rosabal, Jesús R. Failde Braña, Diusmel Machado Estrada, Domingo Peña González, José Rey Echenique, Lionel Valdivia Aguiar, Mariela Pérez Castro, Yuneixis Novalbo Aguilera
En la sede de la UNEAC de Las Tunas:
En Puerto Padre:
Lectura de Renael González, Ernesto Carralero Bosch, Reina Esperanza Cruz, Pablo del Rio, Yolanda González, Jorge Luis Peña, Frank Castell, Argelio Puig, Adis Parra, Tereza Fonseca, Xiomara Maura Rodríguez, Miguel Navarro, Javier Castro Cruz, Gustavo Alonso, Edel Laguna.
En Las Tunas:
Lectura de Alberto Garrido, Antonio Gutiérrez, Ramiro Duarte, Andrés Casanova, Lesbia de la Fe, Juan José Rodríguez, Carlos Tamayo, Ana Rosa Díaz, Adriano Galiano, Ana Pérez Batista, Juan Manuel Herrera, Argel Fernández, Lourdes Jacobo y Bernardo Castro.
En la sede de la UNEAC de Holguín:
Lectura de Jorge Hidalgo, Luis Caisés, Carlos Jesús García, Ronel González, José Luis Serrano, Gilberto González Seik, Belkys Méndez, Kenia Leyva, Luis Yusef, Eugenio Marrón.
En la sede de la UNEAC de Granma:
Lectura de Edgardo Rodríguez Fonseca, Amarilys Terga Oliva, Evelio Traba, Migdalia Mendoza Vega, Omar Parada Soto, Abel Guerrero Castro, Lucía Muñoz Maceo, Luis Carlos Suárez, Arsenio Rosales, Juan Cedeño Oro, Juan Manuel Reyes Alcolea, Juventina Soler Palomina.
En la sede de la UNEAC de Santiago de Cuba:
Lectura de Ivette Vian, Pedro López Serviño, Rubén Rodríguez, Teresa Melo, Atilio Caballero, Eduard Encina.
En la sede de la UNEAC de Guantánamo:
Lectura de Miladys Hernández, Mireya Piñeiro, Katia Gutiérrez, José Ramón Sánchez, Juan Carlos Zamora, Anselmo Reyes, Annía Alejo, Roberto Quiñones, Juan Torres y Sobidelia Iglesias.
En la sede de la AHS de Isla de la Juventud:
Lectura de José Antonio Tabeada, Rafael Carballosa, Nelton Pérez, Mireya Rodríguez, Maykel García, Alberto Acosta, Tony Rubén, Manuel Guillén, Jorge Luis Garcés, Andrés Núñez, Julio César Sánchez, Sandra Olivares, Leonit Ávila, Francis Pérez, Riger García.
En La Picuala del Teatro Milanés de Pinar del Río:
Lectura de Nelson Simón, Gleyvis Coro, Fidel Valverde, Eduardo Martínez Malo, Raúl Tortosa, Luis Figueroa, Luis A. Rodríguez, René Valdés, Néstor Montes de Oca.
En Salón Tropical “Félix Pita Rodríguez” en San Antonio de los Baños, Provincia Habana:
Lectura de Raúl Hernández Ortega, Jesús Sama Pacheco, Mireisi García, Shatila Valdés Abi-rachet
En la sede de la UNEAC de Matanzas:
Lectura de Carilda Oliver, Juan Luis Hernández Milián, Isolina Bella, Alfredo Zaldívar, Gaudencio Rodríguez, Israel Domínguez, Laura Ruiz, Leymen Pérez, Rolando Estévez, Yanira Marimón, Carlos Chacón, Fernando García, Iluminada González, Abel González, Julio Antonio Blanco, Héctor Escobar, José Manuel Espino, Javier Mederos, Derbis Domínguez, Yosvany Medero, Nayris Fernández, Hugo Odelín.
En Sala Mecenas de la Librería Ateneo “Dionisio San Román”de Cienfuegos:
Lectura de Jesús Fuentes, José Díaz Roque y Mariano Ferrer, Miguel Cañellas, Marcial Gala, Jesús Candelario, José Sánchez, Orlando Víctor Pérez Cabrera, Elizabeth Álvarez, Magalys Ojeda, Yulki Sánchez, Isnoel Yanes y Yannit Pozo Castillo.
En la sede de la UNEAC de Villa Clara:
Lectura de Ricardo Riverón, Jorge Ángel Hernández Pérez, Arístides Vega, Edelmis Anoceto, Yamil Díaz, Bertha Kaluf, Pedro Yanes, Luis Pérez Castro.
En Boulevard de Sancti Spíriritus:
Lectura de Espertido Rosendi, Liudmila Quincoses, Ramón Luis Herrera, Juan Eduardo Bernal Echemendía, Rosa María García, Alberto Sicilia, Ángel Martínez, Niubó.
En la sede de la UNEAC de Ciego de Ávila:
Lectura de Vivian Vila, Félix Sánchez, Francis Sánchez e Ileana Álvarez.
En Parque Agramonte de Camagüey :
Lectura de Sergio Morales Vera, Alejandro González Bermúdez, Odalys Leyva Rosabal, Jesús R. Failde Braña, Diusmel Machado Estrada, Domingo Peña González, José Rey Echenique, Lionel Valdivia Aguiar, Mariela Pérez Castro, Yuneixis Novalbo Aguilera
En la sede de la UNEAC de Las Tunas:
En Puerto Padre:
Lectura de Renael González, Ernesto Carralero Bosch, Reina Esperanza Cruz, Pablo del Rio, Yolanda González, Jorge Luis Peña, Frank Castell, Argelio Puig, Adis Parra, Tereza Fonseca, Xiomara Maura Rodríguez, Miguel Navarro, Javier Castro Cruz, Gustavo Alonso, Edel Laguna.
En Las Tunas:
Lectura de Alberto Garrido, Antonio Gutiérrez, Ramiro Duarte, Andrés Casanova, Lesbia de la Fe, Juan José Rodríguez, Carlos Tamayo, Ana Rosa Díaz, Adriano Galiano, Ana Pérez Batista, Juan Manuel Herrera, Argel Fernández, Lourdes Jacobo y Bernardo Castro.
En la sede de la UNEAC de Holguín:
Lectura de Jorge Hidalgo, Luis Caisés, Carlos Jesús García, Ronel González, José Luis Serrano, Gilberto González Seik, Belkys Méndez, Kenia Leyva, Luis Yusef, Eugenio Marrón.
En la sede de la UNEAC de Granma:
Lectura de Edgardo Rodríguez Fonseca, Amarilys Terga Oliva, Evelio Traba, Migdalia Mendoza Vega, Omar Parada Soto, Abel Guerrero Castro, Lucía Muñoz Maceo, Luis Carlos Suárez, Arsenio Rosales, Juan Cedeño Oro, Juan Manuel Reyes Alcolea, Juventina Soler Palomina.
En la sede de la UNEAC de Santiago de Cuba:
Lectura de Ivette Vian, Pedro López Serviño, Rubén Rodríguez, Teresa Melo, Atilio Caballero, Eduard Encina.
En la sede de la UNEAC de Guantánamo:
Lectura de Miladys Hernández, Mireya Piñeiro, Katia Gutiérrez, José Ramón Sánchez, Juan Carlos Zamora, Anselmo Reyes, Annía Alejo, Roberto Quiñones, Juan Torres y Sobidelia Iglesias.
En la sede de la AHS de Isla de la Juventud:
Lectura de José Antonio Tabeada, Rafael Carballosa, Nelton Pérez, Mireya Rodríguez, Maykel García, Alberto Acosta, Tony Rubén, Manuel Guillén, Jorge Luis Garcés, Andrés Núñez, Julio César Sánchez, Sandra Olivares, Leonit Ávila, Francis Pérez, Riger García.
martes, 20 de mayo de 2008
The star´s´bodies and other creatures seize the Archipelago
By Edel Morales
(I)
During the year 2000 Letras Cubanas Publishing House surprised its readers launching a weird catalogue that compiles a group of poems written by twenty-nine young poets with an age average of twenty-five.
A vast majority of these poets were unknown by the Cuban readers, but some months later after the catalogue was published, one-thousand copies of ¨Cuerpo sobre Cuerpo¨-Body above body- were sold in the bookstores.
That same year, or the following (I prefer that the year were remembered by the reader himself), to our surprise, and going beyond to what we are accustomed to, CubaLiteraria web page and other Web sites posted the digital edition of this volume, which may still be downloaded by Internet users interested in poetry.
The XXIst Century was beginning to publish and diffuse Cuban poetry all along the archipelago.
Being the introducer of the book and an accomplice of that sample, I have commented, more than once and somewhat kidding, but fully convinced, that this volume was some kind of an obliged surgery a sang-froid that needed to be promoted and commuted to some Corpus….which differed -over and above- its irruption in the literary world.
Its delivery, as it would be explained later, was extensive, multiple and fruitful.
Pressed by the shadow that was projected on it by its elder brothers, my own promotion that, during the ten or fifteen last years had given a twist to the poetry canon prevailing in Cuba.
These young poets promoted during the year 2000 couldn´t find the best way to attract the Cuban reader with their rhetoric linked to the history of the Cuban poetry and identified by our readers along the years.
However, the urgent irruption of Cuerpo sobre cuerpo…-Body over Body …- in the Cuban bookstores and literary sites, made visible the latent connections among the personal voices that were a contribution of this group of young poets some of which were starting to ratify themselves, to the national poetry heritage,.
The most remarkable poems were very different from the successful rhetoric, characterized by a reiterative and dysfunctional verbiage created to satisfy the expectations of the critics and some institutions that, in the middle of a crisis, focused on the form, disregarding the sense of the poetry written by the most outstanding writers of the previous generation, giving a different sense to the poetic expression that had led to a deep change in the past.
It is said that reality, above all the evanescent reality present in poetry, is never linear, and its perception is not objective at all.
That´s why, I will always agree with some colleague that tells me it has never been that way. Not with all, of course, and not with all they say.
Perhaps it has not been always that way, but much of this has been and continues to be, even though some of the most relevant authors we started to publish in literary magazines and publishing houses inside and outside the country during the nineteen eighties and the nineteen nineties, like Sigfredo, Carlos, Damaris, Emilio, Teresa, Alberto, Nelson, Omar, and others, ratified their great talent through their published texts, by means of a pencil or the keys, or by changing one interested reader to another.
(II)
The improvement of the conversational poetry norm as the prevailing speech -some kind of metamorphosis that was the result of a complex accumulation process whose definitive elements are due to changes that generated a revolution in the literary world, and to mutations of reality- promoted a partial, split and attractive reading that spread throughout the Cuban Archipelago with multiple notions on the poetic movements: Modernism, the Vanguard movement and the European and North American Post-Modernism, and its corresponding theories, which led -at some extent, either by incomplete assimilation, multiple ignorance or arbitrariness that supported the excluding poetic policies of those who imposed it as a norm- to the proliferation of authentic writing labyrinths and also to the undervalue or oblivion of an intrinsic function of the literary writing, that is, its communicative function.
Most of the poetry published in Cuba during the nineteen-nineties, a period characterized by a big economic and financial crisis, but also a period of resistance and aesthetic liberty that we cannot forget, and almost the prevailing critic benefited -to a great extent- the texts containing the new codes: fragmented and enclosed in themselves, deeply intellectualized, but also confusing above the uncleared; incomprehensible above the ambiguous, far from strictness and from any danger that might allow them to become a literary expression pattern, a pertinent experiment belonging to another kind of writing.
Referring to an anthological poem from the nineteen-eighties entitled ¨La luz, broder, la luz¨, Sigfredo Ariel gives us his key that better suits the imaginary symbol of what a writer should be; the alternatives of the daily world and the critics´ acceptance on the texts that were suggested: the misery and greatness implicit in that process that reaches the poetic invention.
The final stanzas reveal, with full clearness, that it is still possible to show the poet´s intention, that only light, broder, light¨, will remain from the sense and destiny of (his) poetry.
This same key of luminous certainty facing the flowing of the dark, was reflected by Teresa Melo ten years later in hes poem ¨Fin de Siglo¨ -End of the Century- whose text lasts up to the present:
¨We´re ready to overcome darkness to have light and keep it, the brilliant body of a star we cannot keep without our intention, which does not come to us easily and we need to reach as long as it deals with poetry, going beyond schools and dogmas and the chaos of the dying post-age.¨
(III)
This new generation had arrived in 2000, shook by the boom of the real: in the minds of the adolescents remained the fall of the Berlin wall, and the problems of the daily life, the TV screens reproduced the falling of the Twin Towers of the WTC –World Trade Center-, the wars for oil that were taking place in Middle Asia, as well as anti-globalization forums.
From the Matrix images, Bolos for Columbine and Good Bye Lenin, even beyond the e-mails chains, the mangas episodes, and the blog spot proliferation, emerged the climatic change, the mapping of the brain, cloning, the secrets about the human genome, and nano-technology.
All of this was taking place amid bombs, blackouts, anti-terrorist demos, mass migrations, in a world that transformed hard facts, objective facts, into diluted, dismantled images, like coca leaves that were macerated to endure the pain and forget about life for a while.
With scarce possibilities of meeting in the middle of a storm, and with little time, good times without having so much to do to see to History, Science, culture, the family sagas, the new norms of social living, and the glut of information that was falling into them; alone, each of them, sensitive, esceptic, distant from the literary world, but absorted in their own Literature and the foreign one, the old and the modern, poetry, having no other limit than their own looks.
That´s how they started to write, following the game, indifferent to what was happening with them, to what was happening outside that game, that was their own lives which were fixed like chips on a mobile board of an imaginary age, space and sensibility, might be real or virtual, where all human beings lived and fought each other.
They wrote about that enormity from their individual experiences, without caring on how to transcend. The results were A Strange Book, an inside Courtyard in the middle of the forest, A Safo´s Speech, some Pages devoted to water.
Those were the times of forgiveness, the suicidal´s Prayer, a couple of Stories to remove the dust, and those were also the times of the film-maker and of Isolated night under the torch, which were unfinished texts to make a book, but worthy of being remembered.
There was an Aqua sex and some early Poems and a very special Way of calling from The Pines.
There was the subtle Cinema and the sharp in utero and, finally, The Existence Night Club and The World as an Object, in its full splendor.
They were new voices that carry with them the authentic joy, discomfort, uncertainty, and questions about a planet that was boiling.
Three years after publishing Cuerpo…we organized a tour throughout the country. We were accompanied by some of these young poets and by others who has just started to write, whose best poems were unknown by the reader.
We went to that tour on the occasion of the Bi-centennial of Jose Maria Heredia, followed by five trobadours, to pay tribute to the First Poet of America, as Marti used to say.
It was a discovery that changed the fate of many of them, a light touch, a non-repeated fact that cannot be told.
In the year 2004 Letras Cubanas published another volume of poems also written by young poets, containing more than three-hundred pages. Some ten-thousand copies were sold for Cuba Literaria and then for Monte Avila, editors in Caracas, and for other sites visited by new readers: The Cuban Star. An Expedition Inventory.
The thematic and stylistic variety found in this book has much to do with the Contemporary Cuban Poetry (responding to poetry norms more or less cloned or in dialogues, but also to aesthetic elements or opposing an even excluding gestures) affecting, as little as possible the drama deliveryt of the combined speech.
By means of this we may be able to know what Cuban poets born after 1960 - belonging to two different promotions, not necessarily opposed in as regards to their re-vision of the sense and the specific function of poetry- write about and how they do it
Due to the shaking it provokes, due to the senses that it proposes and due to the hard impacto the language that it presents, the Cuban poetry that is entering into the XXI Century, the one collected by these simples, and the one that animates in other volumen, can provide a well established testimony of the belonging of poetry writing as creation. Of its essences and its surroundings we will continue to dialogue in these pages. What else can we ask for that won´t be ambition.
Source: CUBARTE
Translated by Roxana Marquez Herrera
Los cuerpos de la estrella y otras criaturas de Isla
Por: Edel Morales
12 de Marzo, 2008
Fto. Open Book. CC Book
En el año 2000 la editorial Letras Cubanas sorprendió a sus lectores con un artilugio raro: un catálogo de veintinueve poetas que rondaban los veinticinco años. La mayoría de ellos eran desconocidos para el público, pero unos meses después los mil quinientos ejemplares de Cuerpo sobre cuerpo sobre cuerpo, aquel catálogo irreverente, habían sido vendidos.
Ese mismo año, o al siguiente, dejo al alcance del lector atento la precisión de la referencia, pero en cualquier caso con sorprendente celeridad para nuestros hábitos, la editorial electrónica CubaLiteraria puso en Internet la edición digital del aludido tomito, que aún hoy puede bajarse desde allí y desde otros sitios de la red de redes. Así se abrió el siglo XXI para las ediciones de poesía en la Isla.
Como prologuista y cómplice de aquella muestra he dicho alguna vez, más en broma que en serio, pero con entera convicción, que ese libro fue una especie de cirugía necesaria, aplicada a sangre fría y con intenciones urgentes de pro(con)mocionarlo, a un Corpus… que difería en exceso su irrupción pública en la vida literaria. El parto, como se vería luego, resultó dilatado, múltiple y fecundo.
Presionada por la sombra que proyectaban sobre ella sus hermanos mayores, mi propia promoción, que durante los diez o quince años anteriores había volteado el canon poético dominante en Cuba, los muchachos del 2000 no encontraban un modo eficaz de acceder al espacio público con su propio discurso generacional, más o menos identificable, dentro de la lógica de continuidad y ruptura que hasta hoy caracteriza la historia de la lírica cubana.
Pero la apremiante irrupción que supuso la presencia en las librerías y espacios literarios de Cuerpo sobre cuerpo… hizo visibles las conexiones latentes entre las voces personales aportadas al concierto nacional por los más jóvenes, algunas de las cuales ya empezaban a validarse por sí mismas.
Las más notables de estas poéticas se apartaban radicalmente de las retóricas de éxito, soflamas de una palabrería disfuncional y reiterativa, ocupadas por círculos de epígonos para satisfacer las expectativas de críticos e instituciones que, en el centro mismo de la crisis, centraron su examen y fomento en las maneras y no en la mirada específica de los poetas más trascendentes de la promoción anterior, hasta (des)significar casi todos los sentidos de la expresión poética que antes habían llevado a un cambio profundo.
La realidad, se dice, sobre todo la evanescente realidad que acompaña a la poesía. jamás es lineal y casi nunca su percepción es del todo objetiva. Por lo tanto estaré de acuerdo cuando algún colega me diga que no fue así. No todos, claro, no en todo. Quizá no fue probadamente así, pero mucho de eso hubo y permanece insistiendo alrededor. Aunque los autores más curtidos entre quienes habíamos comenzado a publicar en revistas literarias y editoriales de aquí y allá durante los ochenta y noventa del siglo pasado. Sigfredo, Carlos, Damaris, Emilio, Teresa, Alberto, Nelson, Omar, y varios otros, sostuvieran con firmeza su estatura mayor, con el lápiz y el teclado en la mano o mediante el traspaso de un lector interesado a otro de sus textos publicados antes.
II
La superación de la norma poética conversacional como discurso dominante, metamorfósis que resultó de un complejo proceso de acumulaciones, cuyos elementos definitorios hay que buscar en evoluciones de lo literario pero también en mutaciones de lo real, difundió en la isla una lectura parcial, fragmentaria, interesada, de muchas nociones poéticas modernas, vanguardistas y posmodernas europeas y norteamericanas y de sus teorías resultantes, que condujo en parte, por asimilación incompleta, por ignorancia múltiple o por la arbitrariedad que sostenía las políticas poéticas excluyentes de quienes las propusieron como norma, a la proliferación de auténticos laberintos escriturales y a la subvaloración u olvido de una función intrínseca del texto literario: su función comunicativa.
Una amplia zona de la poesía publicada en Cuba durante esos años noventa, años de profunda crisis en economía y valores, pero también de resistencia y libertad estética, que nada hay que olvidar, y casi toda la crítica dominante benefició con excesiva frecuencia a los textos portadores de esos nuevos códigos: fragmentarios, cerrados sobre sí mismos hasta el enclaustramiento, profundamente intelectualizados, pero también y en no poca medida, confusos en lugar de oscuros, incomprensibles en lugar de ambiguos, distantes del rigor, la pluralidad y el riesgo que le hubieran permitido constituirse en una expresión literaria modélica, en un experimento pertinente de otra escritura.
En un poema antológico de los años ochenta, “La luz, bróder, la luz”, Sigfredo Ariel nos proporciona su clave para acoplar el imaginario simbólico de un escritor, las alternativas del mundo cotidiano y la recepción crítica de los textos que se proponen: la miseria y la grandeza posibles de ese proceso que lleva a alcanzar el punto de invención poética. Los versos finales del poema develan, con toda la claridad que es posible mostrar en nuestros días, la intención del poeta, el sentido y el destino de su (la) poesía: quedará la luz, bróder, la luz, y no otra cosa.
Es la misma clave de luminosa certidumbre ante el fluir de lo oscuro que Teresa Melo extrae y recrea diez años después en “Fin de siglo”, un poema que ya sentimos perdurable: Por desear la luz, por retenerla, atravesamos cualquier oscuridad. Refulgencia del cuerpo de la estrella que no se retiene sin intención, que no se nos entrega fácil, y que debemos alcanzar, siempre que se trate de poesía, más allá de escuelas y de dogmas y de todo el caos de la agónica época pos.
III
La nueva hornada había llegado con los años ceros, estremecida en lo más íntimo, ahora sí, por el continuo estruendo de lo real: en la memoria adolescente pervivía la caída del Muro y el tocar fondo de la sobrevivencia cotidiana, en las pantallas de televisión el planeta se sacudía con el derrumbamiento de las Torres Gemelas, las guerras del petróleo en Asia central, los foros antiglobalización. Sobre las imágenes de Matrix, Bolos for Columbine y Good bye Lenin, más allá de las cadenas de emails, los episodios mangas y la proliferación de blogspot, emergían el cambio climático, el mapeo cerebral, la clonación, los secretos del genoma humano y la nanotecnología. Se movían entre explosiones, cortes de luz, marchas antiterroristas y emigraciones masivas, en un mundo que transmutaba los hechos, duros y específicos, a imágenes diluidas, desmontadas, maceradas como hojas de coca para soportar el dolor y olvidar.
Con escasas posibilidades de encontrarse en medio del vendaval y apertrechados de tiempo, buenos tiempos sin mucho que hacer, para releer la historia, la ciencia, la cultura, sus propias sagas familiares, las novedosas formas de convivencia social y el aluvión de informaciones que se les venía encima. Solos, cada uno de ellos, casi siempre sensitivos, escépticos, distantes de la vida literaria pero sumergidos del todo en la literatura: propia y ajena, antigua y contemporánea, la poesía, sin otro límite que sus propias miradas.
Así se echaron a escribir, dando continuidad al juego. Indiferentes a lo que pasaba con ellos, a lo que pasaba fuera de ese juego que eran sus vidas, plantadas como fichas en el tablero móvil de un tiempo, un espacio y una sensibilidad, eal o virtual, donde todos los seres humanos coexistían y se enfrentaban. Escribían esa enormidad desde su ser individual, poco viciados por el afán de trascender. La resultante era Un libro raro, un Patio interior con bosque, un Discurso de Safo, unas Páginas del agua. Eran Los días del perdón, una Oración del suicida, unas Historias contra el polvo, y eran también Los días del cinematógrafo y Aislada noche y bajo tea, textos que no hacían libro aún pero exigían un lugar en la memoria. Eran un Aqua sex y unos Poemas tempranos y una muy personal Forma de llamar desde Los Pinos. Era el sutil Cinema y el agudo in útero y luego, al fin, El Cabaret de La Existencia y El Mundo como Objeto, en todo su esplendor. Nuevas voces que llevaban consigo los auténticos goces, malestares, incertidumbres y preguntas de un planeta que hervía.
Tres años después de la publicación de Cuerpo sobre cuerpo… nos fuimos a una gira por todo el país. Iban algunos de ellos y otros, que recién habían llegado o cuyos mejores poemas no conocíamos antes. Y varios equilibristas mayores de mi promoción, para alcanzar certeza. Nos fuimos a esa empresa por el Bicentenario de José María Heredia, flanqueados por cinco trovadores. Para hacerle un Homenaje al primer poeta de América, según lo escribiera Martí, para reconocer esta isla indistinta llamada Cuba.
Fue un descubrimiento que cambió el destino de muchos, un toque de luz, un hecho irrepetible, imposible de contar. Y en el 2004 nació otro libro de poetas jóvenes para Letras Cubanas, más de trescientas páginas en diez mil ejemplares, para CubaLiteraria, ya saben, dejo al alcance del lector atento la precisión de las referencias, y luego para Monte Ávila editores en Caracas, para los nuevos lectores de las redes de Internet en cualquier momento y lugar: La Estrella de Cuba. Inventario de una Expedición.
La diversidad temática y estilística que se aprecia en ese libro también revela muchas de las claves características de la poesía cubana contemporánea (dada a poéticas más o menos clonadas o dialogantes, pero también a estéticas o gestos contrapuestos y hasta excluyentes entre sí) sin que se resienta demasiado la dramaturgia de ese discurso combinado. Eso lo convierte en una suma representativa de qué y cómo escriben, en cada una de las regiones culturales del país los poetas cubanos nacidos después de 1960, integrantes de dos promociones distintas más no necesariamente enfrentadas en su (re)visión del sentido y la utilidad específica de la poesía.
Por los estremecimientos que provoca, por los sentidos que propone y por la contundencia de lenguaje que presenta, la poesía cubana que entra al siglo XXI, la reunida en esos muestrarios y la que anima en otros volúmenes, puede ofrecer un testimonio decantado de la pertinencia de la escritura poética como creación. De sus esencias y sus alrededores, continuaremos dialogando en estas páginas. Qué más pedir que no sea ambición.
Fuente: CUBARTE
(I)
During the year 2000 Letras Cubanas Publishing House surprised its readers launching a weird catalogue that compiles a group of poems written by twenty-nine young poets with an age average of twenty-five.
A vast majority of these poets were unknown by the Cuban readers, but some months later after the catalogue was published, one-thousand copies of ¨Cuerpo sobre Cuerpo¨-Body above body- were sold in the bookstores.
That same year, or the following (I prefer that the year were remembered by the reader himself), to our surprise, and going beyond to what we are accustomed to, CubaLiteraria web page and other Web sites posted the digital edition of this volume, which may still be downloaded by Internet users interested in poetry.
The XXIst Century was beginning to publish and diffuse Cuban poetry all along the archipelago.
Being the introducer of the book and an accomplice of that sample, I have commented, more than once and somewhat kidding, but fully convinced, that this volume was some kind of an obliged surgery a sang-froid that needed to be promoted and commuted to some Corpus….which differed -over and above- its irruption in the literary world.
Its delivery, as it would be explained later, was extensive, multiple and fruitful.
Pressed by the shadow that was projected on it by its elder brothers, my own promotion that, during the ten or fifteen last years had given a twist to the poetry canon prevailing in Cuba.
These young poets promoted during the year 2000 couldn´t find the best way to attract the Cuban reader with their rhetoric linked to the history of the Cuban poetry and identified by our readers along the years.
However, the urgent irruption of Cuerpo sobre cuerpo…-Body over Body …- in the Cuban bookstores and literary sites, made visible the latent connections among the personal voices that were a contribution of this group of young poets some of which were starting to ratify themselves, to the national poetry heritage,.
The most remarkable poems were very different from the successful rhetoric, characterized by a reiterative and dysfunctional verbiage created to satisfy the expectations of the critics and some institutions that, in the middle of a crisis, focused on the form, disregarding the sense of the poetry written by the most outstanding writers of the previous generation, giving a different sense to the poetic expression that had led to a deep change in the past.
It is said that reality, above all the evanescent reality present in poetry, is never linear, and its perception is not objective at all.
That´s why, I will always agree with some colleague that tells me it has never been that way. Not with all, of course, and not with all they say.
Perhaps it has not been always that way, but much of this has been and continues to be, even though some of the most relevant authors we started to publish in literary magazines and publishing houses inside and outside the country during the nineteen eighties and the nineteen nineties, like Sigfredo, Carlos, Damaris, Emilio, Teresa, Alberto, Nelson, Omar, and others, ratified their great talent through their published texts, by means of a pencil or the keys, or by changing one interested reader to another.
(II)
The improvement of the conversational poetry norm as the prevailing speech -some kind of metamorphosis that was the result of a complex accumulation process whose definitive elements are due to changes that generated a revolution in the literary world, and to mutations of reality- promoted a partial, split and attractive reading that spread throughout the Cuban Archipelago with multiple notions on the poetic movements: Modernism, the Vanguard movement and the European and North American Post-Modernism, and its corresponding theories, which led -at some extent, either by incomplete assimilation, multiple ignorance or arbitrariness that supported the excluding poetic policies of those who imposed it as a norm- to the proliferation of authentic writing labyrinths and also to the undervalue or oblivion of an intrinsic function of the literary writing, that is, its communicative function.
Most of the poetry published in Cuba during the nineteen-nineties, a period characterized by a big economic and financial crisis, but also a period of resistance and aesthetic liberty that we cannot forget, and almost the prevailing critic benefited -to a great extent- the texts containing the new codes: fragmented and enclosed in themselves, deeply intellectualized, but also confusing above the uncleared; incomprehensible above the ambiguous, far from strictness and from any danger that might allow them to become a literary expression pattern, a pertinent experiment belonging to another kind of writing.
Referring to an anthological poem from the nineteen-eighties entitled ¨La luz, broder, la luz¨, Sigfredo Ariel gives us his key that better suits the imaginary symbol of what a writer should be; the alternatives of the daily world and the critics´ acceptance on the texts that were suggested: the misery and greatness implicit in that process that reaches the poetic invention.
The final stanzas reveal, with full clearness, that it is still possible to show the poet´s intention, that only light, broder, light¨, will remain from the sense and destiny of (his) poetry.
This same key of luminous certainty facing the flowing of the dark, was reflected by Teresa Melo ten years later in hes poem ¨Fin de Siglo¨ -End of the Century- whose text lasts up to the present:
¨We´re ready to overcome darkness to have light and keep it, the brilliant body of a star we cannot keep without our intention, which does not come to us easily and we need to reach as long as it deals with poetry, going beyond schools and dogmas and the chaos of the dying post-age.¨
(III)
This new generation had arrived in 2000, shook by the boom of the real: in the minds of the adolescents remained the fall of the Berlin wall, and the problems of the daily life, the TV screens reproduced the falling of the Twin Towers of the WTC –World Trade Center-, the wars for oil that were taking place in Middle Asia, as well as anti-globalization forums.
From the Matrix images, Bolos for Columbine and Good Bye Lenin, even beyond the e-mails chains, the mangas episodes, and the blog spot proliferation, emerged the climatic change, the mapping of the brain, cloning, the secrets about the human genome, and nano-technology.
All of this was taking place amid bombs, blackouts, anti-terrorist demos, mass migrations, in a world that transformed hard facts, objective facts, into diluted, dismantled images, like coca leaves that were macerated to endure the pain and forget about life for a while.
With scarce possibilities of meeting in the middle of a storm, and with little time, good times without having so much to do to see to History, Science, culture, the family sagas, the new norms of social living, and the glut of information that was falling into them; alone, each of them, sensitive, esceptic, distant from the literary world, but absorted in their own Literature and the foreign one, the old and the modern, poetry, having no other limit than their own looks.
That´s how they started to write, following the game, indifferent to what was happening with them, to what was happening outside that game, that was their own lives which were fixed like chips on a mobile board of an imaginary age, space and sensibility, might be real or virtual, where all human beings lived and fought each other.
They wrote about that enormity from their individual experiences, without caring on how to transcend. The results were A Strange Book, an inside Courtyard in the middle of the forest, A Safo´s Speech, some Pages devoted to water.
Those were the times of forgiveness, the suicidal´s Prayer, a couple of Stories to remove the dust, and those were also the times of the film-maker and of Isolated night under the torch, which were unfinished texts to make a book, but worthy of being remembered.
There was an Aqua sex and some early Poems and a very special Way of calling from The Pines.
There was the subtle Cinema and the sharp in utero and, finally, The Existence Night Club and The World as an Object, in its full splendor.
They were new voices that carry with them the authentic joy, discomfort, uncertainty, and questions about a planet that was boiling.
Three years after publishing Cuerpo…we organized a tour throughout the country. We were accompanied by some of these young poets and by others who has just started to write, whose best poems were unknown by the reader.
We went to that tour on the occasion of the Bi-centennial of Jose Maria Heredia, followed by five trobadours, to pay tribute to the First Poet of America, as Marti used to say.
It was a discovery that changed the fate of many of them, a light touch, a non-repeated fact that cannot be told.
In the year 2004 Letras Cubanas published another volume of poems also written by young poets, containing more than three-hundred pages. Some ten-thousand copies were sold for Cuba Literaria and then for Monte Avila, editors in Caracas, and for other sites visited by new readers: The Cuban Star. An Expedition Inventory.
The thematic and stylistic variety found in this book has much to do with the Contemporary Cuban Poetry (responding to poetry norms more or less cloned or in dialogues, but also to aesthetic elements or opposing an even excluding gestures) affecting, as little as possible the drama deliveryt of the combined speech.
By means of this we may be able to know what Cuban poets born after 1960 - belonging to two different promotions, not necessarily opposed in as regards to their re-vision of the sense and the specific function of poetry- write about and how they do it
Due to the shaking it provokes, due to the senses that it proposes and due to the hard impacto the language that it presents, the Cuban poetry that is entering into the XXI Century, the one collected by these simples, and the one that animates in other volumen, can provide a well established testimony of the belonging of poetry writing as creation. Of its essences and its surroundings we will continue to dialogue in these pages. What else can we ask for that won´t be ambition.
Source: CUBARTE
Translated by Roxana Marquez Herrera
Los cuerpos de la estrella y otras criaturas de Isla
Por: Edel Morales
12 de Marzo, 2008
Fto. Open Book. CC Book
En el año 2000 la editorial Letras Cubanas sorprendió a sus lectores con un artilugio raro: un catálogo de veintinueve poetas que rondaban los veinticinco años. La mayoría de ellos eran desconocidos para el público, pero unos meses después los mil quinientos ejemplares de Cuerpo sobre cuerpo sobre cuerpo, aquel catálogo irreverente, habían sido vendidos.
Ese mismo año, o al siguiente, dejo al alcance del lector atento la precisión de la referencia, pero en cualquier caso con sorprendente celeridad para nuestros hábitos, la editorial electrónica CubaLiteraria puso en Internet la edición digital del aludido tomito, que aún hoy puede bajarse desde allí y desde otros sitios de la red de redes. Así se abrió el siglo XXI para las ediciones de poesía en la Isla.
Como prologuista y cómplice de aquella muestra he dicho alguna vez, más en broma que en serio, pero con entera convicción, que ese libro fue una especie de cirugía necesaria, aplicada a sangre fría y con intenciones urgentes de pro(con)mocionarlo, a un Corpus… que difería en exceso su irrupción pública en la vida literaria. El parto, como se vería luego, resultó dilatado, múltiple y fecundo.
Presionada por la sombra que proyectaban sobre ella sus hermanos mayores, mi propia promoción, que durante los diez o quince años anteriores había volteado el canon poético dominante en Cuba, los muchachos del 2000 no encontraban un modo eficaz de acceder al espacio público con su propio discurso generacional, más o menos identificable, dentro de la lógica de continuidad y ruptura que hasta hoy caracteriza la historia de la lírica cubana.
Pero la apremiante irrupción que supuso la presencia en las librerías y espacios literarios de Cuerpo sobre cuerpo… hizo visibles las conexiones latentes entre las voces personales aportadas al concierto nacional por los más jóvenes, algunas de las cuales ya empezaban a validarse por sí mismas.
Las más notables de estas poéticas se apartaban radicalmente de las retóricas de éxito, soflamas de una palabrería disfuncional y reiterativa, ocupadas por círculos de epígonos para satisfacer las expectativas de críticos e instituciones que, en el centro mismo de la crisis, centraron su examen y fomento en las maneras y no en la mirada específica de los poetas más trascendentes de la promoción anterior, hasta (des)significar casi todos los sentidos de la expresión poética que antes habían llevado a un cambio profundo.
La realidad, se dice, sobre todo la evanescente realidad que acompaña a la poesía. jamás es lineal y casi nunca su percepción es del todo objetiva. Por lo tanto estaré de acuerdo cuando algún colega me diga que no fue así. No todos, claro, no en todo. Quizá no fue probadamente así, pero mucho de eso hubo y permanece insistiendo alrededor. Aunque los autores más curtidos entre quienes habíamos comenzado a publicar en revistas literarias y editoriales de aquí y allá durante los ochenta y noventa del siglo pasado. Sigfredo, Carlos, Damaris, Emilio, Teresa, Alberto, Nelson, Omar, y varios otros, sostuvieran con firmeza su estatura mayor, con el lápiz y el teclado en la mano o mediante el traspaso de un lector interesado a otro de sus textos publicados antes.
II
La superación de la norma poética conversacional como discurso dominante, metamorfósis que resultó de un complejo proceso de acumulaciones, cuyos elementos definitorios hay que buscar en evoluciones de lo literario pero también en mutaciones de lo real, difundió en la isla una lectura parcial, fragmentaria, interesada, de muchas nociones poéticas modernas, vanguardistas y posmodernas europeas y norteamericanas y de sus teorías resultantes, que condujo en parte, por asimilación incompleta, por ignorancia múltiple o por la arbitrariedad que sostenía las políticas poéticas excluyentes de quienes las propusieron como norma, a la proliferación de auténticos laberintos escriturales y a la subvaloración u olvido de una función intrínseca del texto literario: su función comunicativa.
Una amplia zona de la poesía publicada en Cuba durante esos años noventa, años de profunda crisis en economía y valores, pero también de resistencia y libertad estética, que nada hay que olvidar, y casi toda la crítica dominante benefició con excesiva frecuencia a los textos portadores de esos nuevos códigos: fragmentarios, cerrados sobre sí mismos hasta el enclaustramiento, profundamente intelectualizados, pero también y en no poca medida, confusos en lugar de oscuros, incomprensibles en lugar de ambiguos, distantes del rigor, la pluralidad y el riesgo que le hubieran permitido constituirse en una expresión literaria modélica, en un experimento pertinente de otra escritura.
En un poema antológico de los años ochenta, “La luz, bróder, la luz”, Sigfredo Ariel nos proporciona su clave para acoplar el imaginario simbólico de un escritor, las alternativas del mundo cotidiano y la recepción crítica de los textos que se proponen: la miseria y la grandeza posibles de ese proceso que lleva a alcanzar el punto de invención poética. Los versos finales del poema develan, con toda la claridad que es posible mostrar en nuestros días, la intención del poeta, el sentido y el destino de su (la) poesía: quedará la luz, bróder, la luz, y no otra cosa.
Es la misma clave de luminosa certidumbre ante el fluir de lo oscuro que Teresa Melo extrae y recrea diez años después en “Fin de siglo”, un poema que ya sentimos perdurable: Por desear la luz, por retenerla, atravesamos cualquier oscuridad. Refulgencia del cuerpo de la estrella que no se retiene sin intención, que no se nos entrega fácil, y que debemos alcanzar, siempre que se trate de poesía, más allá de escuelas y de dogmas y de todo el caos de la agónica época pos.
III
La nueva hornada había llegado con los años ceros, estremecida en lo más íntimo, ahora sí, por el continuo estruendo de lo real: en la memoria adolescente pervivía la caída del Muro y el tocar fondo de la sobrevivencia cotidiana, en las pantallas de televisión el planeta se sacudía con el derrumbamiento de las Torres Gemelas, las guerras del petróleo en Asia central, los foros antiglobalización. Sobre las imágenes de Matrix, Bolos for Columbine y Good bye Lenin, más allá de las cadenas de emails, los episodios mangas y la proliferación de blogspot, emergían el cambio climático, el mapeo cerebral, la clonación, los secretos del genoma humano y la nanotecnología. Se movían entre explosiones, cortes de luz, marchas antiterroristas y emigraciones masivas, en un mundo que transmutaba los hechos, duros y específicos, a imágenes diluidas, desmontadas, maceradas como hojas de coca para soportar el dolor y olvidar.
Con escasas posibilidades de encontrarse en medio del vendaval y apertrechados de tiempo, buenos tiempos sin mucho que hacer, para releer la historia, la ciencia, la cultura, sus propias sagas familiares, las novedosas formas de convivencia social y el aluvión de informaciones que se les venía encima. Solos, cada uno de ellos, casi siempre sensitivos, escépticos, distantes de la vida literaria pero sumergidos del todo en la literatura: propia y ajena, antigua y contemporánea, la poesía, sin otro límite que sus propias miradas.
Así se echaron a escribir, dando continuidad al juego. Indiferentes a lo que pasaba con ellos, a lo que pasaba fuera de ese juego que eran sus vidas, plantadas como fichas en el tablero móvil de un tiempo, un espacio y una sensibilidad, eal o virtual, donde todos los seres humanos coexistían y se enfrentaban. Escribían esa enormidad desde su ser individual, poco viciados por el afán de trascender. La resultante era Un libro raro, un Patio interior con bosque, un Discurso de Safo, unas Páginas del agua. Eran Los días del perdón, una Oración del suicida, unas Historias contra el polvo, y eran también Los días del cinematógrafo y Aislada noche y bajo tea, textos que no hacían libro aún pero exigían un lugar en la memoria. Eran un Aqua sex y unos Poemas tempranos y una muy personal Forma de llamar desde Los Pinos. Era el sutil Cinema y el agudo in útero y luego, al fin, El Cabaret de La Existencia y El Mundo como Objeto, en todo su esplendor. Nuevas voces que llevaban consigo los auténticos goces, malestares, incertidumbres y preguntas de un planeta que hervía.
Tres años después de la publicación de Cuerpo sobre cuerpo… nos fuimos a una gira por todo el país. Iban algunos de ellos y otros, que recién habían llegado o cuyos mejores poemas no conocíamos antes. Y varios equilibristas mayores de mi promoción, para alcanzar certeza. Nos fuimos a esa empresa por el Bicentenario de José María Heredia, flanqueados por cinco trovadores. Para hacerle un Homenaje al primer poeta de América, según lo escribiera Martí, para reconocer esta isla indistinta llamada Cuba.
Fue un descubrimiento que cambió el destino de muchos, un toque de luz, un hecho irrepetible, imposible de contar. Y en el 2004 nació otro libro de poetas jóvenes para Letras Cubanas, más de trescientas páginas en diez mil ejemplares, para CubaLiteraria, ya saben, dejo al alcance del lector atento la precisión de las referencias, y luego para Monte Ávila editores en Caracas, para los nuevos lectores de las redes de Internet en cualquier momento y lugar: La Estrella de Cuba. Inventario de una Expedición.
La diversidad temática y estilística que se aprecia en ese libro también revela muchas de las claves características de la poesía cubana contemporánea (dada a poéticas más o menos clonadas o dialogantes, pero también a estéticas o gestos contrapuestos y hasta excluyentes entre sí) sin que se resienta demasiado la dramaturgia de ese discurso combinado. Eso lo convierte en una suma representativa de qué y cómo escriben, en cada una de las regiones culturales del país los poetas cubanos nacidos después de 1960, integrantes de dos promociones distintas más no necesariamente enfrentadas en su (re)visión del sentido y la utilidad específica de la poesía.
Por los estremecimientos que provoca, por los sentidos que propone y por la contundencia de lenguaje que presenta, la poesía cubana que entra al siglo XXI, la reunida en esos muestrarios y la que anima en otros volúmenes, puede ofrecer un testimonio decantado de la pertinencia de la escritura poética como creación. De sus esencias y sus alrededores, continuaremos dialogando en estas páginas. Qué más pedir que no sea ambición.
Fuente: CUBARTE
PROGRAMA DEL 13 FESTIVAL INTERNACIONAL DE POESIA DE LA HABANA
PROGRAMA DEL 13 FESTIVAL INTERNACIONAL DE POESÍA DE LA HABANA
Del 26 de mayo al 1 de Junio de 2008
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Lunes día 26 de mayo de 2008 (Bienvenida y Acreditación)
9 am Casa de las Américas: Bienvenida: Palabras de Nancy Morejón, Presidenta de la Asociación de Escritores
11 am Sala Villena de la UNEAC: Lectura de poetas peruanos
12 m Sala Villena de la UNEAC: Lectura de poetas andaluces
3pm Sala Villena de la UNEAC: Fe de vida: Homenaje al Festival de Poesía Carlos Pellicer de Tabasco
5 pm Sala Villena de la UNEAC: Laboratorio de la expresión poética: Performance Abre la muralla
6 pm Sala Adolfo Llauradó: Junta Mundial de Poetas: Alas Teatro de Bayamo: Canto subterráneo
8 pm Comunitaria: Grupo Escultórico de 10 de Octubre: Encuentro
Martes día 27 de mayo de 2008 (Palabra del Mundo)
9 am Parque Víctor Hugo: Siembra del Árbol de la Poesía
10 am Sala Villena de la UNEAC: Prima Lectura
4 pm Plaza Vieja, Calle Muralla, La Habana Vieja: Poesía en los balcones. Casa de la Poesía: Exposición
6 pm Basílica Menor del Convento de San Francisco de Asís: apertura con la Velada Palabra del Mundo
9 pm UNEAC: Encuentro
Miércoles día 28 de mayo de 2008 (Poetas en Defensa de la Humanidad)
9 am Salón Solidaridad del Hotel Habana Libre: Junta de Poetas en Defensa de la Humanidad
10 am Bauta, Güira de Melena y El Mariel: Acción poética Botella al mar
3 pm Polo Científico: Lectura
3 pm Rampa: Ministerio del Azúcar y MTSS: Lectura
3 pm Pinar del Río: Proyecto Comunitario El Patio de Pelegrín: Encuentro
4 pm Salón Solidaridad Hotel Habana Libre: Carilda Oliver, Miguel Barnet, Juan Bañuelos, Dida Aguirre.
5 pm Galería L y 25: Exposición Ciudades del mundo
7 pm Teatro del Museo Nacional de Bellas Artes: Velada Óyeme con los ojos
Jueves día 29 de mayo de 2008 (Amerindia itinerante)
10 am Bauta, Güira de Melena, Artemisa y Bejucal: Acciones poéticas
11 am Matanzas, Villa Clara y Cienfuegos: Acciones poéticas
2 pm Biblioteca Rubén Martínez Villena: Lectura
3 pm Sala Villena de la UNEAC: Concierto de la Palabra: Alden Knight
4 pm Casa de la Poesía de La Habana Vieja: Lectura
5 pm Hurón Azul de la UNEAC: Laboratorio de la expresión poética:
Proyecto Poesiconexión: Puente de la poesía hablada con
Alden Knight, Afua Cooper (Dub Poetry Collective), Yasek Manzano
y su grupo, Yadira y la Camerata Romeo, Dionisio Paul Palma (bailarín)
y Oba-Are-Anle.
Viernes día 30 de mayo de 2008 (Cumbre de Poetas Originarios de América)
9 am San José de las Lajas: Encuentro
10 am Parque Rumiñahui, Parque Bolívar, Parque Ecológico: Lecturas
2 pm Casa de las Américas: Encuentro de poetas originarios
3 pm Rampa: MINCEX, MINSAP: Lectura
5 pm Monumento a Bolívar (Calle G y 13): Lectura de poetas originarios
7 pm Taberna checa: Encuentro de jóvenes poetas
7 pm Cine Bayamo (Belazcoaín y San Rafael): Performance
9 pm Café Neruda: Elikura Chihuailaf, Dida Aguirre, Jorge Cocom Pech, Humberto Ak'abal y Ariruma Kowii
9 pm Escalinata de la Universidad de La Habana: Concierto Rumba y Poesía con Yoruba Andabo
Sábado 31 de mayo de 2008 (Encuentros en el Barrio Chino)
10 am Casa Bolívar, Casa de Asia, Casa Benito Juárez, Casa Guayasamín, Casa Árabe (La Habana Vieja): Lecturas
11 am Palacio del Segundo Cabo (La Habana Vieja, sede del Instituto Cubano del Libro): Sábado del Libro
12 m Barrio Chino: Encuentro
5 pm Plaza Vieja: Acción poética: Puzzle contra la guerra
Domingo 1 de Junio de 2008 (Acción poética Mujer y Poesía)
10 am San José de Las Lajas: Acción poética Mujer y poesía
10 am UNEAC de Matanzas: Encuentro
Lunes 2 de Junio de 2008: Regreso
ACCION POÉTICA PLANETARIA: PALABRA DEL MUNDO
Acción poética simultánea en cien ciudades
Pinar del Río, Matanzas, Santa Clara, Cienfuegos, Sancti Spiritus, Ciego de Ávila, Camagüey, Holguín, Las Tunas, Bayamo, Santiago de Cuba, Guantánamo, Baracoa, Manzanillo, Morón, Puerto Padre.
En CIUDAD DE LA HABANA
Martes 27 de mayo de 2008, 6 de la tarde
(Lecturas simultáneas de poesía en varios municipios organizadas por los coordinadores de la UNEAC)
S.M. del Padrón Museo Municipal: Pablo Bergues
Guanabacoa Biblioteca Municipal José Machado: Hermis Sánchez
Cotorro Taller Literario: Blanca Rosa Piñeiro
Marianao Biblioteca Comunitaria: Consuelo Ramírez
Cerro Casa de la Cultura: Jorge Garcíaporrúa
Boyeros Centro de Arte: Alberto Faya
Regla Casa Blanca: Lázaro Calvo
La Lisa Biblioteca Comunitaria: Emelicio Vázquez
Centro Habana Biblioteca Comunitaria: Simón Carlos y E. Llorach
10 de Octubre Proyecto “Colibrí”: Liliam y Jorge Luis López
Habana del Este: Proyecto comunitario: Félix Pérez
CIENFUEGOS: Martes 27 de mayo de 2008, 5 de la tarde
Sala Mecenas de la Librería Ateneo: Trovador: Nelson Valdes
Poetas: Jesús Fuentes, José Díaz Roque, Mariano Ferrer, Miguel Cañellas, Marcial Gala, Jesús Candelario.
CUMANAYAGUA: Martes 27 de mayo de 2008, 5 de la tarde
Poetas: José Sánchez, Orlando Víctor Pérez, Elizabeth Álvarez, Magalys Ojeda, Yulki Sánchez, Isnoel Llanes, Llani Pozo Castillo. Músicos: Trío Flor de Lis
HOLGUIN Martes 27 de mayo de 2008, 6 de la tarde
Portales de la UNEAC
Poetas: Jorge Hidalgo, Carlos Jesús García, Luis Caissés, Eugenio Marrón, Belkis Méndez, Ronel González, Luis Yusseff, José Luis Serrano, Kenya Leyva, Gilberto Seik
CIEGO DE AVILA Martes 27 de mayo de 2008, 6 de la tarde
Sede de la UNEAC: Lectura de poesía. Premiación del Concurso Briznas. Premio Popular de Poesía
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SUBSEDES DEL FESTIVAL INTERNACIONAL DE POESÍA DE LA HABANA
CUBAPOESÍA ITINERANTE
CIENFUEGOS & CIEGO DE AVILA & SAN JOSE DE LAS LAJAS
CIENFUEGOS
Jueves 29 de mayo del 2008 11 de la mañana. Escuela de Instructores de Arte:
Lectura de los poetas José Miguel Gómez y Ariel López. Trovador: Nelson Valdés
Facultad de Ciencias Médicas: Poetas: Alian Cárdenas, Pedro Silva y Yoel Garniel
Tabaquería: Poetas: Alberto Vega Falcón, Justo Cabrera Brito y José Miguel Iznaga
Cantor flamenco: Yoel Zamora
Secundaria Básica Urbana:Poetas: Ana Teresa Guillemí, Idelia Pérez, Jeysei Capote
Universidad Carlos Rafael Rodríguez: Poetas: Jorge Luis Águila Aparicio, Ian Rodríguez y Fidel Gómez.
Trovador: Sadiel Madrazo
CIEGO DE AVILA
Jueves 29 de mayo del 2008 10 de la mañana
Lectura de 20 poetas en centros de estudio y laborales: Combinado Citrícola de Ceballos, Cárcel de Canaleta, Academia Provincial de Artes Plásticas Raúl Corrales: Cubapoesía itinerante
PROVINCIA HABANA
(Performance Botella al mar) Miércoles 28 de mayo de 2008
BAUTA
10:30 am: Biblioteca Municipal: Exposición, Lectura
4 pm: Fábrica de Fósforos: Lectura
4 pm: Politécnico de Informática: Lectura
9 pm: Universidad de Ciencias Informáticas: Lectura
9 pm: Barrio Rosa Marina: Lectura
9 pm: Barrio Ven Tre: Lectura
Jueves 29 de mayo de 2008 a las 10 de la mañana
Escuela Latinoamericana de Medicina: Lectura
Círculo de Oficiales de la Marina: Lectura
EL MARIEL
3 pm: Botella al mar
SAN JOSÉ DE LAS LAJAS
Viernes 30 de mayo de 2008
10 am: Encuentro en Planta de Cerámica
Días 1ro y 2 de Junio de 2008, a las 10:00 de la mañana
Encuentro Mujer y Poesía
Participan las poetas: Elizabeth Hernández Álvarez, Masiel Matos, Yuray Tolentino, Shatila Valdés,Zuleydi López, Esther Trujillo García, Julia Cabalet, Danay Moreno, Mayelín Roque, Gisela Rizo, Mariela Pérez, Yolanda Santander, Kenia Leyva, Lourdes González, Irela López, Clara Lecuona, Ileana Álvarez, Carmen González, Lina de Feria, Oneyda Pérez, Dulce Vivian Vila, Niuris Quintero, Carmen Hernández, Felicia Hernández Lorenzo, Andrea García Molina, Yazmín Sierra, Maylén Domínguez, Mirian Estrada, Odalys Leyva Rosabal, Laura Ruíz.
RELACIÓN DE PARTICIPANTES
CHILE: Elicura Chihuailaf (Nación Mapuche)
PERÚ: Dida Aguirre, Odi Gonzales, Feliciano Padilla Chalco (Nación Quechua) José Luis Ayala (Nación Aymara) William Hurtado de Mendoza, Gonzalo Espino, Willy Gómez Migliaro, César Toro, Winston Orillo.
PANAMÁ: Irik Omar Limni (Nación Cuna) Consuelo Tomás, Santiago Sosa.
COLOMBIA: Vito Apüshana (Nación Wayú) Hugo Jamioy Juagibioy (Nación Kamsá) Karla Fallace, Héctor Gómez León.
ECUADOR: Ariruma Kowii (Nación Quechua) Cristian Avecillas, Aleyda Quevedo, Universi Zambrano.
MÉXICO: Jorge Cocom Pech (Nación Maya) Juan Bañuelos, Norma Cárdenas Zurita, Lina Zerón, Francisco Mundo de Marelo, Manuel Cuautle, Elsa Aizpuru, Margarita García, Raúl Aguilar Sobaja, Iván Trejo, Ricardo López, Alejandra Marín, Pilar Medina, Rita Guerrero, Manuel Mejía, Jacqueline Benrey, Luis María García, Naty Lomas, Mariana Mercado, Jeremías Ramírez, Christian Fernández, Eduardo Parrilla.
GUATEMALA: Humberto Ak'abal (Nación Maya-Quiché)
PARAGUAY: Susy Delgado (Nación Guaraní)
AUSTRIA: Christoph Janacs.
ARGENTINA: Marita Miranda, Eduardo Jopia.
ANGOLA: Lopito Feijoo, Antonio Goncalves.
BRASIL: Everardo Noroes, Roberto Pontes, Elizabeth Díaz.
BAHREIN: Alí Al Jallawi.
BARBADOS: Adisa Jelani Andwele.
CANADÁ: France Mongeau , Katherine Beeman, Afua Cooper.
COSTA RICA: Rocío Santanilla.
DINAMARCA: Thomas Boberg.
EL SALVADOR: Jonathan Dueñas, José Roberto Cea, Jonathan Velásquez.
ESPAÑA: Benjamín Prado, Álvaro Salvador, Ana Rossetti , Antonio Jiménez Millán, Manuel Abad, Eduardo García Pérez, Olga Ruíz Guerrero, Ma. José Merlo Calvente, Jaime B. Rosa.
HONDURAS: Marco Tulio del Arca.
ITALIA: Luciano Fussi, Francesco Enotti, Andrea Enotti.
RUSIA: Oleg Evguenievich Volovik, Alexey Sosna, Mihkail Boldyrev, Chizhik Andrey Mijail Mijailovich.
SUECIA: Goy Persson, Sally Persson.
SIRIA: Malak Sahioni Soufi.
CHINA: Zhang Chengzhi.
SRI LANKA: Rathnasiri Wijesinghe.
TAILANDIA: Chiranan Pitpreecha.
NICARAGUA: Héctor Avellán, Alba Azucena Torres, Martha Leonor González.
NIGERIA: Odia Ofeimun.
USA: Roberto Lení, Reina Prado, Abel Salas, Francisco Hernández, Leslie Saíz, Stephen Saíz, Victoria Delgadillo, Rudy Gándara.
VENEZUELA: Javier Roa, Trina Quiñones.
TRINIDAD Y TOBAGO: Eintou Springer.
CUBA: Miguel Barnet, Carilda Oliver Labra , Nancy Morejón, Francisco de Oraa, César López (Premios Nacionales de Literatura), Oscar Cruz (Premio David, Santiago de Cuba), Lourdes González (Premio UNEAC, Holguín), Manuel García Verdecia (Premio UNEAC, Holguín), María Liliana Celorrio (Premio UNEAC, Las Tunas), Nuvia Estévez (Premio David, Las Tunas), Nelson Simón (Premio UNEAC, Pinar del Río), Carlos Alfonso (Premio UNEAC), Víctor Fowler , Ricardo Alberto Pérez, Juana García Abás, Roberto Manzano, Sigfredo Ariel, Teresa Melo, Mario Martínez Sobrino, Roberto Méndez (Premios Nicolás Guillén), Maylén Domínguez (Premio Calendario, Santa Clara), Gleyvis Coro (Premio UNEAC, Pinar del Río), Alpidio Alonso, Ileana Álvarez, Liudmila Quincoses, Alfredo Zaldívar, Marino Wilson, José Ramón Sánchez, Alejandro Ponce, Lina de Feria, Carmen Hernández, Yamil Díaz , Yazmín Sierra, Laura Ruíz, Jesús Fuentes, José Díaz Roque, Mariano Ferrer, Miguel Cañellas, Nelson Valdés, Marcial Gala, Jesús Candelario, José Miguel Gómez, Ariel López, Alian Cárdenas, Pedro Silva, Yoel Garniel, Justo Cabrera Brito, José Miguel Iznaga, Ana Teresa Guillemí, Idelia Pérez, Jeysei Capote, Jorge Luis Águila Aparicio, Ian Rodríguez , Fidel Gómez, Sadiel Madrazo, Yoel Zamora, José Sánchez, Orlando Víctor Pérez, Elizabeth Álvarez, Magalys Ojeda, Yulki Sánchez, Isnoel Llanes, Llani Pozo Castillo, Jorge Hidalgo, Carlos Jesús García, Luis Caissés, Eugenio Marrón, Belkis Méndez, Ronel González, Luis Yusseff, José Luis Serrano, Kenya Leyva, Gilberto Seik, Elizabeth Hernández Álvarez, Masiel Matos, Yuray Tolentino, Shatila Valdés, Zuleydi López, Esther Trujillo García, Julia Cabalet, Danay Moreno, Mayelín Roque, Gisela Rizo, Mariela Pérez, Yolanda Santander, Kenia Leyva, Lourdes González, Irela López, Clara Lecuona, Carmen González, Oneyda Pérez, Dulce Vivian Vila, Niuris Quintero, Felicia Hernández Lorenzo, Andrea García Molina, Mirian Estrada, Odalys Leyva Rosabal, Julio Sánchez Chang, Alejandro Aguilar, Yoel Izaguirre, Abel Guerero, Arsenio Rosales, Lucía Muñoz.
AUSPICIOS
Unión de Escritores y Artistas de Cuba, Oficina del Historiador de la Ciudad, Proyecto Cultural Sur para el Fomento de las Letras y las Artes, Comisión Nacional Cubana de la UNESCO, Centro Dulce María Loynaz, Instituto Cubano del Libro, Sociedad de Beneficencia de Andalucía, Asociación Hermanos Saíz de Escritores y Artistas Jóvenes
Comité Provincial de la UNEAC en Cienfuegos
PRESIDENTE DE HONOR
Rogelio Martínez Furé
PRESIDENCIA DEL FESTIVALPablo Armando Fernández, Nancy Morejón, César López, Aitana Alberti, Miguel Barnet, Juan Bañuelos, Antonio Goncalves, Edel Morales y Alex Pausides
Comité Organizador
Ramón Rodríguez Hermida, Tatiana Souto, Grizel Álvarez, Orlando García, Antonio Pérez Santos, Alberto Vega Falcón, Alfredo Zaldívar, Jesús Sama, Oscar Kessel, Francis Sánchez, Emilio Comas, Lourdes Arencibia, Karel Leyva, Teresa Cuesta, Lina Castro, Yeney Ramos, Ángel Lorenzo, Jorge Bassa, Manuel Torres, Alejandro Herrera, Ana Llerena, Constantino Muiños, Esther García Mariño, Rogelio Rivero, María del Carmen Rodríguez
Coordinadores del Festival de Poesía
Marlene Alfonso, Isis Leyva, Fabiola Mora, Pierre Bernet, Liliam Comas, Lourdes Acosta, Betsy Rojo, José Lobato.
Director de Arte
Galo Hernández
AGRADECIMIENTOS
Centro de Intercambio y Referencia / Iniciativa Comunitaria CIERIC, Fundación Antonio Núñez Jiménez, Instituto Cubano de la Música, Casa de las Américas, Cubana de Aviación, Air Europe, AECI, Junta de Andalucía, Hotel Bruzón Isla Azul, Sala Adolfo Llauradó del CNAE, Casa Productora de Documentales Octavio Cortázar, Escuela de Wushu del Centro Promotor del Barrio Chino, Comités Provinciales y Municipales de la UNEAC, Centros Provinciales del Libro y la Literatura, Proyecto Comunitario El Patio de Pelegrín de Pinar del Río, Dirección de Cultura Comunitaria de la UNEAC, Grupo Alas Teatro de Granma, Yasek Manzano y su Grupo
Ministerio de la Informática y las Comunicaciones
Alex Pausides
Coordinador General del Festival
Unión de Escritores y Artistas de Cuba
Calle 17 # 354 entre G y H, El Vedado, Ciudad de La Habana
Teléfono: 53(7) 832-4152
Fax: 53(7) 833-3158
Email: cubapoesia@uneac.co.cu // proyectosurcuba@uneac.co.cu
Sitio web: www.cubapoesia.cult.cu / www.palabradelmundo.cult.cu
2008 Festival dedicado a la poesía de los pueblos originarios
2009 Festival dedicado a la poesía del Medio Oriente
2010 Festival dedicado a la poesía de los pueblos bolivarianos
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Lunes día 26 de mayo de 2008 (Bienvenida y Acreditación)
9 am Casa de las Américas: Bienvenida: Palabras de Nancy Morejón, Presidenta de la Asociación de Escritores
11 am Sala Villena de la UNEAC: Lectura de poetas peruanos
12 m Sala Villena de la UNEAC: Lectura de poetas andaluces
3pm Sala Villena de la UNEAC: Fe de vida: Homenaje al Festival de Poesía Carlos Pellicer de Tabasco
5 pm Sala Villena de la UNEAC: Laboratorio de la expresión poética: Performance Abre la muralla
6 pm Sala Adolfo Llauradó: Junta Mundial de Poetas: Alas Teatro de Bayamo: Canto subterráneo
8 pm Comunitaria: Grupo Escultórico de 10 de Octubre: Encuentro
Martes día 27 de mayo de 2008 (Palabra del Mundo)
9 am Parque Víctor Hugo: Siembra del Árbol de la Poesía
10 am Sala Villena de la UNEAC: Prima Lectura
4 pm Plaza Vieja, Calle Muralla, La Habana Vieja: Poesía en los balcones. Casa de la Poesía: Exposición
6 pm Basílica Menor del Convento de San Francisco de Asís: apertura con la Velada Palabra del Mundo
9 pm UNEAC: Encuentro
Miércoles día 28 de mayo de 2008 (Poetas en Defensa de la Humanidad)
9 am Salón Solidaridad del Hotel Habana Libre: Junta de Poetas en Defensa de la Humanidad
10 am Bauta, Güira de Melena y El Mariel: Acción poética Botella al mar
3 pm Polo Científico: Lectura
3 pm Rampa: Ministerio del Azúcar y MTSS: Lectura
3 pm Pinar del Río: Proyecto Comunitario El Patio de Pelegrín: Encuentro
4 pm Salón Solidaridad Hotel Habana Libre: Carilda Oliver, Miguel Barnet, Juan Bañuelos, Dida Aguirre.
5 pm Galería L y 25: Exposición Ciudades del mundo
7 pm Teatro del Museo Nacional de Bellas Artes: Velada Óyeme con los ojos
Jueves día 29 de mayo de 2008 (Amerindia itinerante)
10 am Bauta, Güira de Melena, Artemisa y Bejucal: Acciones poéticas
11 am Matanzas, Villa Clara y Cienfuegos: Acciones poéticas
2 pm Biblioteca Rubén Martínez Villena: Lectura
3 pm Sala Villena de la UNEAC: Concierto de la Palabra: Alden Knight
4 pm Casa de la Poesía de La Habana Vieja: Lectura
5 pm Hurón Azul de la UNEAC: Laboratorio de la expresión poética:
Proyecto Poesiconexión: Puente de la poesía hablada con
Alden Knight, Afua Cooper (Dub Poetry Collective), Yasek Manzano
y su grupo, Yadira y la Camerata Romeo, Dionisio Paul Palma (bailarín)
y Oba-Are-Anle.
Viernes día 30 de mayo de 2008 (Cumbre de Poetas Originarios de América)
9 am San José de las Lajas: Encuentro
10 am Parque Rumiñahui, Parque Bolívar, Parque Ecológico: Lecturas
2 pm Casa de las Américas: Encuentro de poetas originarios
3 pm Rampa: MINCEX, MINSAP: Lectura
5 pm Monumento a Bolívar (Calle G y 13): Lectura de poetas originarios
7 pm Taberna checa: Encuentro de jóvenes poetas
7 pm Cine Bayamo (Belazcoaín y San Rafael): Performance
9 pm Café Neruda: Elikura Chihuailaf, Dida Aguirre, Jorge Cocom Pech, Humberto Ak'abal y Ariruma Kowii
9 pm Escalinata de la Universidad de La Habana: Concierto Rumba y Poesía con Yoruba Andabo
Sábado 31 de mayo de 2008 (Encuentros en el Barrio Chino)
10 am Casa Bolívar, Casa de Asia, Casa Benito Juárez, Casa Guayasamín, Casa Árabe (La Habana Vieja): Lecturas
11 am Palacio del Segundo Cabo (La Habana Vieja, sede del Instituto Cubano del Libro): Sábado del Libro
12 m Barrio Chino: Encuentro
5 pm Plaza Vieja: Acción poética: Puzzle contra la guerra
Domingo 1 de Junio de 2008 (Acción poética Mujer y Poesía)
10 am San José de Las Lajas: Acción poética Mujer y poesía
10 am UNEAC de Matanzas: Encuentro
Lunes 2 de Junio de 2008: Regreso
ACCION POÉTICA PLANETARIA: PALABRA DEL MUNDO
Acción poética simultánea en cien ciudades
Pinar del Río, Matanzas, Santa Clara, Cienfuegos, Sancti Spiritus, Ciego de Ávila, Camagüey, Holguín, Las Tunas, Bayamo, Santiago de Cuba, Guantánamo, Baracoa, Manzanillo, Morón, Puerto Padre.
En CIUDAD DE LA HABANA
Martes 27 de mayo de 2008, 6 de la tarde
(Lecturas simultáneas de poesía en varios municipios organizadas por los coordinadores de la UNEAC)
S.M. del Padrón Museo Municipal: Pablo Bergues
Guanabacoa Biblioteca Municipal José Machado: Hermis Sánchez
Cotorro Taller Literario: Blanca Rosa Piñeiro
Marianao Biblioteca Comunitaria: Consuelo Ramírez
Cerro Casa de la Cultura: Jorge Garcíaporrúa
Boyeros Centro de Arte: Alberto Faya
Regla Casa Blanca: Lázaro Calvo
La Lisa Biblioteca Comunitaria: Emelicio Vázquez
Centro Habana Biblioteca Comunitaria: Simón Carlos y E. Llorach
10 de Octubre Proyecto “Colibrí”: Liliam y Jorge Luis López
Habana del Este: Proyecto comunitario: Félix Pérez
CIENFUEGOS: Martes 27 de mayo de 2008, 5 de la tarde
Sala Mecenas de la Librería Ateneo: Trovador: Nelson Valdes
Poetas: Jesús Fuentes, José Díaz Roque, Mariano Ferrer, Miguel Cañellas, Marcial Gala, Jesús Candelario.
CUMANAYAGUA: Martes 27 de mayo de 2008, 5 de la tarde
Poetas: José Sánchez, Orlando Víctor Pérez, Elizabeth Álvarez, Magalys Ojeda, Yulki Sánchez, Isnoel Llanes, Llani Pozo Castillo. Músicos: Trío Flor de Lis
HOLGUIN Martes 27 de mayo de 2008, 6 de la tarde
Portales de la UNEAC
Poetas: Jorge Hidalgo, Carlos Jesús García, Luis Caissés, Eugenio Marrón, Belkis Méndez, Ronel González, Luis Yusseff, José Luis Serrano, Kenya Leyva, Gilberto Seik
CIEGO DE AVILA Martes 27 de mayo de 2008, 6 de la tarde
Sede de la UNEAC: Lectura de poesía. Premiación del Concurso Briznas. Premio Popular de Poesía
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SUBSEDES DEL FESTIVAL INTERNACIONAL DE POESÍA DE LA HABANA
CUBAPOESÍA ITINERANTE
CIENFUEGOS & CIEGO DE AVILA & SAN JOSE DE LAS LAJAS
CIENFUEGOS
Jueves 29 de mayo del 2008 11 de la mañana. Escuela de Instructores de Arte:
Lectura de los poetas José Miguel Gómez y Ariel López. Trovador: Nelson Valdés
Facultad de Ciencias Médicas: Poetas: Alian Cárdenas, Pedro Silva y Yoel Garniel
Tabaquería: Poetas: Alberto Vega Falcón, Justo Cabrera Brito y José Miguel Iznaga
Cantor flamenco: Yoel Zamora
Secundaria Básica Urbana:Poetas: Ana Teresa Guillemí, Idelia Pérez, Jeysei Capote
Universidad Carlos Rafael Rodríguez: Poetas: Jorge Luis Águila Aparicio, Ian Rodríguez y Fidel Gómez.
Trovador: Sadiel Madrazo
CIEGO DE AVILA
Jueves 29 de mayo del 2008 10 de la mañana
Lectura de 20 poetas en centros de estudio y laborales: Combinado Citrícola de Ceballos, Cárcel de Canaleta, Academia Provincial de Artes Plásticas Raúl Corrales: Cubapoesía itinerante
PROVINCIA HABANA
(Performance Botella al mar) Miércoles 28 de mayo de 2008
BAUTA
10:30 am: Biblioteca Municipal: Exposición, Lectura
4 pm: Fábrica de Fósforos: Lectura
4 pm: Politécnico de Informática: Lectura
9 pm: Universidad de Ciencias Informáticas: Lectura
9 pm: Barrio Rosa Marina: Lectura
9 pm: Barrio Ven Tre: Lectura
Jueves 29 de mayo de 2008 a las 10 de la mañana
Escuela Latinoamericana de Medicina: Lectura
Círculo de Oficiales de la Marina: Lectura
EL MARIEL
3 pm: Botella al mar
SAN JOSÉ DE LAS LAJAS
Viernes 30 de mayo de 2008
10 am: Encuentro en Planta de Cerámica
Días 1ro y 2 de Junio de 2008, a las 10:00 de la mañana
Encuentro Mujer y Poesía
Participan las poetas: Elizabeth Hernández Álvarez, Masiel Matos, Yuray Tolentino, Shatila Valdés,Zuleydi López, Esther Trujillo García, Julia Cabalet, Danay Moreno, Mayelín Roque, Gisela Rizo, Mariela Pérez, Yolanda Santander, Kenia Leyva, Lourdes González, Irela López, Clara Lecuona, Ileana Álvarez, Carmen González, Lina de Feria, Oneyda Pérez, Dulce Vivian Vila, Niuris Quintero, Carmen Hernández, Felicia Hernández Lorenzo, Andrea García Molina, Yazmín Sierra, Maylén Domínguez, Mirian Estrada, Odalys Leyva Rosabal, Laura Ruíz.
RELACIÓN DE PARTICIPANTES
CHILE: Elicura Chihuailaf (Nación Mapuche)
PERÚ: Dida Aguirre, Odi Gonzales, Feliciano Padilla Chalco (Nación Quechua) José Luis Ayala (Nación Aymara) William Hurtado de Mendoza, Gonzalo Espino, Willy Gómez Migliaro, César Toro, Winston Orillo.
PANAMÁ: Irik Omar Limni (Nación Cuna) Consuelo Tomás, Santiago Sosa.
COLOMBIA: Vito Apüshana (Nación Wayú) Hugo Jamioy Juagibioy (Nación Kamsá) Karla Fallace, Héctor Gómez León.
ECUADOR: Ariruma Kowii (Nación Quechua) Cristian Avecillas, Aleyda Quevedo, Universi Zambrano.
MÉXICO: Jorge Cocom Pech (Nación Maya) Juan Bañuelos, Norma Cárdenas Zurita, Lina Zerón, Francisco Mundo de Marelo, Manuel Cuautle, Elsa Aizpuru, Margarita García, Raúl Aguilar Sobaja, Iván Trejo, Ricardo López, Alejandra Marín, Pilar Medina, Rita Guerrero, Manuel Mejía, Jacqueline Benrey, Luis María García, Naty Lomas, Mariana Mercado, Jeremías Ramírez, Christian Fernández, Eduardo Parrilla.
GUATEMALA: Humberto Ak'abal (Nación Maya-Quiché)
PARAGUAY: Susy Delgado (Nación Guaraní)
AUSTRIA: Christoph Janacs.
ARGENTINA: Marita Miranda, Eduardo Jopia.
ANGOLA: Lopito Feijoo, Antonio Goncalves.
BRASIL: Everardo Noroes, Roberto Pontes, Elizabeth Díaz.
BAHREIN: Alí Al Jallawi.
BARBADOS: Adisa Jelani Andwele.
CANADÁ: France Mongeau , Katherine Beeman, Afua Cooper.
COSTA RICA: Rocío Santanilla.
DINAMARCA: Thomas Boberg.
EL SALVADOR: Jonathan Dueñas, José Roberto Cea, Jonathan Velásquez.
ESPAÑA: Benjamín Prado, Álvaro Salvador, Ana Rossetti , Antonio Jiménez Millán, Manuel Abad, Eduardo García Pérez, Olga Ruíz Guerrero, Ma. José Merlo Calvente, Jaime B. Rosa.
HONDURAS: Marco Tulio del Arca.
ITALIA: Luciano Fussi, Francesco Enotti, Andrea Enotti.
RUSIA: Oleg Evguenievich Volovik, Alexey Sosna, Mihkail Boldyrev, Chizhik Andrey Mijail Mijailovich.
SUECIA: Goy Persson, Sally Persson.
SIRIA: Malak Sahioni Soufi.
CHINA: Zhang Chengzhi.
SRI LANKA: Rathnasiri Wijesinghe.
TAILANDIA: Chiranan Pitpreecha.
NICARAGUA: Héctor Avellán, Alba Azucena Torres, Martha Leonor González.
NIGERIA: Odia Ofeimun.
USA: Roberto Lení, Reina Prado, Abel Salas, Francisco Hernández, Leslie Saíz, Stephen Saíz, Victoria Delgadillo, Rudy Gándara.
VENEZUELA: Javier Roa, Trina Quiñones.
TRINIDAD Y TOBAGO: Eintou Springer.
CUBA: Miguel Barnet, Carilda Oliver Labra , Nancy Morejón, Francisco de Oraa, César López (Premios Nacionales de Literatura), Oscar Cruz (Premio David, Santiago de Cuba), Lourdes González (Premio UNEAC, Holguín), Manuel García Verdecia (Premio UNEAC, Holguín), María Liliana Celorrio (Premio UNEAC, Las Tunas), Nuvia Estévez (Premio David, Las Tunas), Nelson Simón (Premio UNEAC, Pinar del Río), Carlos Alfonso (Premio UNEAC), Víctor Fowler , Ricardo Alberto Pérez, Juana García Abás, Roberto Manzano, Sigfredo Ariel, Teresa Melo, Mario Martínez Sobrino, Roberto Méndez (Premios Nicolás Guillén), Maylén Domínguez (Premio Calendario, Santa Clara), Gleyvis Coro (Premio UNEAC, Pinar del Río), Alpidio Alonso, Ileana Álvarez, Liudmila Quincoses, Alfredo Zaldívar, Marino Wilson, José Ramón Sánchez, Alejandro Ponce, Lina de Feria, Carmen Hernández, Yamil Díaz , Yazmín Sierra, Laura Ruíz, Jesús Fuentes, José Díaz Roque, Mariano Ferrer, Miguel Cañellas, Nelson Valdés, Marcial Gala, Jesús Candelario, José Miguel Gómez, Ariel López, Alian Cárdenas, Pedro Silva, Yoel Garniel, Justo Cabrera Brito, José Miguel Iznaga, Ana Teresa Guillemí, Idelia Pérez, Jeysei Capote, Jorge Luis Águila Aparicio, Ian Rodríguez , Fidel Gómez, Sadiel Madrazo, Yoel Zamora, José Sánchez, Orlando Víctor Pérez, Elizabeth Álvarez, Magalys Ojeda, Yulki Sánchez, Isnoel Llanes, Llani Pozo Castillo, Jorge Hidalgo, Carlos Jesús García, Luis Caissés, Eugenio Marrón, Belkis Méndez, Ronel González, Luis Yusseff, José Luis Serrano, Kenya Leyva, Gilberto Seik, Elizabeth Hernández Álvarez, Masiel Matos, Yuray Tolentino, Shatila Valdés, Zuleydi López, Esther Trujillo García, Julia Cabalet, Danay Moreno, Mayelín Roque, Gisela Rizo, Mariela Pérez, Yolanda Santander, Kenia Leyva, Lourdes González, Irela López, Clara Lecuona, Carmen González, Oneyda Pérez, Dulce Vivian Vila, Niuris Quintero, Felicia Hernández Lorenzo, Andrea García Molina, Mirian Estrada, Odalys Leyva Rosabal, Julio Sánchez Chang, Alejandro Aguilar, Yoel Izaguirre, Abel Guerero, Arsenio Rosales, Lucía Muñoz.
AUSPICIOS
Unión de Escritores y Artistas de Cuba, Oficina del Historiador de la Ciudad, Proyecto Cultural Sur para el Fomento de las Letras y las Artes, Comisión Nacional Cubana de la UNESCO, Centro Dulce María Loynaz, Instituto Cubano del Libro, Sociedad de Beneficencia de Andalucía, Asociación Hermanos Saíz de Escritores y Artistas Jóvenes
Comité Provincial de la UNEAC en Cienfuegos
PRESIDENTE DE HONOR
Rogelio Martínez Furé
PRESIDENCIA DEL FESTIVALPablo Armando Fernández, Nancy Morejón, César López, Aitana Alberti, Miguel Barnet, Juan Bañuelos, Antonio Goncalves, Edel Morales y Alex Pausides
Comité Organizador
Ramón Rodríguez Hermida, Tatiana Souto, Grizel Álvarez, Orlando García, Antonio Pérez Santos, Alberto Vega Falcón, Alfredo Zaldívar, Jesús Sama, Oscar Kessel, Francis Sánchez, Emilio Comas, Lourdes Arencibia, Karel Leyva, Teresa Cuesta, Lina Castro, Yeney Ramos, Ángel Lorenzo, Jorge Bassa, Manuel Torres, Alejandro Herrera, Ana Llerena, Constantino Muiños, Esther García Mariño, Rogelio Rivero, María del Carmen Rodríguez
Coordinadores del Festival de Poesía
Marlene Alfonso, Isis Leyva, Fabiola Mora, Pierre Bernet, Liliam Comas, Lourdes Acosta, Betsy Rojo, José Lobato.
Director de Arte
Galo Hernández
AGRADECIMIENTOS
Centro de Intercambio y Referencia / Iniciativa Comunitaria CIERIC, Fundación Antonio Núñez Jiménez, Instituto Cubano de la Música, Casa de las Américas, Cubana de Aviación, Air Europe, AECI, Junta de Andalucía, Hotel Bruzón Isla Azul, Sala Adolfo Llauradó del CNAE, Casa Productora de Documentales Octavio Cortázar, Escuela de Wushu del Centro Promotor del Barrio Chino, Comités Provinciales y Municipales de la UNEAC, Centros Provinciales del Libro y la Literatura, Proyecto Comunitario El Patio de Pelegrín de Pinar del Río, Dirección de Cultura Comunitaria de la UNEAC, Grupo Alas Teatro de Granma, Yasek Manzano y su Grupo
Ministerio de la Informática y las Comunicaciones
Alex Pausides
Coordinador General del Festival
Unión de Escritores y Artistas de Cuba
Calle 17 # 354 entre G y H, El Vedado, Ciudad de La Habana
Teléfono: 53(7) 832-4152
Fax: 53(7) 833-3158
Email: cubapoesia@uneac.co.cu // proyectosurcuba@uneac.co.cu
Sitio web: www.cubapoesia.cult.cu / www.palabradelmundo.cult.cu
2008 Festival dedicado a la poesía de los pueblos originarios
2009 Festival dedicado a la poesía del Medio Oriente
2010 Festival dedicado a la poesía de los pueblos bolivarianos
Premio Literario Fundación de la Ciudad de Matanzas 2008
Convocatoria
El Centro de Promoción Literaria José Jacinto Milanés, Ediciones Matanzas y el Centro Provincial del Libro y la Literatura, con el auspicio de la Dirección Provincial de Cultura de Matanzas y las autoridades del Gobierno en el Municipio y la Provincia convocan a la segunda edición del Premio Literario Fundación de la Ciudad de Matanzas correspondiente a 2008, que se regirá por las siguientes
BASES
Podrán participar todos los escritores residentes en el país. Se convoca en esta segunda edición en los géneros: Cuento, Teatro y Literatura para niños y jóvenes (cuento, poesía, noveleta). Los libros presentados en cualquiera de los tres géneros no deberán exceder las 80 cuartillas. Las obras se presentarán en original y dos copias, encuadernadas y foliadas, llevando seudónimo o lema en la primera página y acompañadas de sobre identificado con el lema o seudónimo en cuyo interior se consignará el nombre completo del autor, número de identidad, dirección, teléfono, correo electrónico (si lo tuviere) y un breve currículo profesional, así como la declaración de que su libro no está comprometido con ninguna editorial, no participa simultáneamente en otro concurso pendiente de resolución y que es inédito en su totalidad o sólo publicado hasta un 40% de su contenido. Cada concursante podrá enviar cuantos libros desee, en cualquiera de los géneros convocados.
Las obras se enviarán por correo a:
Centro de Promoción Literaria José Jacinto Milanés
Calle Jovellanos, esquina a Medio (altos).
Matanzas. CP: 40100.
También podrán entregarse personalmente en la misma dirección, en horarios de 9 a.m. a 3 p.m.
El plazo de admisión vence el 31 de julio de 2008 a las 3:00 p.m.
Por cada género se designará un jurado compuesto por escritores de prestigio, cuyo dictamen será inapelable.
Se otorgará un premio único e indivisible en cada género, consistente en 5000.00 pesos cubanos, diploma acreditativo, trofeo y la publicación de la obra por Ediciones Matanzas.
La remuneración por los premios no afecta el pago por los derechos de autor. No se entregarán menciones.
La premiación se efectuará el 12 de octubre de 2007 durante la celebración por el Aniversario 315 de la Fundación de la Ciudad de Matanzas, y será precedida por la Jornada Literaria Fundación de la Ciudad del 10 al 12 del propio mes.
Los organizadores del evento no se comprometen con la devolución de las obras no premiadas, aunque estas no serán destruidas hasta transcurridos tres meses de la entrega de los premios.
La participación en el concurso implica la aceptación total de estas bases.
El novelista y el razonamiento moral
Susan Sontag
Texto inédito de la escritora fallecida en 2004
¿Tiene una responsabilidad el que escribe? ¿Cuál es entonces la responsabilidad del escritor? En este testamento literario leído en Ciudad del Cabo el año de su muerte, Susan Sontag (Nueva York, 16 de enero de 1933 - Nueva York, 28 de diciembre de 2004). Novelista y ensayista norteamericana. Si bien se dedicó principalmente a su carrera literaria y ensayística, ejerció docencia y dirigió también filmes y obras teatrales. Se dio a conocer con una recopilación de ensayos y artículos, Contra la interpretación (1964), a la que siguieron los ensayos Estilos radicales (1969), Sobre la fotografía (1975), La enfermedad y sus metáforas (1978), Bajo el signo de Saturno (1980) y El sida y sus metáforas (1989). Es autora también de obras narrativas (El benefactor, 1963; Yo, etcétera, 1978; The way we live now, 1991; El amante del volcán, 1995; En América, 2000; Tierra prometida, 1974; y Giro turístico sin guía, 1984.). Fue directora de las obras teatrales Jacques y su señor, (Milan Kundera), 1985); y Esperando a Godot. En 2003 también escribió Ante el dolor de los demás. En este texto se plantea la obligación de reflexionar sobre problemas morales, y militar en favor de principios superiores en las forzosamente imperfectas sociedades que habitamos. Presentamos el último texto inédito de "la dama oscura", el cual forma parte del libro de próxima aparición Al mismo tiempo, editado por Mondadori. (NGV)
Hace mucho tiempo —en el siglo XVIII— un gran y excéntrico defensor de la literatura y la lengua inglesa —se trataba del doctor Johnson— escribió, en el prólogo a su Diccionario: "La gloria cardinal de todo pueblo emana de sus autores". Un supuesto no convencional, me temo, incluso entonces.
Y mucho menos convencional ahora, aunque todavía me parece cierto. Incluso a comienzos del siglo XXI. Por supuesto, me refiero a la gloria permanente, no a la transitoria.
A menudo se me pregunta si en mi opinión hay algo que deban hacer los escritores, y en una entrevista reciente me oí responder: "Varias cosas. Apasionarse con las palabras, preocuparse mucho por las oraciones. Y prestar atención al mundo".
Sobra decir que tan pronto como salieron de mi boca estas frases desenfadadas, pensé en algunas otras recetas para la virtud del escritor.
Por ejemplo: "Sé serio". Con lo cual quiero decir: "Nunca seas cínico". Lo cual no excluye ser gracioso.
Y… si se me permite otra más: "Procura nacer en una época en la cual sea probable que Dostoievski y Tolstói y Turguéniev y Chéjov te exalten e influyan de manera definitiva".
La verdad es que no importa cuanto se les ocurra decir sobre lo que debe ser un escritor idealmente, siempre hay algo más. Todas estas descripciones nada significan sin ejemplos. Así pues, si se me pidiera el nombre de un escritor vivo que personifique todo lo que puede ser
un escritor, pensaría de inmediato en Nadine Gordimer.
Un gran escritor de narrativa crea —por medio de actos de la imaginación, por medio de un lenguaje que parece inevitable, por medio de formas vívidas— un mundo nuevo, un mundo único, individual; y responde a un mundo, que el escritor comparte con otras personas, si bien desconocido o mal conocido por aún más personas, confinadas a sus mundos: llámese a ello historia, sociedad, o lo que convenga.
El amplio conjunto de la obra de Nadine Gordimer, de elocuencia deslumbrante y diversidad extremada, es, sobre todo, un yacimiento de seres humanos en situaciones, de historias activadas por los personajes. Sus libros nos han ofrecido su imaginación, que ya es parte de la imaginación de sus muchos lectores por doquier. En particular, han ofrecido, a los que no somos sudafricanos, un retrato muy, muy amplio de la región del mundo de la que es oriunda y a la cual ha prestado una atención tan rigurosa y responsable.
Su posición ejemplar e influyente en la lucha revolucionaria durante decenios en pro de la justicia y la igualdad en Sudáfrica, su solidaridad natural con las luchas comparables en otros lugares del mundo, ya han sido justamente celebradas. Pocos escritores de primer orden en la actualidad han cumplido con las múltiples tareas éticas válidas al escritor de conciencia y de grandes dotes intelectuales con tanta energía y valentía, sin reservas, como Nadine Gordimer.
Aunque, por supuesto, la tarea más importante del escritor sea escribir bien. (Y seguir escribiendo bien. Sin apagarse ni venderse.) En última instancia —es decir, desde el punto de vista de la literatura—, Nadine Gordimer no representa nada o a nadie más que a sí misma. A ella, y a la noble causa de la literatura.
Que la dedicada activista nunca eclipse a la dedicada servidora de la literatura, a la narradora incomparable.
Escribir es conocer algo. Qué placer depara la lectura de un escritor que conoce mucho. (No es una experiencia habitual últimamente…) La literatura, yo propondría, es conocimiento; si bien es verdad que, aun en su grandeza, es conocimiento imperfecto. Como todo conocimiento.
A pesar de lo cual, aún hoy, incluso hoy, la literatura sigue siendo uno de los principales modos del entendimiento.
Y Nadine Gordimer entiende mucho de la vida privada —de los vínculos familiares, de los afectos familiares, de los poderes de Eros— y de las exigencias contradictorias que las luchas en la arena pública pueden exigir al escritor serio.
En nuestra cultura degradada todos nos incitan a simplificar la realidad, a despreciar el saber. Hay mucha sabiduría en la obra de Nadine Gordimer. Ella ha articulado una visión admirablemente compleja del corazón humano y de las contradicciones inherentes a la literatura y la Historia.
Me honra excepcionalmente rendir homenaje a lo que la obra de Nadine Gordimer ha significado para mí, para todos, por la lucidez y pasión y elocuencia y fidelidad a la idea de la responsabilidad del escritor ante la literatura y la sociedad.
Con literatura quiero decir literatura en sentido normativo, el sentido en que encarna y salvaguarda pautas exigentes. Por sociedad quiero decir asimismo sociedad en sentido normativo; lo cual indica que un gran narrador, al escribir con veracidad sobre la sociedad en que él o ella vive, no puede sino evocar (aunque sólo sea por su ausencia) los principios superiores de justicia y veracidad en favor de los cuales tenemos el derecho (algunos dirían que el deber) de militar en las forzosamente imperfectas sociedades en que vivimos.
Tengo, evidentemente, al escritor de novelas, relatos y obras de teatro por un agente moral. En efecto, este concepto del escritor es uno de los muchos vínculos entre la idea de la literatura de Nadine Gordimer y la mía. Desde mi punto de vista, y me parece que desde el suyo, un narrador que se adhiere a la literatura es, por necesidad, alguien que reflexiona sobre problemas morales: sobre lo justo y lo injusto, lo mejor y lo peor, lo repugnante y admirable, lo lamentable y lo que inspira alegría y beneplácito. Ello no implica moralización en sentido directo o rudimentario alguno. Los narradores serios reflexionan sobre los problemas morales de un modo práctico. Relatan historias. Narran. Evocan una común humanidad con la que podemos identificarnos, si bien las vidas pueden ser distantes de la propia. Estimulan nuestra imaginación. Las historias que cuentan amplían y complican —y por ende, mejoran— nuestras simpatías. Educan nuestra facultad de juicio moral.
Cuando afirmo que el escritor narra, quiero decir que la historia tiene una forma: comienzo, medio (denominado desarrollo en sentido estricto) y un final o desenlace. Todo narrador quiere contar muchas historias, pero sabemos que no podemos contarlas todas, sin duda no de manera simultánea. Sabemos que debemos optar por una, digamos, central; hemos de ser selectivos. El arte del escritor consiste en extraer todo lo posible de esa historia, de esa secuencia… de ese tiempo (la cronología de la historia), de ese espacio (la geografía concreta de la historia). Piensa la voz del álter ego en el monólogo que da comienzo a mi novela más reciente, En América: "Hay tantas historias que contar, que resulta difícil decir por qué es una en lugar
de otra, debe de ser porque con esta historia sientes que puedes contar muchas otras, que hay una necesidad en ella; veo que me estoy explicando mal… Tiene que ser algo parecido a enamorarte. Todo lo que explique por qué has elegido esta historia… ha explicado poco. Una historia, me refiero a una larga, una novela, es como un viaje alrededor del mundo en ochenta días: apenas puedes recordar el principio cuando ya toca a su fin".
El novelista, entonces, es alguien que te lleva de viaje. Por el espacio. Por el tiempo. Un novelista guía al lector por encima de una brecha, traslada algo donde no estaba antes.
Siempre he imaginado que algún egresado de filosofía (como yo misma), a altas horas de la noche, debatiéndose en la abstrusa explicación de las apenas comprensibles categorías del espacio y el tiempo en la Crítica de la razón pura de Kant, optó por inventar un viejo estribillo, con el que todo aquello podía ponerse
en términos más sencillos. Dice así:
El tiempo existe para que no todo ocurra al mismo tiempo… y el espacio para que no todo te ocurra a ti.
Según este criterio, la novela es un vehículo ideal tanto del espacio como del tiempo. La novela nos muestra el tiempo: es decir, no todo ocurre a la vez. (Es una secuencia, una línea.) Nos muestra el espacio: es decir, lo que ocurre no le pasa a una sola persona.
En otras palabras, la novela no es solo la creación de una voz sino de un mundo. Imita las estructuras esenciales por las cuales sentimos que vivimos en el tiempo y habitamos un mundo e intentamos dar sentido a nuestras vivencias. Pero consigue lo que las vidas (las vidas vividas) no pueden ofrecer, salvo después de que hayan concluido. Le confiere —y sustrae— el significado o sentido a una vida. Ello es posible porque la narración es posible, porque hay normas narrativas tan privativas al pensamiento y al sentimiento y la experiencia como, en la elucidación kantiana, las categorías mentales del espacio y el tiempo.
Uno de los rasgos intrínsecos de la imaginación del novelista es el modo espacioso de idear la acción humana, incluso cuando el meollo de una narración dada sea precisamente manifestar la imposibilidad de un mundo en verdad espacioso, como en la narrativa de Samuel Beckett y Thomas Bernhard. La convicción de la riqueza potencial de nuestra existencia en el tiempo también es una característica de la distintiva imaginación novelística, incluso si el propósito del novelista —se podría citar a Bernhard y a Beckett de nuevo— es demostrar la futilidad y reiteración de la acción en el tiempo. Como el mundo que en efecto habitamos, los mundos que crea el novelista tienen historia y geografía. No serían novelas si no fuera así.
En otras palabras —y repito—, la novela cuenta una historia. No quiero solo decir que la historia es el contenido de la novela, la cual entonces se despliega u organiza como una narración literaria según las diversas ideas de la forma. Sostengo que el relato de una historia es la propiedad formal más importante de la novela; y que el novelista, a pesar de la complejidad de sus medios, está sujeto a —y liberado por— la lógica fundamental de la narrativa.
El esquema narrativo básico es lineal (incluso
cuando no es cronológico). Avanza desde un "antes" (o: "al principio") un "durante" y hasta un "al fin" o "después". Pero es mucho más que una mera secuencia causal, así como el tiempo —que se dilata con la emoción y se contrae con su atenuación— no es un tiempo uniforme, de reloj. La tarea del novelista es animar el tiempo, así como animar el espacio.
La dimensión del tiempo es esencial para la prosa narrativa, aunque no, si se me permite invocar la vieja idea del sistema bipartidista literario, para la poesía (es decir, para la poesía lírica). La poesía está situada en el presente. Los poemas, incluso cuando cuentan una historia, no son como las historias.
Una de las diferencias estriba en el papel de la metáfora, la cual, me parece, es necesaria en la poesía. En efecto, desde mi punto de vista, es tarea —una de las tareas— del poeta inventar metáforas. Uno de los recursos fundamentales del entendimiento humano es lo que podría denominarse sentido "pictural", que se consigue al comparar una cosa con otra. He aquí algunos ejemplos venerables, conocidos (y verosímiles) por todos:
el tiempo como río
la vida como sueño
la muerte como sueño
el amor como enfermedad
la vida como un drama / escenario
la sabiduría como luz
los ojos como estrellas
el mundo como un libro
el ser humano como un árbol
la música como alimento
etcétera, etcétera
Un gran poeta es el que refina y amplía la gran reserva histórica de metáforas y aumenta las existencias de metáforas. Estas ofrecen un modo profundo de entendimiento, y muchos novelistas —aunque no todos— recurren a ella. La comprensión de la experiencia por medio de la metáfora no es el entendimiento característico que ofrecen los grandes novelistas. Virginia Woolf no es una novelista más importante que Thomas Bernhard porque ella emplee metáforas y él no.
El entendimiento del novelista es temporal, más que espacial o pictural. Su medio es una interpretación del sentido del tiempo; el tiempo vivido como una arena de luchas o conflictos u opciones. Todas las historias tratan de batallas, luchas de una u otra clase, que terminan en victoria y derrota. Todo se dirige hacia el final, cuando se conocerá el resultado.
"Lo moderno" es una idea, una idea muy radical, que continúa evolucionando. En la actualidad nos encontramos en la segunda fase de la ideología de lo moderno (a la que se le ha dado el presuntuoso nombre de "lo posmoderno").
En la literatura, lo moderno por lo general puede remontarse a Flaubert, el primer novelista íntegramente consciente de sí mismo, y que pareció moderno, o avanzado, porque se preocupaba de su prosa, la juzgaba con criterios rigurosos —como velocidad, economía, precisión, densidad— que parecían hacerse eco de ansiedades antaño restringidas al dominio de la poesía.
Flaubert también fue heraldo del regreso a la "abstracción", característica de las estrategias modernas de creación y defensa del arte que niegan la primacía del tema. En una ocasión afirmó que Madame Bovary, una novela con una historia y un tema de forja clásica, trataba del color marrón. En otra ocasión Flaubert dijo que trataba sobre… nada.
Por supuesto, nadie pensaba que Madame Bovary en verdad tratara sobre el color marrón o sobre "nada". Lo ejemplar es el grado de meticulosidad del escritor —perfeccionismo si se quiere— que sugieren tan patentes hipérboles. De Flaubert se podría repetir lo que Picasso afirmaba de Cézanne: lo que une a todo novelista serio con Flaubert es menos su realización que su ansiedad.
Este comienzo de "lo moderno" en la literatura sobrevino en el decenio de 1850. Un siglo y medio es mucho tiempo. Muchas actitudes y cautelas y negativas relacionadas con "lo moderno" en la literatura —así como en las otras artes— han comenzado a parecer convencionales o incluso estériles. Y, en alguna medida, este juicio está justificado. Toda noción de literatura, incluso la más exigente y liberadora, puede convertirse en una variedad de la complacencia espiritual y la congratulación propia.
La mayoría de las nociones sobre literatura son reactivas; y, en manos de talentos menores, meramente reactivas. Pero lo que está ocurriendo en las repulsas propuestas en el debate actual sobre la novela tiene un alcance mucho mayor que el proceso habitual por el cual los nuevos talentos necesitan repudiar las ideas más viejas de la excelencia literaria.
En América del Norte y en Europa, me parece justo afirmarlo, vivimos ahora en un período de reacción. En las artes, ello adopta el cariz de una reacción intimidatoria contra las altas realizaciones de la modernidad, las cuales se consideran demasiado difíciles, demasiado exigentes con el público, no lo bastante accesibles (o "fáciles de usar"). Y en la política adopta el cariz de un rechazo a toda pretendida evaluación de la vida pública mediante el menosprecio a los meros ideales.
En la era moderna, la exhortación a volver al realismo en las artes a menudo va de la mano del fortalecimiento del realismo cínico en el discurso político.
La mayor ofensa actual, en asuntos artísticos y culturales en general, por no mencionar la vida política, es parecer que se defiende un criterio superior, más exigente, el cual sufre el ataque de la izquierda y de la derecha, por su ingenuidad o (el nuevo estandarte de los filisteos) "elitismo".
Las proclamas sobre la muerte de la novela —o en su nueva variante, el fin del libro— han sido, por supuesto, materia de debate sobre la literatura durante casi un siglo. Pero recientemente han alcanzado renovadas virulencia y persuasión teórica.
Desde que los programas de tratamiento de textos se volvieron herramientas comunes de la mayoría de los escritores —entre ellos yo misma— ha habido quienes aseguran que ya se depara un futuro nuevo y soberbio para la narrativa.
El argumento es como sigue.
La novela, como la conocemos, ha llegado a su fin. Sin embargo, no hay razón para lamentarse. Algo mejor (y más democrático) la sustituirá: la hipernovela, escrita en el espacio no lineal y no sucesivo que ha posibilitado el ordenador.
Este nuevo modelo narrativo se propone liberar al lector de los dos puntales de la novela tradicional: la narrativa lineal y el autor. El lector, obligado cruelmente a leer una palabra tras otra hasta llegar al final de la oración, un párrafo tras otro hasta llegar al final de una escena, se regocijará al saber que, según una descripción, "la libertad verdadera" del lector ya es posible gracias al advenimiento del ordenador: "la liberación de la tiranía de la línea". Una hipernovela "no tiene principio; es reversible; es accesible por varias entradas, ninguna de las cuales se puede señalar autoritariamente como principal". En lugar de seguir una historia lineal dictada por el autor, el lector puede ahora navegar a voluntad a través de un "infinito espacio verbal".
Me parece que a la mayoría de los lectores —sin duda, prácticamente a todos los lectores— les sorprenderá enterarse de que la narración estructurada —desde el esquema más elemental de principio-desarrollo-final de los relatos tradicionales hasta la narrativa de construcción más elaborada, no cronológica y con voces múltiples— es en realidad un género de opresión y no una fuente de goce.
De hecho, lo que interesa de la narrativa a la mayoría de los lectores es la historia precisamente: sea en cuentos de hadas, en la novela negra o en las narraciones complejas de Cervantes y Dostoievski, Jane Austen, Proust e Italo Calvino. La historia —la idea de que los hechos se suceden en un orden causal específico— es el modo en que vemos el mundo y lo que más nos interesa de él. La gente que no lee por otro motivo, lee por la trama.
Sin embargo, los defensores de la hipernarrativa sostienen que la trama nos "aprisiona" y nos irritan sus limitaciones. Que sentimos rencor y anhelamos ser liberados de la añeja tiranía del autor, el cual dicta cuál será el desenlace de la historia, y que deseamos ser en verdad lectores activos, quienes en cualquier momento de la lectura del texto podamos elegir entre diversas continuaciones o desenlaces optativos de la historia al reordenar los pasajes del texto. A veces se afirma que la hipernarrativa imita la vida real, con su miríada de oportunidades y desenlaces sorprendentes; así pues, supongo que está siendo promovida como una suerte de realismo supremo.
A lo anterior respondería que, si bien es cierto que esperamos organizar y darle sentido a nuestra vida, no esperamos escribir las novelas a los demás. Y uno de los recursos disponibles para ayudarnos a darle sentido a la vida, a elegir, y a proponer y aceptar criterios para nosotros, es la vivencia de voces singulares y autorizadas, que no son la propia, las cuales conforman el gran cuerpo de las obras que educan el corazón y los sentimientos y nos enseñan a estar en el mundo, que encarnan y defienden el esplendor del lenguaje (es decir, expanden el instrumento fundamental de la conciencia): a saber, literatura.
Lo que es aún más cierto es que el hipertexto —¿o debería decir la ideología del hipertexto?— es ultrademocrático y por ende armoniza íntegramente con las exhortaciones demagógicas a la democracia cultural que acompañan (y distraen la atención de) el creciente afianzamiento del dominio capitalista plutocrático.
La propuesta de que la novela del futuro no tendrá trama, o más bien, tendrá una trama ideada por el lector (más bien, los lectores) carece del menor atractivo y, si llegara a realizarse, sería inevitable que acarreara no la muy anunciada muerte del autor sino la extinción del lector, todos los lectores futuros de lo que se cataloga como "literatura". Es fácil advertir que solo podría haber sido un invento de la crítica literaria académica, la cual ha sido aplastada por una plétora de nociones que expresan la más activa hostilidad al proyecto mismo de la literatura.
Pero esta idea esconde algo más.
Estas proclamas según las cuales el libro y la novela en particular están llegando a su fin no pueden adscribirse al mero daño causado por la ideología que ha llegado a dominar las facultades de literatura en muchas universidades importantes de Estados Unidos, Gran Bretaña y Europa occidental. (No sé que tan cierto es esto en Sudáfrica.) La verdadera fuerza que oculta el argumento contra la literatura, contra el libro, proviene me parece, de la hegemonía del modelo narrativo propuesto por la televisión.
Una novela no es una serie de propuestas, o una lista, o un conjunto de órdenes del día, o un itinerario (abierto, modificable). Es el viaje mismo: emprendido, vivido y concluido.
La conclusión no significa que se ha contado todo. Henry James, cuando estaba a punto de finalizar una de sus grandes novelas, Retrato de una dama, confió a sus cuadernos su preocupación de que los lectores pudieran pensar que su novela no estaba en realidad terminada, que no había "conducido a la heroína hasta el final de su situación". (Recuérdese que James deja a su heroína, la brillante e idealista Isabel Archer, resuelta a no abandonar a su marido, el cual se le ha revelado como un mercenario sinvergüenza, a pesar de que un antiguo pretendiente, llamado con acierto Caspar Goodwood, aún la ama y espera que cambie de parecer.) Pero la novela, James razonó consigo mismo, habría estado bien terminada en ese punto. Así lo escribió: "Nunca se cuenta la integridad de nada; solo se puede adoptar lo que se agrupa. Lo
que he hecho tiene esa unidad: se agrupa. Así está completa".
Nosotros, los lectores de James, podremos desear que Isabel Archer deje a su terrible marido para ser feliz junto al amoroso, fiel y honorable Caspar Goodwood: sin duda me gustaría que lo hiciera. Pero James nos está contando que no lo hará.
Toda trama narrativa contiene pistas y rastros de las historias que ha excluido o a las que se ha resistido a fin de adoptar su forma presente. Las opciones de la trama deben dejarse sentir hasta el último instante. Estas opciones constituyen un desorden (y por lo tanto un suspense) potencial en el desarrollo de la historia.
La presión para que los hechos vayan de otro modo yace tras cada revés infortunado, cada nuevo desafío a un desenlace estable. Los lectores cuentan con esos frentes de resistencia a fin de que la narración permanezca desestabilizada, impregnada con la amenaza de conflictos ulteriores; hasta que se alcanza un estado de equilibrio: una solución que parece menos arbitraria y provisional que los momentos de estancamiento, invariablemente engañosos, en el cuerpo de la historia. La construcción de una trama consiste en encontrar momentos de estabilidad y luego en generar nuevas tensiones narrativas que los deshacen, hasta que se llega al final.
Lo que llamamos en una novela un final "apropiado" es otro equilibrio, el cual, si está bien proyectado, tendrá un carácter reconocidamente distinto. Nos persuadirá —este final— de que las tensiones que corresponden a toda historia dificultosa han sido cabalmente resueltas. Han perdido el predominio para efectuar cambios significativos adicionales. Las contiene la capacidad del final para sellarlo todo.
Los finales en la novela le confieren una suerte de libertad que la vida nos niega obstinadamente: llegar a un alto que no es la muerte y descubrir con precisión dónde estamos respecto de los hechos que nos han llevado a una conclusión. Aquí, nos dice el final, está el último segmento de una hipotética experiencia íntegra, cuya fuerza y autoridad valoramos en función de la índole de claridad que aporta, sin coacción excesiva, a los hechos de la trama.
Si un final parece forzar la alineación de las fuerzas conflictivas de la narración, es probable que concluyamos que hay defectos en la estructura narrativa, acaso provenientes de la falta de dominio del narrador o de una confusión sobre lo que la historia es susceptible de sugerir.
El placer de la narrativa estriba precisamente en que se dirige a un final. Y un final satisfactorio es el que excluye. El escritor supone que lo que no atañe al diseño conclusivo del esclarecimiento de la historia puede dejarse sin menoscabo fuera del relato.
Una novela es un mundo con fronteras. Para que haya totalidad, unidad, coherencia, debe haberlas. Todo es relevante en el viaje que emprendemos dentro de esas fronteras. Se puede definir el final de la historia como un punto de convergencia mágica de las mudables vistas preliminares: una posición fija desde la cual el lector ve cómo a cosas en un principio dispares les corresponde en última instancia estar juntas.
Además, la novela, por ser un acto de la realización de una forma, es un proceso de conocimiento, en tanto que la forma fracturada o insuficiente, en efecto, no conoce, no quiere conocer, qué le pertenece.
En la actualidad, estos dos modelos compiten en busca de nuestra lealtad y atención.
Hay una distinción esencial —me parece— entre las historias, por un lado, que tienen por meta la totalidad, un final, y, por otro lado, la información, que siempre es, por definición, parcial, incompleta, fragmentaria.
Ello es análogo a los modelos narrativos contrastantes que proponen la literatura y la televisión.
La literatura cuenta historias. La televisión da información.
La literatura implica. Es la recreación de la solidaridad humana. La televisión (y su ilusoria inmediatez) aparta; nos enclaustra en nuestra propia indiferencia.
Las llamadas historias que se nos cuentan en la televisión satisfacen nuestro apetito de anécdotas y nos ofrecen modelos de conocimiento que se anulan mutuamente. (Esto se refuerza con la práctica de interrumpir las narraciones televisivas con anuncios.) Afirman implícitamente la idea de que toda la información es en potencia relevante (o "interesante"), que todas las historias son interminables; o si se detienen, no es porque hayan concluido sino, más bien, porque han sido eclipsadas por una historia más fresca, más escabrosa o más excéntrica.
Al presentarnos una cantidad ilimitada de historias sin fin, las narraciones que relatan los medios de difusión —el consumo de las cuales ha robado de modo tan dramático el tiempo que el público educado le dedicaba antaño a la lectura— imparten una lección de amoralidad e indiferencia antitética a la que encarna la empresa de la novela.
En la narración del novelista siempre hay —como he sostenido— un componente ético. Este componente ético no es la verdad, en oposición a la falsedad de la crónica. Es el modelo de la totalidad, de la intensidad sentida, del esclarecimiento que suministra la historia, y su solución; lo cual es contrario al modelo obtuso, de falta de entendimiento, de consternación pasiva y del consecuente entumecimiento sentimental que ofrece la superabundancia de historias interminables difundidas por los medios.
La televisión nos ofrece, de un modo en extremo degradado y falso, una verdad que el novelista está obligado a suprimir en el interés del modelo ético
de entendimiento exclusivo de la empresa narrativa,
a saber: que el rasgo distintivo de nuestro universo es que muchas cosas están ocurriendo al mismo tiempo. ("El tiempo existe para que no todo ocurra al mismo tiempo… y el espacio para que no todo te ocurra a ti.")
Contar una historia es decir: esta es una historia importante. A fin de reducir la extensión y simultaneidad de todo a algo lineal, a una senda.
Ser un individuo moral es prestar, obligarse a prestar, algunos géneros de atención.
Cuando ejercemos nuestro juicio moral, no solo estamos afirmando que esto es mejor que aquello. Incluso de un modo más fundamental estamos afirmando que esto es más importante que aquello. A fin de ordenar la extensión y simultaneidad abrumadora de todo, con el coste de ignorar o darle la espalda a la mayor parte de lo que está ocurriendo en el mundo.
La naturaleza de los juicios morales depende de nuestra capacidad para prestar atención; una capacidad que, de manera inevitable, tiene límites, aunque éstos pueden ampliarse.
Pero acaso el comienzo de la sabiduría, de la humildad, sea el reconocimiento, inclinando la cabeza, de la idea, la devastadora idea, de la simultaneidad de todo, y la incapacidad de nuestro entendimiento moral —que también es el entendimiento del novelista— para asimilarlo.
Acaso esta conciencia resulta más llevadera para los poetas, que no creen cabalmente en la narrativa. Fernando Pessoa, grandísimo poeta y escritor portugués de principios del siglo XX, escribió en su suma en prosa, El libro del desasosiego:
He descubierto que siempre estoy atento, y siempre pensando en dos cosas al mismo tiempo. Supongo que todos somos así en alguna medida… En mi caso las dos realidades que atraen mi atención son igualmente vívidas. En eso reside mi originalidad. Eso, quizá constituye mi tragedia, y lo que lo vuelve cómico.
Sí, cada cual es en alguna medida así… pero la conciencia del carácter doble del pensamiento es una posición incómoda, muy incómoda si se mantiene mucho tiempo. Parece normal que la gente reduzca la complejidad de lo que siente y piensa y que clausure
la conciencia de lo que se halla fuera de su experiencia inmediata.
¿No está este rechazo de una conciencia extendida, que asimila más de lo que ocurre ahora mismo, aquí mismo, en el centro de nuestra siempre confundida conciencia de la maldad humana y de la capacidad inmensa de los seres humanos para hacer el mal? Puesto que existen, de modo categórico, zonas de la experiencia que no son angustiantes, que dan alegría, es un enigma permanente que haya tanta miseria y maldad. Una buena parte de la narrativa y las conjeturas que intentan librarse de la narrativa y volverse puramente abstractas se preguntan: ¿por qué existe el mal?, ¿por qué las personas se traicionan y asesinan unas a otras?, ¿por qué sufren los inocentes?
Pero acaso sea preciso reformular el problema: ¿por qué no hay maldad por doquier? Más precisamente: ¿por qué está en algunos lugares, pero no en todos? ¿Y qué debemos hacer cuando no nos acaece a nosotros, cuando el dolor que se sufre es el dolor de los demás?
Al enterarse de la demoledora noticia del gran terremoto que arrasó Lisboa el 1 de noviembre de 1755 y que (si se ha de creer a los historiadores) despojó a toda una sociedad de su optimismo (si bien no pienso, es evidente, que cada sociedad tenga una sola actitud fundamental), al gran Voltaire le impresionó su incapacidad para asimilar lo que había sucedido en otro lugar. "Lisboa está en ruinas —escribió— y aquí en París bailamos".
Se podría suponer que en el siglo XX, el siglo del genocidio, a la gente no le parezca ni paradójico ni sorprendente que se pueda ser tan indiferente a lo ocurrido simultáneamente en otros lugares. ¿No es parte de la estructura fundamental de la experiencia que "ahora" se refiera tanto a "aquí" como a "allí"? Y, no obstante, me atrevo a afirmar, somos tan capaces de sentirnos sorprendidos —y frustrados ante la insuficiencia de nuestra respuesta— por la simultaneidad de destinos humanos absolutamente divergentes como Voltaire hace dos siglos y medio. Acaso sea nuestro destino perpetuo sorprendernos de la simultaneidad de los acontecimientos; por la extensión misma del mundo en el tiempo y el espacio. Que nos encontremos aquí, ahora prósperos, a salvo, con escasas posibilidades de irnos a la cama hambrientos o de volar en pedazos a causa de una explosión esta noche… mientras que en otros lugares del mundo, ahora mismo… en Grozni, en Najaf, en Sudán, en Congo, en Gaza, en las favelas de Río de Janeiro…
Ser viajero —y los novelistas a menudo son viajeros— es recordar siempre la simultaneidad de lo que está pasando en el mundo, vuestro mundo y el mundo muy distinto que habéis visitado y del que habéis vuelto a "casa".
Es un principio de respuesta a esta conciencia dolorosa decir: es una cuestión de compasión… de los límites de la imaginación. También podéis afirmar que no es "natural" seguir recordando que el mundo es tan… extenso. Que mientras está ocurriendo esto, también está ocurriendo aquello.
Es verdad.
Sin embargo, respondería, por eso necesitamos la narrativa: para ampliar nuestro mundo.
Los novelistas, entonces, desempeñan su necesaria tarea ética basados en su derecho a una reducción declarada del mundo, tanto en el espacio como en el tiempo.
Los personajes en una novela actúan dentro de un tiempo que ya está cerrado, en el que todo lo que merece la pena salvarse ha sido conservado: "libre —como lo expresa Henry James en su prólogo a El expolio de Poynton— de aditamentos incómodos" y de una sucesión sin rumbo. Todas las historias reales son las historias del destino de alguien. Los personajes en una novela tienen un destino intensamente legible.
El destino de la literatura misma es otra cosa. La literatura en cuanto relato está llena de aditamentos incómodos, exigencias irrelevantes, actividades sin sentido, atención poco económica.
Habent sua fata fabulae, señala la locución latina. Los relatos, las historias, tienen su propio destino. Porque se diseminan, transcriben, recuerdan mal, traducen.
Por supuesto, no sería deseable de otro modo. La escritura de narraciones, una actividad necesariamente solitaria, tiene un destino necesariamente público, comunitario.
Por tradición, todas las comunidades son locales. La cultura implica barreras (por ejemplo, lingüísticas), distancia, intraducibilidad. En cambio, "lo moderno" significa, sobre todo, la supresión de las barreras, de la distancia; el acceso instantáneo; la nivelación de la cultura y, por su propia lógica inexorable, la abolición, la revocación de la cultura.
Lo que sirve a "lo moderno" es la estandarización, la homogeneización. (De hecho, "lo moderno" es homogeneización, estandarización. El sitio moderno por antonomasia es el aeropuerto, y todos los aeropuertos son parecidos, como todas las ciudades modernas, de Seúl a São Paulo, tienden a parecerse.) Este impulso hacia la homogeneización no puede dejar inafectado el proyecto de la literatura. La novela, que se caracteriza por la singularidad, solo puede entrar en este sistema de difusión máxima por medio de la traducción; la cual, si bien necesaria, conlleva una distorsión intrínseca de la identidad de la novela en el plano más profundo: no es la comunicación de información, ni siquiera el relato de historias atractivas, sino la perpetuación del proyecto de la literatura misma, con su incitación a desarrollar el género de introspección que se opone a la saciedad moderna.
Traducir es pasar algo a través de las fronteras. Pero la lección repetida de esta sociedad, de una sociedad "moderna", es que no hay fronteras; lo que significa, por supuesto, nada más y nada menos, la ausencia de fronteras para los sectores privilegiados de la sociedad, los cuales gozan de mayor movilidad geográfica que nunca antes en la historia humana. Y la lección de la hegemonía de los medios de difusión —la televisión, la MTV, internet— es que solo hay una cultura, que lo hallado al otro lado de las fronteras por doquier —o así será algún día— es más de lo mismo, mientras todos en el planeta se alimentan en el mismo comedero de estandarizados entretenimientos y fantasías del eros y la violencia manufacturados en Estados Unidos, Japón o donde sea: todos iluminados por el mismo caudal incesante de bitios de información y opiniones sin filtrar (si bien, de hecho, a menudo censuradas).
No puede negarse que estos medios pueden proporcionar algún placer, algún esclarecimiento, pero sostendría que la actitud que promueven y los apetitos que satisfacen son del todo hostiles a la escritura (producción) y lectura (consumo) de literatura seria.
La conciencia transnacional a la que es inducido cualquiera que pertenezca a la sociedad de consumo capitalista —también conocida como economía mundial— en efecto vuelve irrelevante la literatura —un mero servicio que suministra lo que ya sabemos— y puede encajar en los indefinidos esquemas de adquisición de información y el visionado voyeurista a distancia.
Todo novelista aspira a alcanzar el público más amplio posible, cruzar tantas fronteras como sea posible. Pero es tarea del novelista, creo, y me parece que Nadine Gordimer coincide conmigo, tener presente la espuria geografía cultural que se está instaurando a comienzos del siglo XXI.
Por un lado contamos con la posibilidad, por medio de la traducción y por medio del reciclaje en los medios, de una creciente difusión de nuestra obra. El espacio, por decirlo así, está siendo conquistado. El "aquí" y el "allí", se nos dice, están en contacto constante entre sí y están convergiendo, vigorosamente. Por otro lado, la ideología tras estas oportunidades de difusión sin precedentes, de traducción —la ideología ya dominante en lo que pasa por cultura en las sociedades modernas— está proyectada para volver obsoleta la tarea profética y crítica, incluso subversiva, del novelista, que consiste en profundizar y a veces, si hace falta, oponerse al común entendimiento de nuestro destino.
Larga vida a la tarea del novelista.
(Traducción: AM)
Tomado de El Universal
http://www.eluniversal.com.mx/
Texto inédito de la escritora fallecida en 2004
¿Tiene una responsabilidad el que escribe? ¿Cuál es entonces la responsabilidad del escritor? En este testamento literario leído en Ciudad del Cabo el año de su muerte, Susan Sontag (Nueva York, 16 de enero de 1933 - Nueva York, 28 de diciembre de 2004). Novelista y ensayista norteamericana. Si bien se dedicó principalmente a su carrera literaria y ensayística, ejerció docencia y dirigió también filmes y obras teatrales. Se dio a conocer con una recopilación de ensayos y artículos, Contra la interpretación (1964), a la que siguieron los ensayos Estilos radicales (1969), Sobre la fotografía (1975), La enfermedad y sus metáforas (1978), Bajo el signo de Saturno (1980) y El sida y sus metáforas (1989). Es autora también de obras narrativas (El benefactor, 1963; Yo, etcétera, 1978; The way we live now, 1991; El amante del volcán, 1995; En América, 2000; Tierra prometida, 1974; y Giro turístico sin guía, 1984.). Fue directora de las obras teatrales Jacques y su señor, (Milan Kundera), 1985); y Esperando a Godot. En 2003 también escribió Ante el dolor de los demás. En este texto se plantea la obligación de reflexionar sobre problemas morales, y militar en favor de principios superiores en las forzosamente imperfectas sociedades que habitamos. Presentamos el último texto inédito de "la dama oscura", el cual forma parte del libro de próxima aparición Al mismo tiempo, editado por Mondadori. (NGV)
Hace mucho tiempo —en el siglo XVIII— un gran y excéntrico defensor de la literatura y la lengua inglesa —se trataba del doctor Johnson— escribió, en el prólogo a su Diccionario: "La gloria cardinal de todo pueblo emana de sus autores". Un supuesto no convencional, me temo, incluso entonces.
Y mucho menos convencional ahora, aunque todavía me parece cierto. Incluso a comienzos del siglo XXI. Por supuesto, me refiero a la gloria permanente, no a la transitoria.
A menudo se me pregunta si en mi opinión hay algo que deban hacer los escritores, y en una entrevista reciente me oí responder: "Varias cosas. Apasionarse con las palabras, preocuparse mucho por las oraciones. Y prestar atención al mundo".
Sobra decir que tan pronto como salieron de mi boca estas frases desenfadadas, pensé en algunas otras recetas para la virtud del escritor.
Por ejemplo: "Sé serio". Con lo cual quiero decir: "Nunca seas cínico". Lo cual no excluye ser gracioso.
Y… si se me permite otra más: "Procura nacer en una época en la cual sea probable que Dostoievski y Tolstói y Turguéniev y Chéjov te exalten e influyan de manera definitiva".
La verdad es que no importa cuanto se les ocurra decir sobre lo que debe ser un escritor idealmente, siempre hay algo más. Todas estas descripciones nada significan sin ejemplos. Así pues, si se me pidiera el nombre de un escritor vivo que personifique todo lo que puede ser
un escritor, pensaría de inmediato en Nadine Gordimer.
Un gran escritor de narrativa crea —por medio de actos de la imaginación, por medio de un lenguaje que parece inevitable, por medio de formas vívidas— un mundo nuevo, un mundo único, individual; y responde a un mundo, que el escritor comparte con otras personas, si bien desconocido o mal conocido por aún más personas, confinadas a sus mundos: llámese a ello historia, sociedad, o lo que convenga.
El amplio conjunto de la obra de Nadine Gordimer, de elocuencia deslumbrante y diversidad extremada, es, sobre todo, un yacimiento de seres humanos en situaciones, de historias activadas por los personajes. Sus libros nos han ofrecido su imaginación, que ya es parte de la imaginación de sus muchos lectores por doquier. En particular, han ofrecido, a los que no somos sudafricanos, un retrato muy, muy amplio de la región del mundo de la que es oriunda y a la cual ha prestado una atención tan rigurosa y responsable.
Su posición ejemplar e influyente en la lucha revolucionaria durante decenios en pro de la justicia y la igualdad en Sudáfrica, su solidaridad natural con las luchas comparables en otros lugares del mundo, ya han sido justamente celebradas. Pocos escritores de primer orden en la actualidad han cumplido con las múltiples tareas éticas válidas al escritor de conciencia y de grandes dotes intelectuales con tanta energía y valentía, sin reservas, como Nadine Gordimer.
Aunque, por supuesto, la tarea más importante del escritor sea escribir bien. (Y seguir escribiendo bien. Sin apagarse ni venderse.) En última instancia —es decir, desde el punto de vista de la literatura—, Nadine Gordimer no representa nada o a nadie más que a sí misma. A ella, y a la noble causa de la literatura.
Que la dedicada activista nunca eclipse a la dedicada servidora de la literatura, a la narradora incomparable.
Escribir es conocer algo. Qué placer depara la lectura de un escritor que conoce mucho. (No es una experiencia habitual últimamente…) La literatura, yo propondría, es conocimiento; si bien es verdad que, aun en su grandeza, es conocimiento imperfecto. Como todo conocimiento.
A pesar de lo cual, aún hoy, incluso hoy, la literatura sigue siendo uno de los principales modos del entendimiento.
Y Nadine Gordimer entiende mucho de la vida privada —de los vínculos familiares, de los afectos familiares, de los poderes de Eros— y de las exigencias contradictorias que las luchas en la arena pública pueden exigir al escritor serio.
En nuestra cultura degradada todos nos incitan a simplificar la realidad, a despreciar el saber. Hay mucha sabiduría en la obra de Nadine Gordimer. Ella ha articulado una visión admirablemente compleja del corazón humano y de las contradicciones inherentes a la literatura y la Historia.
Me honra excepcionalmente rendir homenaje a lo que la obra de Nadine Gordimer ha significado para mí, para todos, por la lucidez y pasión y elocuencia y fidelidad a la idea de la responsabilidad del escritor ante la literatura y la sociedad.
Con literatura quiero decir literatura en sentido normativo, el sentido en que encarna y salvaguarda pautas exigentes. Por sociedad quiero decir asimismo sociedad en sentido normativo; lo cual indica que un gran narrador, al escribir con veracidad sobre la sociedad en que él o ella vive, no puede sino evocar (aunque sólo sea por su ausencia) los principios superiores de justicia y veracidad en favor de los cuales tenemos el derecho (algunos dirían que el deber) de militar en las forzosamente imperfectas sociedades en que vivimos.
Tengo, evidentemente, al escritor de novelas, relatos y obras de teatro por un agente moral. En efecto, este concepto del escritor es uno de los muchos vínculos entre la idea de la literatura de Nadine Gordimer y la mía. Desde mi punto de vista, y me parece que desde el suyo, un narrador que se adhiere a la literatura es, por necesidad, alguien que reflexiona sobre problemas morales: sobre lo justo y lo injusto, lo mejor y lo peor, lo repugnante y admirable, lo lamentable y lo que inspira alegría y beneplácito. Ello no implica moralización en sentido directo o rudimentario alguno. Los narradores serios reflexionan sobre los problemas morales de un modo práctico. Relatan historias. Narran. Evocan una común humanidad con la que podemos identificarnos, si bien las vidas pueden ser distantes de la propia. Estimulan nuestra imaginación. Las historias que cuentan amplían y complican —y por ende, mejoran— nuestras simpatías. Educan nuestra facultad de juicio moral.
Cuando afirmo que el escritor narra, quiero decir que la historia tiene una forma: comienzo, medio (denominado desarrollo en sentido estricto) y un final o desenlace. Todo narrador quiere contar muchas historias, pero sabemos que no podemos contarlas todas, sin duda no de manera simultánea. Sabemos que debemos optar por una, digamos, central; hemos de ser selectivos. El arte del escritor consiste en extraer todo lo posible de esa historia, de esa secuencia… de ese tiempo (la cronología de la historia), de ese espacio (la geografía concreta de la historia). Piensa la voz del álter ego en el monólogo que da comienzo a mi novela más reciente, En América: "Hay tantas historias que contar, que resulta difícil decir por qué es una en lugar
de otra, debe de ser porque con esta historia sientes que puedes contar muchas otras, que hay una necesidad en ella; veo que me estoy explicando mal… Tiene que ser algo parecido a enamorarte. Todo lo que explique por qué has elegido esta historia… ha explicado poco. Una historia, me refiero a una larga, una novela, es como un viaje alrededor del mundo en ochenta días: apenas puedes recordar el principio cuando ya toca a su fin".
El novelista, entonces, es alguien que te lleva de viaje. Por el espacio. Por el tiempo. Un novelista guía al lector por encima de una brecha, traslada algo donde no estaba antes.
Siempre he imaginado que algún egresado de filosofía (como yo misma), a altas horas de la noche, debatiéndose en la abstrusa explicación de las apenas comprensibles categorías del espacio y el tiempo en la Crítica de la razón pura de Kant, optó por inventar un viejo estribillo, con el que todo aquello podía ponerse
en términos más sencillos. Dice así:
El tiempo existe para que no todo ocurra al mismo tiempo… y el espacio para que no todo te ocurra a ti.
Según este criterio, la novela es un vehículo ideal tanto del espacio como del tiempo. La novela nos muestra el tiempo: es decir, no todo ocurre a la vez. (Es una secuencia, una línea.) Nos muestra el espacio: es decir, lo que ocurre no le pasa a una sola persona.
En otras palabras, la novela no es solo la creación de una voz sino de un mundo. Imita las estructuras esenciales por las cuales sentimos que vivimos en el tiempo y habitamos un mundo e intentamos dar sentido a nuestras vivencias. Pero consigue lo que las vidas (las vidas vividas) no pueden ofrecer, salvo después de que hayan concluido. Le confiere —y sustrae— el significado o sentido a una vida. Ello es posible porque la narración es posible, porque hay normas narrativas tan privativas al pensamiento y al sentimiento y la experiencia como, en la elucidación kantiana, las categorías mentales del espacio y el tiempo.
Uno de los rasgos intrínsecos de la imaginación del novelista es el modo espacioso de idear la acción humana, incluso cuando el meollo de una narración dada sea precisamente manifestar la imposibilidad de un mundo en verdad espacioso, como en la narrativa de Samuel Beckett y Thomas Bernhard. La convicción de la riqueza potencial de nuestra existencia en el tiempo también es una característica de la distintiva imaginación novelística, incluso si el propósito del novelista —se podría citar a Bernhard y a Beckett de nuevo— es demostrar la futilidad y reiteración de la acción en el tiempo. Como el mundo que en efecto habitamos, los mundos que crea el novelista tienen historia y geografía. No serían novelas si no fuera así.
En otras palabras —y repito—, la novela cuenta una historia. No quiero solo decir que la historia es el contenido de la novela, la cual entonces se despliega u organiza como una narración literaria según las diversas ideas de la forma. Sostengo que el relato de una historia es la propiedad formal más importante de la novela; y que el novelista, a pesar de la complejidad de sus medios, está sujeto a —y liberado por— la lógica fundamental de la narrativa.
El esquema narrativo básico es lineal (incluso
cuando no es cronológico). Avanza desde un "antes" (o: "al principio") un "durante" y hasta un "al fin" o "después". Pero es mucho más que una mera secuencia causal, así como el tiempo —que se dilata con la emoción y se contrae con su atenuación— no es un tiempo uniforme, de reloj. La tarea del novelista es animar el tiempo, así como animar el espacio.
La dimensión del tiempo es esencial para la prosa narrativa, aunque no, si se me permite invocar la vieja idea del sistema bipartidista literario, para la poesía (es decir, para la poesía lírica). La poesía está situada en el presente. Los poemas, incluso cuando cuentan una historia, no son como las historias.
Una de las diferencias estriba en el papel de la metáfora, la cual, me parece, es necesaria en la poesía. En efecto, desde mi punto de vista, es tarea —una de las tareas— del poeta inventar metáforas. Uno de los recursos fundamentales del entendimiento humano es lo que podría denominarse sentido "pictural", que se consigue al comparar una cosa con otra. He aquí algunos ejemplos venerables, conocidos (y verosímiles) por todos:
el tiempo como río
la vida como sueño
la muerte como sueño
el amor como enfermedad
la vida como un drama / escenario
la sabiduría como luz
los ojos como estrellas
el mundo como un libro
el ser humano como un árbol
la música como alimento
etcétera, etcétera
Un gran poeta es el que refina y amplía la gran reserva histórica de metáforas y aumenta las existencias de metáforas. Estas ofrecen un modo profundo de entendimiento, y muchos novelistas —aunque no todos— recurren a ella. La comprensión de la experiencia por medio de la metáfora no es el entendimiento característico que ofrecen los grandes novelistas. Virginia Woolf no es una novelista más importante que Thomas Bernhard porque ella emplee metáforas y él no.
El entendimiento del novelista es temporal, más que espacial o pictural. Su medio es una interpretación del sentido del tiempo; el tiempo vivido como una arena de luchas o conflictos u opciones. Todas las historias tratan de batallas, luchas de una u otra clase, que terminan en victoria y derrota. Todo se dirige hacia el final, cuando se conocerá el resultado.
"Lo moderno" es una idea, una idea muy radical, que continúa evolucionando. En la actualidad nos encontramos en la segunda fase de la ideología de lo moderno (a la que se le ha dado el presuntuoso nombre de "lo posmoderno").
En la literatura, lo moderno por lo general puede remontarse a Flaubert, el primer novelista íntegramente consciente de sí mismo, y que pareció moderno, o avanzado, porque se preocupaba de su prosa, la juzgaba con criterios rigurosos —como velocidad, economía, precisión, densidad— que parecían hacerse eco de ansiedades antaño restringidas al dominio de la poesía.
Flaubert también fue heraldo del regreso a la "abstracción", característica de las estrategias modernas de creación y defensa del arte que niegan la primacía del tema. En una ocasión afirmó que Madame Bovary, una novela con una historia y un tema de forja clásica, trataba del color marrón. En otra ocasión Flaubert dijo que trataba sobre… nada.
Por supuesto, nadie pensaba que Madame Bovary en verdad tratara sobre el color marrón o sobre "nada". Lo ejemplar es el grado de meticulosidad del escritor —perfeccionismo si se quiere— que sugieren tan patentes hipérboles. De Flaubert se podría repetir lo que Picasso afirmaba de Cézanne: lo que une a todo novelista serio con Flaubert es menos su realización que su ansiedad.
Este comienzo de "lo moderno" en la literatura sobrevino en el decenio de 1850. Un siglo y medio es mucho tiempo. Muchas actitudes y cautelas y negativas relacionadas con "lo moderno" en la literatura —así como en las otras artes— han comenzado a parecer convencionales o incluso estériles. Y, en alguna medida, este juicio está justificado. Toda noción de literatura, incluso la más exigente y liberadora, puede convertirse en una variedad de la complacencia espiritual y la congratulación propia.
La mayoría de las nociones sobre literatura son reactivas; y, en manos de talentos menores, meramente reactivas. Pero lo que está ocurriendo en las repulsas propuestas en el debate actual sobre la novela tiene un alcance mucho mayor que el proceso habitual por el cual los nuevos talentos necesitan repudiar las ideas más viejas de la excelencia literaria.
En América del Norte y en Europa, me parece justo afirmarlo, vivimos ahora en un período de reacción. En las artes, ello adopta el cariz de una reacción intimidatoria contra las altas realizaciones de la modernidad, las cuales se consideran demasiado difíciles, demasiado exigentes con el público, no lo bastante accesibles (o "fáciles de usar"). Y en la política adopta el cariz de un rechazo a toda pretendida evaluación de la vida pública mediante el menosprecio a los meros ideales.
En la era moderna, la exhortación a volver al realismo en las artes a menudo va de la mano del fortalecimiento del realismo cínico en el discurso político.
La mayor ofensa actual, en asuntos artísticos y culturales en general, por no mencionar la vida política, es parecer que se defiende un criterio superior, más exigente, el cual sufre el ataque de la izquierda y de la derecha, por su ingenuidad o (el nuevo estandarte de los filisteos) "elitismo".
Las proclamas sobre la muerte de la novela —o en su nueva variante, el fin del libro— han sido, por supuesto, materia de debate sobre la literatura durante casi un siglo. Pero recientemente han alcanzado renovadas virulencia y persuasión teórica.
Desde que los programas de tratamiento de textos se volvieron herramientas comunes de la mayoría de los escritores —entre ellos yo misma— ha habido quienes aseguran que ya se depara un futuro nuevo y soberbio para la narrativa.
El argumento es como sigue.
La novela, como la conocemos, ha llegado a su fin. Sin embargo, no hay razón para lamentarse. Algo mejor (y más democrático) la sustituirá: la hipernovela, escrita en el espacio no lineal y no sucesivo que ha posibilitado el ordenador.
Este nuevo modelo narrativo se propone liberar al lector de los dos puntales de la novela tradicional: la narrativa lineal y el autor. El lector, obligado cruelmente a leer una palabra tras otra hasta llegar al final de la oración, un párrafo tras otro hasta llegar al final de una escena, se regocijará al saber que, según una descripción, "la libertad verdadera" del lector ya es posible gracias al advenimiento del ordenador: "la liberación de la tiranía de la línea". Una hipernovela "no tiene principio; es reversible; es accesible por varias entradas, ninguna de las cuales se puede señalar autoritariamente como principal". En lugar de seguir una historia lineal dictada por el autor, el lector puede ahora navegar a voluntad a través de un "infinito espacio verbal".
Me parece que a la mayoría de los lectores —sin duda, prácticamente a todos los lectores— les sorprenderá enterarse de que la narración estructurada —desde el esquema más elemental de principio-desarrollo-final de los relatos tradicionales hasta la narrativa de construcción más elaborada, no cronológica y con voces múltiples— es en realidad un género de opresión y no una fuente de goce.
De hecho, lo que interesa de la narrativa a la mayoría de los lectores es la historia precisamente: sea en cuentos de hadas, en la novela negra o en las narraciones complejas de Cervantes y Dostoievski, Jane Austen, Proust e Italo Calvino. La historia —la idea de que los hechos se suceden en un orden causal específico— es el modo en que vemos el mundo y lo que más nos interesa de él. La gente que no lee por otro motivo, lee por la trama.
Sin embargo, los defensores de la hipernarrativa sostienen que la trama nos "aprisiona" y nos irritan sus limitaciones. Que sentimos rencor y anhelamos ser liberados de la añeja tiranía del autor, el cual dicta cuál será el desenlace de la historia, y que deseamos ser en verdad lectores activos, quienes en cualquier momento de la lectura del texto podamos elegir entre diversas continuaciones o desenlaces optativos de la historia al reordenar los pasajes del texto. A veces se afirma que la hipernarrativa imita la vida real, con su miríada de oportunidades y desenlaces sorprendentes; así pues, supongo que está siendo promovida como una suerte de realismo supremo.
A lo anterior respondería que, si bien es cierto que esperamos organizar y darle sentido a nuestra vida, no esperamos escribir las novelas a los demás. Y uno de los recursos disponibles para ayudarnos a darle sentido a la vida, a elegir, y a proponer y aceptar criterios para nosotros, es la vivencia de voces singulares y autorizadas, que no son la propia, las cuales conforman el gran cuerpo de las obras que educan el corazón y los sentimientos y nos enseñan a estar en el mundo, que encarnan y defienden el esplendor del lenguaje (es decir, expanden el instrumento fundamental de la conciencia): a saber, literatura.
Lo que es aún más cierto es que el hipertexto —¿o debería decir la ideología del hipertexto?— es ultrademocrático y por ende armoniza íntegramente con las exhortaciones demagógicas a la democracia cultural que acompañan (y distraen la atención de) el creciente afianzamiento del dominio capitalista plutocrático.
La propuesta de que la novela del futuro no tendrá trama, o más bien, tendrá una trama ideada por el lector (más bien, los lectores) carece del menor atractivo y, si llegara a realizarse, sería inevitable que acarreara no la muy anunciada muerte del autor sino la extinción del lector, todos los lectores futuros de lo que se cataloga como "literatura". Es fácil advertir que solo podría haber sido un invento de la crítica literaria académica, la cual ha sido aplastada por una plétora de nociones que expresan la más activa hostilidad al proyecto mismo de la literatura.
Pero esta idea esconde algo más.
Estas proclamas según las cuales el libro y la novela en particular están llegando a su fin no pueden adscribirse al mero daño causado por la ideología que ha llegado a dominar las facultades de literatura en muchas universidades importantes de Estados Unidos, Gran Bretaña y Europa occidental. (No sé que tan cierto es esto en Sudáfrica.) La verdadera fuerza que oculta el argumento contra la literatura, contra el libro, proviene me parece, de la hegemonía del modelo narrativo propuesto por la televisión.
Una novela no es una serie de propuestas, o una lista, o un conjunto de órdenes del día, o un itinerario (abierto, modificable). Es el viaje mismo: emprendido, vivido y concluido.
La conclusión no significa que se ha contado todo. Henry James, cuando estaba a punto de finalizar una de sus grandes novelas, Retrato de una dama, confió a sus cuadernos su preocupación de que los lectores pudieran pensar que su novela no estaba en realidad terminada, que no había "conducido a la heroína hasta el final de su situación". (Recuérdese que James deja a su heroína, la brillante e idealista Isabel Archer, resuelta a no abandonar a su marido, el cual se le ha revelado como un mercenario sinvergüenza, a pesar de que un antiguo pretendiente, llamado con acierto Caspar Goodwood, aún la ama y espera que cambie de parecer.) Pero la novela, James razonó consigo mismo, habría estado bien terminada en ese punto. Así lo escribió: "Nunca se cuenta la integridad de nada; solo se puede adoptar lo que se agrupa. Lo
que he hecho tiene esa unidad: se agrupa. Así está completa".
Nosotros, los lectores de James, podremos desear que Isabel Archer deje a su terrible marido para ser feliz junto al amoroso, fiel y honorable Caspar Goodwood: sin duda me gustaría que lo hiciera. Pero James nos está contando que no lo hará.
Toda trama narrativa contiene pistas y rastros de las historias que ha excluido o a las que se ha resistido a fin de adoptar su forma presente. Las opciones de la trama deben dejarse sentir hasta el último instante. Estas opciones constituyen un desorden (y por lo tanto un suspense) potencial en el desarrollo de la historia.
La presión para que los hechos vayan de otro modo yace tras cada revés infortunado, cada nuevo desafío a un desenlace estable. Los lectores cuentan con esos frentes de resistencia a fin de que la narración permanezca desestabilizada, impregnada con la amenaza de conflictos ulteriores; hasta que se alcanza un estado de equilibrio: una solución que parece menos arbitraria y provisional que los momentos de estancamiento, invariablemente engañosos, en el cuerpo de la historia. La construcción de una trama consiste en encontrar momentos de estabilidad y luego en generar nuevas tensiones narrativas que los deshacen, hasta que se llega al final.
Lo que llamamos en una novela un final "apropiado" es otro equilibrio, el cual, si está bien proyectado, tendrá un carácter reconocidamente distinto. Nos persuadirá —este final— de que las tensiones que corresponden a toda historia dificultosa han sido cabalmente resueltas. Han perdido el predominio para efectuar cambios significativos adicionales. Las contiene la capacidad del final para sellarlo todo.
Los finales en la novela le confieren una suerte de libertad que la vida nos niega obstinadamente: llegar a un alto que no es la muerte y descubrir con precisión dónde estamos respecto de los hechos que nos han llevado a una conclusión. Aquí, nos dice el final, está el último segmento de una hipotética experiencia íntegra, cuya fuerza y autoridad valoramos en función de la índole de claridad que aporta, sin coacción excesiva, a los hechos de la trama.
Si un final parece forzar la alineación de las fuerzas conflictivas de la narración, es probable que concluyamos que hay defectos en la estructura narrativa, acaso provenientes de la falta de dominio del narrador o de una confusión sobre lo que la historia es susceptible de sugerir.
El placer de la narrativa estriba precisamente en que se dirige a un final. Y un final satisfactorio es el que excluye. El escritor supone que lo que no atañe al diseño conclusivo del esclarecimiento de la historia puede dejarse sin menoscabo fuera del relato.
Una novela es un mundo con fronteras. Para que haya totalidad, unidad, coherencia, debe haberlas. Todo es relevante en el viaje que emprendemos dentro de esas fronteras. Se puede definir el final de la historia como un punto de convergencia mágica de las mudables vistas preliminares: una posición fija desde la cual el lector ve cómo a cosas en un principio dispares les corresponde en última instancia estar juntas.
Además, la novela, por ser un acto de la realización de una forma, es un proceso de conocimiento, en tanto que la forma fracturada o insuficiente, en efecto, no conoce, no quiere conocer, qué le pertenece.
En la actualidad, estos dos modelos compiten en busca de nuestra lealtad y atención.
Hay una distinción esencial —me parece— entre las historias, por un lado, que tienen por meta la totalidad, un final, y, por otro lado, la información, que siempre es, por definición, parcial, incompleta, fragmentaria.
Ello es análogo a los modelos narrativos contrastantes que proponen la literatura y la televisión.
La literatura cuenta historias. La televisión da información.
La literatura implica. Es la recreación de la solidaridad humana. La televisión (y su ilusoria inmediatez) aparta; nos enclaustra en nuestra propia indiferencia.
Las llamadas historias que se nos cuentan en la televisión satisfacen nuestro apetito de anécdotas y nos ofrecen modelos de conocimiento que se anulan mutuamente. (Esto se refuerza con la práctica de interrumpir las narraciones televisivas con anuncios.) Afirman implícitamente la idea de que toda la información es en potencia relevante (o "interesante"), que todas las historias son interminables; o si se detienen, no es porque hayan concluido sino, más bien, porque han sido eclipsadas por una historia más fresca, más escabrosa o más excéntrica.
Al presentarnos una cantidad ilimitada de historias sin fin, las narraciones que relatan los medios de difusión —el consumo de las cuales ha robado de modo tan dramático el tiempo que el público educado le dedicaba antaño a la lectura— imparten una lección de amoralidad e indiferencia antitética a la que encarna la empresa de la novela.
En la narración del novelista siempre hay —como he sostenido— un componente ético. Este componente ético no es la verdad, en oposición a la falsedad de la crónica. Es el modelo de la totalidad, de la intensidad sentida, del esclarecimiento que suministra la historia, y su solución; lo cual es contrario al modelo obtuso, de falta de entendimiento, de consternación pasiva y del consecuente entumecimiento sentimental que ofrece la superabundancia de historias interminables difundidas por los medios.
La televisión nos ofrece, de un modo en extremo degradado y falso, una verdad que el novelista está obligado a suprimir en el interés del modelo ético
de entendimiento exclusivo de la empresa narrativa,
a saber: que el rasgo distintivo de nuestro universo es que muchas cosas están ocurriendo al mismo tiempo. ("El tiempo existe para que no todo ocurra al mismo tiempo… y el espacio para que no todo te ocurra a ti.")
Contar una historia es decir: esta es una historia importante. A fin de reducir la extensión y simultaneidad de todo a algo lineal, a una senda.
Ser un individuo moral es prestar, obligarse a prestar, algunos géneros de atención.
Cuando ejercemos nuestro juicio moral, no solo estamos afirmando que esto es mejor que aquello. Incluso de un modo más fundamental estamos afirmando que esto es más importante que aquello. A fin de ordenar la extensión y simultaneidad abrumadora de todo, con el coste de ignorar o darle la espalda a la mayor parte de lo que está ocurriendo en el mundo.
La naturaleza de los juicios morales depende de nuestra capacidad para prestar atención; una capacidad que, de manera inevitable, tiene límites, aunque éstos pueden ampliarse.
Pero acaso el comienzo de la sabiduría, de la humildad, sea el reconocimiento, inclinando la cabeza, de la idea, la devastadora idea, de la simultaneidad de todo, y la incapacidad de nuestro entendimiento moral —que también es el entendimiento del novelista— para asimilarlo.
Acaso esta conciencia resulta más llevadera para los poetas, que no creen cabalmente en la narrativa. Fernando Pessoa, grandísimo poeta y escritor portugués de principios del siglo XX, escribió en su suma en prosa, El libro del desasosiego:
He descubierto que siempre estoy atento, y siempre pensando en dos cosas al mismo tiempo. Supongo que todos somos así en alguna medida… En mi caso las dos realidades que atraen mi atención son igualmente vívidas. En eso reside mi originalidad. Eso, quizá constituye mi tragedia, y lo que lo vuelve cómico.
Sí, cada cual es en alguna medida así… pero la conciencia del carácter doble del pensamiento es una posición incómoda, muy incómoda si se mantiene mucho tiempo. Parece normal que la gente reduzca la complejidad de lo que siente y piensa y que clausure
la conciencia de lo que se halla fuera de su experiencia inmediata.
¿No está este rechazo de una conciencia extendida, que asimila más de lo que ocurre ahora mismo, aquí mismo, en el centro de nuestra siempre confundida conciencia de la maldad humana y de la capacidad inmensa de los seres humanos para hacer el mal? Puesto que existen, de modo categórico, zonas de la experiencia que no son angustiantes, que dan alegría, es un enigma permanente que haya tanta miseria y maldad. Una buena parte de la narrativa y las conjeturas que intentan librarse de la narrativa y volverse puramente abstractas se preguntan: ¿por qué existe el mal?, ¿por qué las personas se traicionan y asesinan unas a otras?, ¿por qué sufren los inocentes?
Pero acaso sea preciso reformular el problema: ¿por qué no hay maldad por doquier? Más precisamente: ¿por qué está en algunos lugares, pero no en todos? ¿Y qué debemos hacer cuando no nos acaece a nosotros, cuando el dolor que se sufre es el dolor de los demás?
Al enterarse de la demoledora noticia del gran terremoto que arrasó Lisboa el 1 de noviembre de 1755 y que (si se ha de creer a los historiadores) despojó a toda una sociedad de su optimismo (si bien no pienso, es evidente, que cada sociedad tenga una sola actitud fundamental), al gran Voltaire le impresionó su incapacidad para asimilar lo que había sucedido en otro lugar. "Lisboa está en ruinas —escribió— y aquí en París bailamos".
Se podría suponer que en el siglo XX, el siglo del genocidio, a la gente no le parezca ni paradójico ni sorprendente que se pueda ser tan indiferente a lo ocurrido simultáneamente en otros lugares. ¿No es parte de la estructura fundamental de la experiencia que "ahora" se refiera tanto a "aquí" como a "allí"? Y, no obstante, me atrevo a afirmar, somos tan capaces de sentirnos sorprendidos —y frustrados ante la insuficiencia de nuestra respuesta— por la simultaneidad de destinos humanos absolutamente divergentes como Voltaire hace dos siglos y medio. Acaso sea nuestro destino perpetuo sorprendernos de la simultaneidad de los acontecimientos; por la extensión misma del mundo en el tiempo y el espacio. Que nos encontremos aquí, ahora prósperos, a salvo, con escasas posibilidades de irnos a la cama hambrientos o de volar en pedazos a causa de una explosión esta noche… mientras que en otros lugares del mundo, ahora mismo… en Grozni, en Najaf, en Sudán, en Congo, en Gaza, en las favelas de Río de Janeiro…
Ser viajero —y los novelistas a menudo son viajeros— es recordar siempre la simultaneidad de lo que está pasando en el mundo, vuestro mundo y el mundo muy distinto que habéis visitado y del que habéis vuelto a "casa".
Es un principio de respuesta a esta conciencia dolorosa decir: es una cuestión de compasión… de los límites de la imaginación. También podéis afirmar que no es "natural" seguir recordando que el mundo es tan… extenso. Que mientras está ocurriendo esto, también está ocurriendo aquello.
Es verdad.
Sin embargo, respondería, por eso necesitamos la narrativa: para ampliar nuestro mundo.
Los novelistas, entonces, desempeñan su necesaria tarea ética basados en su derecho a una reducción declarada del mundo, tanto en el espacio como en el tiempo.
Los personajes en una novela actúan dentro de un tiempo que ya está cerrado, en el que todo lo que merece la pena salvarse ha sido conservado: "libre —como lo expresa Henry James en su prólogo a El expolio de Poynton— de aditamentos incómodos" y de una sucesión sin rumbo. Todas las historias reales son las historias del destino de alguien. Los personajes en una novela tienen un destino intensamente legible.
El destino de la literatura misma es otra cosa. La literatura en cuanto relato está llena de aditamentos incómodos, exigencias irrelevantes, actividades sin sentido, atención poco económica.
Habent sua fata fabulae, señala la locución latina. Los relatos, las historias, tienen su propio destino. Porque se diseminan, transcriben, recuerdan mal, traducen.
Por supuesto, no sería deseable de otro modo. La escritura de narraciones, una actividad necesariamente solitaria, tiene un destino necesariamente público, comunitario.
Por tradición, todas las comunidades son locales. La cultura implica barreras (por ejemplo, lingüísticas), distancia, intraducibilidad. En cambio, "lo moderno" significa, sobre todo, la supresión de las barreras, de la distancia; el acceso instantáneo; la nivelación de la cultura y, por su propia lógica inexorable, la abolición, la revocación de la cultura.
Lo que sirve a "lo moderno" es la estandarización, la homogeneización. (De hecho, "lo moderno" es homogeneización, estandarización. El sitio moderno por antonomasia es el aeropuerto, y todos los aeropuertos son parecidos, como todas las ciudades modernas, de Seúl a São Paulo, tienden a parecerse.) Este impulso hacia la homogeneización no puede dejar inafectado el proyecto de la literatura. La novela, que se caracteriza por la singularidad, solo puede entrar en este sistema de difusión máxima por medio de la traducción; la cual, si bien necesaria, conlleva una distorsión intrínseca de la identidad de la novela en el plano más profundo: no es la comunicación de información, ni siquiera el relato de historias atractivas, sino la perpetuación del proyecto de la literatura misma, con su incitación a desarrollar el género de introspección que se opone a la saciedad moderna.
Traducir es pasar algo a través de las fronteras. Pero la lección repetida de esta sociedad, de una sociedad "moderna", es que no hay fronteras; lo que significa, por supuesto, nada más y nada menos, la ausencia de fronteras para los sectores privilegiados de la sociedad, los cuales gozan de mayor movilidad geográfica que nunca antes en la historia humana. Y la lección de la hegemonía de los medios de difusión —la televisión, la MTV, internet— es que solo hay una cultura, que lo hallado al otro lado de las fronteras por doquier —o así será algún día— es más de lo mismo, mientras todos en el planeta se alimentan en el mismo comedero de estandarizados entretenimientos y fantasías del eros y la violencia manufacturados en Estados Unidos, Japón o donde sea: todos iluminados por el mismo caudal incesante de bitios de información y opiniones sin filtrar (si bien, de hecho, a menudo censuradas).
No puede negarse que estos medios pueden proporcionar algún placer, algún esclarecimiento, pero sostendría que la actitud que promueven y los apetitos que satisfacen son del todo hostiles a la escritura (producción) y lectura (consumo) de literatura seria.
La conciencia transnacional a la que es inducido cualquiera que pertenezca a la sociedad de consumo capitalista —también conocida como economía mundial— en efecto vuelve irrelevante la literatura —un mero servicio que suministra lo que ya sabemos— y puede encajar en los indefinidos esquemas de adquisición de información y el visionado voyeurista a distancia.
Todo novelista aspira a alcanzar el público más amplio posible, cruzar tantas fronteras como sea posible. Pero es tarea del novelista, creo, y me parece que Nadine Gordimer coincide conmigo, tener presente la espuria geografía cultural que se está instaurando a comienzos del siglo XXI.
Por un lado contamos con la posibilidad, por medio de la traducción y por medio del reciclaje en los medios, de una creciente difusión de nuestra obra. El espacio, por decirlo así, está siendo conquistado. El "aquí" y el "allí", se nos dice, están en contacto constante entre sí y están convergiendo, vigorosamente. Por otro lado, la ideología tras estas oportunidades de difusión sin precedentes, de traducción —la ideología ya dominante en lo que pasa por cultura en las sociedades modernas— está proyectada para volver obsoleta la tarea profética y crítica, incluso subversiva, del novelista, que consiste en profundizar y a veces, si hace falta, oponerse al común entendimiento de nuestro destino.
Larga vida a la tarea del novelista.
(Traducción: AM)
Tomado de El Universal
http://www.eluniversal.com.mx/
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